martes, 9 de agosto de 2011

Iniciativa interinstitucional para la ejecución del proyecto de manejo forestal comunitario sustentable en el estado de Campeche

Este documento es producto de la interacción de varias dependencias de los gobiernos federal y estatal (particularmente de SEMARNAT, CONAFOR, y Secretaría de Medio Ambiente estatal) durante los meses de mayo a octubre del 2010.  La empresa Agropecuaria Santa Genoveva actuó como facilitadora del proceso, a petición del gobernador del estado. Yo participé como parte del equipo de Santa Genoveva, quien otorgó permiso para la publicación que aquí se presenta.


1.  Resumen

1.1.  Este documento tiene como propósito aportar elementos para la toma de decisiones del gobierno del estado de Campeche y de las dependencias federales interesadas, en torno a la puesta en marcha de una Iniciativa Interinstitucional orientada a conservar mejor los bosques naturales de la entidad y, al mismo tiempo, generar opciones de desarrollo para las comunidades que viven en ellos.

La Iniciativa surgió en mayo del presente año a convocatoria del gobernador de Campeche y ha contado en esta fase preparatoria con la participación de diversas dependencias estatales y federales.[1]  La empresa Agropecuaria Santa Genoveva ha participado también, con carácter de facilitador del proceso deliberativo, a solicitud del señor gobernador, y es responsable de la formulación del presente documento propositivo.[2]



1.2.  La discusión interinstitucional comenzó por el tema de la certificación internacional del manejo forestal sustentable.  Se concluyó que era un aval otorgado a la calidad del manejo forestal comunitario o privado por un agente externo calificado e imparcial, que permite monitorear permanentemente y confirmar por lo menos cada año, si la comunidad o empresa avanza en el manejo sustentable de su bosque, y qué requiere para continuar haciéndolo.  Tiene además los siguientes efectos relevantes:

·         Brinda información sistemática y periódica que nadie más podría generar, a todos los actores interesados (stakeholders) en la conservación de los bosques y –en este caso- el desarrollo comunitario, y sirve como guía para las acciones comunitarias, de gobierno y de otros actores

·         Abre oportunidades de captar fondos públicos y privados, nacionales y del exterior, para proyectos comunitarios, que de otro modo no se tendrían

·         Abre oportunidades de acceso a mercados, nacionales e internacionales, de los bienes y servicios que genera un bosque bien manejado que de otro modo no existirían

·         Genera una disciplina de trabajo en las unidades de manejo forestal que se caracteriza por altos estándares de desempeño.

En suma, la certificación de buen manejo forestal es un proceso que a todos interesa y conviene, y al que se puede acceder una vez que se cubren ciertos requisitos en los procesos básicos previos, y que acompaña en adelante el desarrollo comunitario y empresarial sustentables.  Obtener y mantener la certificación constituye una prueba fehaciente de que los esfuerzos por mejorar, de los productores, autoridades y demás actores involucrados han sido exitosos. 



1.3.  En el proceso deliberativo del Subgrupo de Trabajo se llegó a identificar la conservación del bosque y el desarrollo comunitario como objetivos centrales y vinculados de manera indisoluble.  Estos son el fin para el cual la certificación constituye una herramienta útil.  Emprender un proceso de fortalecimiento de ambos aspectos (conservación y desarrollo) es prerrequisito para lograr obtener y mantener una certificación de manejo forestal sustentable.  Es por ello que esta propuesta no se refiere ni exclusiva ni primordialmente a la certificación, sino a los elementos necesarios para consolidar el manejo forestal comunitario sustentable en Campeche.



1.4.  En México, la práctica del manejo forestal comunitario se generalizó a partir de la década de los ochentas, con la finalización del régimen de concesiones a particulares y empresas paraestatales.  No podía ser de otra manera en un país en el que más de dos terceras partes de los bosques se encuentran en manos de comunidades indígenas y ejidos.[3] 



Durante casi treinta años, la experiencia nacional en materia de manejo forestal comunitario ha unificado la visión de actores diversos[4] en el sentido de considerarlo como una vía eficaz para detener y revertir la deforestación, con resultados inclusive mejores que los de la política de áreas naturales protegidas[5].  En este periodo, surgieron iniciativas y movimientos regionales como el Plan Piloto Forestal de Quintana Roo, los movimientos comunitarios de la Sierra de Juárez en Oaxaca y de la Costa Grande en Guerrero, así como programas oficiales de mayor alcance como el programa de acción forestal tropical (PROAFT) durante la segunda mitad de los noventas y el programa de desarrollo forestal comunitario (PROCYMAF), cofinanciado por Banco Mundial entre 1997 y 2008. 



En fecha reciente, en este año de 2010, el gobierno federal, a través de la CONAFOR, suscribió un acuerdo con la agencia Global Environmental Facility (GEF) del Banco Mundial, para realizar un proyecto a cinco años, junto con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la organización no gubernamental internacional Rainforest Alliance (RA), denominado “Transformar el manejo de bosques de producción comunitarios ricos en biodiversidad mediante la creación de capacidades nacionales para el uso de instrumentos basados en el mercado”.  Este proyecto incluye a Campeche dentro de la región prioritaria sureste (una de las cuatro regiones consideradas a nivel nacional) y ya se han realizado los primeros contactos con el personal técnico asignado a esta región, con objeto de buscar sinergias con el proceso local que se está generado en el estado.[6]  Su énfasis está en contribuir a elevar la competitividad de las empresas forestales comunitarias (EFC’s) a través de una mejor vinculación con los mercados y el reforzamiento de los aspectos administrativos y propiamente empresariales del manejo forestal, a fin de que sean una palanca eficaz para mejorar las condiciones de vida de las comunidades y, al mismo tiempo, cuenten con los incentivos para cuidar y proteger sus recursos naturales y su biodiversidad.



Este proyecto brindará asistencia técnica especializada a las comunidades forestales, de acuerdo con su grado de desarrollo y sus problemas concretos, y será un complemento de gran utilidad de la Iniciativa que Campeche pueda poner en marcha en la materia.



1.5.  La deforestación es un problema muy grave para el cual no existen soluciones fáciles ni de corto plazo.  El 32.4% del territorio nacional está cubierto de bosques y selvas[7].  Este porcentaje contrasta con la participación que tiene el sector forestal en el producto interno bruto (PIB) del país (menor al 1%).  Del año 2000 a la fecha se han realizado diversas estimaciones de la tasa de deforestación anual, que se ubica, según la fuente y la metodología utilizada, entre 260 y 800 mil hectáreas. 



En el caso de Campeche, el 78.5% de la superficie total del estado se considera forestal, y de ella el 70% corresponde a selvas (3.3 millones de hectáreas[8]).  Sin embargo, se estima que sólo quedan 1.8 millones de hectáreas de macizos forestales bien conservados e interconectados[9], que representa el 55% de las selvas estatales y el 30% del territorio de la entidad.  Si aplicáramos a Campeche la tasa de deforestación anual que estimó el Instituto de Geografía de la UNAM para las selvas en el año 2000 (0.76%), el resultado sería de una pérdida de 25 mil hectáreas cada año.



1.6.  Al problema de deforestación se suma la disminución en la productividad de los bosques y selvas naturales, debido a la explotación no regulada que prevaleció en las décadas –y en algunas ocasiones, siglos- anteriores.  Este fenómeno se ha combinado con el proceso de apertura comercial del país y el surgimiento en los últimos diez años de países productores de madera barata proveniente de plantación forestal (como Chile y Brasil), para poner en evidencia la falta de competitividad de la industria forestal mexicana en su conjunto.



México pasó en 25 años de ser un exportador neto de madera a convertirse en un importador creciente.  En los últimos años, la producción nacional apenas ha cubierto alrededor del 20-25% del consumo nacional aparente, y se ha mantenido en alrededor de 6 millones de metros cúbicos anuales  (mientras que el consumo nacional aparente rebasa los 25 millones).



Si bien Campeche participa en dos segmentos pequeños de la producción forestal maderable nacional, que son el de maderas preciosas tropicales (0.6% de la producción forestal total en 2006) y el de maderas comunes tropicales (7% de la producción forestal nacional), su posición en estos segmentos, y particularmente en el de maderas comunes, es destacada:

·         Representó el 30.6% del volumen nacional de maderas comunes tropicales en el 2006, y 39.1% de su valor

·         Aportó el 4.5% del volumen nacional de maderas preciosas tropicales en ese mismo año, y 5.8% de su valor.

En el periodo de 20 años 1986-2005, Campeche registró –con sus altibajos de un año a otro- una producción promedio anual de madera industrial del orden de 30 a 35 mil metros cúbicos rollo.  La producción de durmientes se redujo drásticamente al pasar de más de 140 mil metros cúbicos rollo en 1986 a alrededor de 10 mil metros cúbicos rollo en el 2006.  Por su parte, la producción de carbón era prácticamente inexistente hasta el 2001.  A partir de esa fecha ha crecido exponencialmente hasta alcanzar más de 80 mil metros cúbicos rollo en el 2006.  Esta tendencia es preocupante porque se fundamenta en procesos de cambio de uso del suelo, que se han multiplicado en los últimos años.[10]

A diciembre del 2009, había 114 programas vigentes de manejo forestal maderable[11] en el estado de Campeche, con una superficie total de 173, 135 hectáreas, y un volumen de aprovechamiento autorizado multianual[12] de 1.3 millones de metros cúbicos rollo.  Esto supone un aprovechamiento promedio teórico por hectárea de 7.9 metros cúbicos rollo, que se considera de alta intensidad[13].  El 75% del volumen autorizado corresponde a especies de madera dura tropical, 19% a especies de madera blanda y el restante 6% a maderas preciosas y decorativas.  Sin embargo, conforme al Programa estratégico de manejo forestal sustentable del estado de Campeche (2007), en la realidad se aprovecha menos del 20% del potencial autorizado.  Esto es así por una variedad de problemas:

·         Falta de infraestructura de caminos adecuados para hacer una extracción bien planeada a lo largo del año

·         Comercialización poco desarrollada, que impide hacer tratos oportunos y justos

·         Desorganización de las estructuras de gobierno ejidal que impide o retrasa acuerdos y gestiones

·         Inexistencia de capital de trabajo, por lo cual el ejido opera sin continuidad con los anticipos que ofrecen los compradores.



1.7.  En Campeche, como en el país, los bosques naturales pertenecen en su mayor parte a los ejidos.  De los 384 ejidos que existen en la entidad, sólo 55 contaban con programa de manejo forestal a diciembre del año pasado.  A pesar de ello, de la superficie total bajo programa de manejo, 173 mil hectáreas, el 81.7% de la superficie y el 77.2% del volumen autorizado corresponden al régimen ejidal.

Una limitación importante para lograr una planeación adecuada de la riqueza forestal de un ejido es la superficie máxima de 5 mil hectáreas que apoya CONAFOR por ejido para elaborar el programa de manejo que solicita la autoridad ambiental.  Esto ha condicionado una atención fraccionada en la práctica, que sólo se ocupa de la zona bajo aprovechamiento y descuida el resto; además de que evita alcanzar el verdadero potencial productivo del bosque. 



En la circunstancia de Campeche, donde hay numerosos ejidos en el rango de 30 mil a más de 100 mil hectáreas de superficie total, y por lo menos de 20 a 70 mil hectáreas de zonas de vegetación no intervenida con potencial de manejo forestal[14], se podría cuadruplicar o quintuplicar la producción maderable sin aumentar la intensidad de los aprovechamientos ni reducir los ciclos de corta; sólo con la ampliación de las superficies bajo manejo en los grandes ejidos forestales del estado.  Pero ampliar las superficies de producción supone, como se mencionó antes, actuar en varios frentes simultáneamente:  desarrollar el capital social y humano de las comunidades forestales, construir infraestructura caminera y emprender proyectos de inversión productiva que eleven el valor de la materia prima, diversificar los bienes y servicios que genera el bosque y sus respectivos mercados, diseñar una ingeniería financiera que les permita operar con normalidad, asegurar la salud y enriquecimiento continuo de su capital natural y, en una frase, generar y gestionar una visión compartida del desarrollo a largo plazo de la comunidad que sea verdaderamente integral (social, ambiental, económico –y no sólo del sector forestal-) y sustentable.



1.8.  Para ese tamaño de reto se ha pensado la propuesta contenida en este documento.  El proyecto avanzaría por etapas, empezando por una primera de carácter piloto en la cual se buscaría confirmar o rectificar una serie de hipótesis sobre la mejor manera de impulsar un proceso sinérgico de desarrollo comunitario y de conservación de los bosques, en el contexto actual de Campeche.  La experiencia de casos semejantes pertinentes como el Plan Piloto Forestal de Quintana Roo (PPF-QR) será de gran ayuda, pero habrá necesariamente que innovar en algunos aspectos que aún no tienen una solución satisfactoria.  Asumimos como aprendizaje de los aciertos y errores del PPF-QR lo siguiente[15]:

·         Es indispensable contar con el convencimiento y la firme voluntad política del gobierno, a fin de enfrentar con éxito a los intereses creados en el actual estado de cosas.

·         Se requiere de un agente externo a la comunidad forestal que ayude a desarrollar las capacidades locales (generar, sistematizar y transferir conocimientos) y construya un marco de confianza mutua dentro del cual puedan fincarse relaciones intra e intercomunitarias y con otros actores sociales, a fin de puedan plantearse proyectos sociales y productivos sólidos y perdurables.

·         El agente externo requiere de una presencia continua y de largo plazo dentro de la comunidad, a fin de que los procesos maduren y se aprovechen cabalmente los apoyos intermitentes derivados de programas públicos y de la acción de organismos no gubernamentales (ONG’s).

·         El agente externo no es un individuo sino que se refiere a un grupo de personas con perfiles bien definidos que puede apoyar simultáneamente a un conjunto de comunidades.

·         La comunidad no puede asumir el costo de la asistencia técnica del agente externo permanente, sobre todo al principio cuando sus recursos son más escasos.  Esta responsabilidad corresponde al gobierno.

·         Debemos seguir innovando en los esquemas de gobernanza de los ejidos, a fin de compatibilizar la autoridad que debe ejercer la asamblea sobre los distintos aspectos de la vida comunitaria, con la posibilidad de operar en forma transparente y eficiente empresas forestales comunitarias.

·         Necesitamos construir una visión compartida entre los actores interesados sobre el tipo de desarrollo que se busca impulsar de común acuerdo, así como difundirla ampliamente desde un principio.  En ese marco, se requiere definir, discutir y acordar en cada comunidad una estrategia específica de desarrollo integral de largo plazo, incluyendo los aspectos sociales, ambientales y económicos (no sólo del bosque).

·         Si bien en las comunidades forestales el principal recurso natural es el bosque, no es por lo general la única actividad económica, e incluso suele no ser actualmente –en el caso de Campeche- la que aporta mayores ingresos.  Por lo tanto, el desarrollo económico de la comunidad debe promoverse en una doble vertiente que se retroalimenta:  el de las actividades agropecuarias sustentables[16] y la diversificación de los bienes y servicios que puede generar el bosque  (productos forestales maderables y no maderables, así como servicios ambientales –apicultura, ecoturismo, protección de acuíferos y biodiversidad, captura de carbono, etc.-). 

·         El objetivo en materia económica debe consistir en hacer crecer la canasta de ingresos provenientes de diferentes fuentes con objeto de alimentar varios procesos virtuosos:  contar con recursos de contrapartida para realizar proyectos de inversión que permitan una mejor participación en la cadena productiva, destinar una parte de los excedentes a la atención de las prioridades sociales y ambientales de la comunidad, y generar empleos remunerativos que puedan ocupar los habitantes de la comunidad.

·         Es vital que cada comunidad realice en forma participativa –y sobre bases técnicas sólidas- la planeación de los usos de su territorio y recursos naturales, a fin de que defina –y respete- su área forestal permanente (AFP).

·         El bosque de Campeche es distinto al de Quintana Roo porque, entre otros aspectos, son muy reducidos los volúmenes aprovechables de especies de maderas preciosas y la estrategia silvícola –y económica- deberá fundamentarse sobre una gama amplia de especies de maderas comunes.

·         La promoción de estas especies, ahora denominadas “especies menos conocidas”[17], requiere de una labor seria y sistemática de investigación de mercados que permita definir una estrategia clara de diferenciación para su mejor posicionamiento frente a la competencia.

·         Es necesario asumir desde el inicio una labor sistemática de monitoreo y evaluación de las tasas de crecimiento y regeneración de las especies aprovechadas, a fin de contar con elementos sólidos para el mejoramiento futuro de los programas de manejo.



Con una adecuada documentación, monitoreo y evaluación, esta fase piloto del proyecto –con una duración de 5 años-, llevaría a plantear la conveniencia de una posible ampliación, con los objetivos revisados y para consolidar alcances, a partir del cuarto año de trabajo.



En esta primera fase se propone trabajar con un grupo de ocho ejidos que constituyen comunidades forestales importantes en el estado, ubicadas en cinco municipios:

                      i.            Ejido de Xmabén, ubicado en el municipio de Hopelchén

                    ii.            Ejido de Miguel Colorado, ubicado en el municipio de Champotón

                  iii.            Ejido de Centenario, localizado en el municipio de Escárcega

                   iv.            Ejido de Nuevo Bécal, en el municipio de Calakmul

                     v.            Ejido de Pich, cuyo núcleo poblacional se ubica en el municipio de Campeche, mientras que su ampliación forestal se localiza en el municipio de Hopelchén

                   vi.            Ejido de Silvituc, que tiene su núcleo poblacional en el municipio de Escárcega, en tanto que su ampliación forestal se encuentra en el municipio de Calakmul

                 vii.            Ejido de 20 de Noviembre, en el municipio de Calakmul

               viii.            Ejido de Alvaro Obregón, ubicado en el muncipio de Calakmul.



Los cuatro primeros ejidos (Xmabén, Miguel Colorado, Centenario y Nuevo Bécal) corresponden a productores forestales del tipo 2 (que venden en pie), conforme a la clasificación de CONAFOR;  los dos siguientes (Pich y Silvituc) son productores forestales del tipo 3 (que venden materia prima); y los dos últimos (20 de Noviembre y Alvaro Obregón) se consideran como productores de tipo 4 (que venden madera procesada).  Sólo se omitieron del grupo inicial a ejidos clasificados como de tipo 1 (potenciales), ya que ahí se ubican los que todavía no tienen plan de manejo y no están realizando, por tanto, algún aprovechamiento forestal, por lo menos de carácter legal.



En conjunto los ocho ejidos suman 1,165 ejidatarios con derechos.  Sus núcleos poblacionales registraban en el 2005 un total de 7,060 habitantes.  La superficie ejidal es de 324,237 hectáreas, con un área forestal permanente de 226,417  (el 70%).  Los indicadores de educación, salud y vivienda en los centros de población se ubican en general muy por debajo del promedio estatal.



1.9.  Siguiendo la metodología de análisis del marco lógico, se construyeron los árboles de problemas y de objetivos del proyecto y se definió su estructura analítica para integrar, finalmente, la matriz de marco lógico que resume objetivos, actividades, indicadores, medios de verificación y supuestos.  Los árboles y las tablas completas aparecen en el capítulo correspondiente de este documento.  Aquí se presentan los enunciados del fin, propósito y componentes del proyecto, así como los principales resultados esperados:

FIN:  Reducir la deforestación y degradación de los bosques del estado y ampliar y diversificar su aprovechamiento sustentable, para reducir la marginación de las comunidades forestales y su proceso de despoblamiento, a través de procesos de aprendizaje comunitarios que tenga continuidad y que conduzcan a la obtención de reconocimientos nacionales e internacionales de manejo forestal sustentable que generen, a su vez, nuevas oportunidades de mejora.

PROPÓSITO:  Auxiliar a un grupo inicial de ocho ejidos forestales en el mejoramiento del manejo y conservación de sus recursos forestales y en la generación de fuentes de ingreso alternativas y sustentables.

COMPONENTES: 

(A)  Desarrollar el capital social comunitario y su capacidad técnica y administrativa para que cada ejido pueda emprender y fortalecer un proceso de desarrollo sustentable: competitivo y solidario en lo económico, equitativo y con mayor calidad de vida en lo social, y que permita la conservación y enriquecimiento de su capital natural.

(B)  Identificar y desarrollar proyectos de inversión viables en la comunidad, conforme a su estrategia de desarrollo a largo plazo, con los siguientes énfasis:

·         En lo económico.-  el desarrollo gradual de la cadena productiva forestal maderable (incluyendo infraestructura caminera), el impulso a bienes y servicios forestales no maderables (apicultura, ecoturismo, pimienta, servicios ambientales, otros), y proyectos agropecuarios y forestales fuera del bosque compatibles con el mejor uso de los recursos naturales disponibles (agroforestería, intensificación de la milpa con leguminosas, plantaciones forestales, otros)

·         En lo social.-  alimentación (huertos familiares), servicios básicos (agua potable, energía eléctrica, salud y educación) y vivienda

·         En lo ambiental.-  reforestación, conservación de zonas de alto valor de conservación, recuperación de zonas degradadas, reducción de riesgos  (incendios, uso de agroquímicos, etc.)

(C)  Monitorear, evaluar, documentar y difundir los avances y resultados del proyecto a fin de contar con información oportuna para su orientación estratégica y para dar soporte al aprendizaje comunitario y a los procesos de certificación de buenas prácticas.

RESULTADOS  (2011-2015):

                      i.            El área forestal permanente (AFP) definida inicialmente (226,417 hectáreas) se mantiene igual o aumenta al término del periodo del proyecto

                    ii.            Se incrementa en 100 mil hectáreas la superficie forestal bajo programa de manejo

                  iii.            Se incrementa en 100 mil hectáreas la superficie forestal certificada en alguna de las tres modalidades del proceso gradual (auditoría preventiva, certificación nacional y certificación internacional)

                   iv.            Se adicionan 10 mil hectáreas como áreas de conservación comunitarias

                     v.            Se realizan 100 millones de pesos de inversiones en las ocho comunidades forestales vía CONAFOR, considerando sólo la actividad forestal y todavía sin los recursos de contrapartida (por lo que la inversión total podría duplicarse, sin tomar en cuenta lo que corresponda a otras actividades económicas)

                   vi.            Se canalizan 70 millones de pesos a las comunidades forestales como pagos por servicios ambientales

                 vii.            Se aplican 50 millones de pesos en estudios técnicos, capacitación y formulación de proyectos en las comunidades forestales

               viii.            Las comunidades reciben un 50% más de ingresos derivados del aprovechamiento de su bosque (sin contar el pago de servicios ambientales)

                   ix.            Las comunidades perciben mejoras en los servicios básicos (salud, agua potable, etc.)

                     x.            Se reduce en un 25% el índice de analfabetismo de la población de 15 años y más en las comunidades

                   xi.            Siete comunidades tienen como práctica regular la celebración de asambleas ejidales cada mes para conocer y resolver sobre los avances en las actividades económicas comunitarias

                 xii.            Siete comunidades han incorporado comités ejecutivos a su esquema de gobierno y éstos sesionan semanal o quincenalmente

               xiii.            Siete comunidades han integrado y operan regularmente grupos de trabajo por actividad económica relevante

               xiv.            Seis comunidades han constituido y operan regularmente empresas forestales comunitarias (EFC’s).



1.10.        La deliberación interinstitucional para la formulación del proyecto inició, como se señaló antes, dentro de un Grupo y un Subgrupo de Trabajo, que se reunían a convocatoria expresa, con un orden del día que podía modificarse a solicitud de cualquiera de los participantes.  Los acuerdos se tomaban prácticamente por consenso, después de un proceso de discusión entre pares.  De las tres sesiones del Grupo de Trabajo y de las seis sesiones del Subgrupo de Trabajo, entre mayo y septiembre del presente año, se levantaron y distribuyeron las minutas correspondientes.

Este esquema de gobernanza pareció funcionar para la fase preliminar del proyecto, pero se discutió y acordó la necesidad de revisar otras opciones que pudieran resultar más convenientes, una vez que se aprobara el proyecto.  Se exploraron tres modalidades distintas de incorporación del proyecto a la estructura del COPLADECAM, y también se comparó esta opción con otras dos:  manejar el proyecto como un programa estatal dentro de la estructura de la SMAAS, o bien, mantener el esquema en que se venía trabajando, con algunos ajustes.  De esta exploración se da cuenta en el capítulo correspondiente del documento.

En todo caso, el punto de plena coincidencia fue la necesidad de que el proyecto contara con un Grupo Técnico de soporte, exclusivamente dedicado a las actividades definidas en los objetivos del proyecto.  Este Grupo Técnico sería un elemento crucial dentro de ese “agente externo” colectivo que se considera indispensable para emprender procesos de cambios como el que se plantea.

Mantener el enfoque interinstitucional, y por ende intersectorial, se estima también necesario, habida cuenta de que una parte sustancial del financiamiento para capacitación, estudios y proyectos, y para la inversión en infraestructura, maquinaria y equipos, se estima que provendría de CONAFOR; y de que se requiere propiciar el alineamiento de políticas y ejercicio del gasto de otras dependencias federales y estatales como:  SAGARPA y la SDR, CDI, SEDESOL y SEDESORE, la Secretaría de Economía y la SEDICO, además de la propia SEMARNAT y la SMAAS.

Ya sea dentro o fuera de la estructura del COPLADECAM, lo relevante es que estas dependencias estatales y federales, más otros actores que se sumarán (como autoridades municipales, representantes de los ejidos que participan, y empresas), puedan deliberar con flexibilidad, como pares, para atender la agenda muy abigarrada e importante del manejo forestal comunitario sustentable.  Independientemente del esquema formal que se defina, esto se lograría mediante una gestión en dos niveles debidamente sincronizados:  con reuniones trimestrales de todos los actores interesados en un “Comité Interinstitucional” presidido por el gobernador del estado (para información, coordinación y consulta); y con reuniones mensuales de un grupo más reducido de actores –más directamente involucrados en los temas del proyecto-, en un “Subcomité Ejecutivo” que oriente y apoye al Grupo Técnico; conozca, discuta y resuelva los diferentes asuntos que se le planteen conforme al programa de trabajo del proyecto; y formule propuestas para llevar al Comité Interinstitucional.




El GT será responsable de desarrollar el capital social comunitario y las capacidades locales técnicas y administrativas (orientadas al desarrollo empresarial y comercial) para la mejor orientación y desarrollo de las actividades económicas comunitarias; particularmente de las actividades forestales.  Esto lo realizará mediante el acompañamiento de los procesos organizativos y gerenciales de las comunidades, y una labor sistemática de capacitación a varios niveles:  la capacitación a los propios facilitadores y técnicos forestales comunitarios, a los órganos de representación de la comunidad y a sus grupos de trabajo.

El GT se concibe como una unidad de trabajo dependiente funcionalmente del Subcomité Ejecutivo, y que desde el punto de vista administrativo podría integrarse de diversos modos:

·         integrando la unidad como un task force con personal asignado por las dependencias estatales y federales apropiadas

·         mediante convenio con una organización de la sociedad civil, que se encargue de la contratación del personal con el perfil idóneo

·         mediante un convenio de administración ad hoc con la oficina en México del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Por las tareas que tendrán encomendadas, los integrantes del Grupo Técnico deben tener un perfil profesional adecuado.  Las responsabilidades, actividades y resultados que se esperan de cada perfil se describen en el capítulo correspondiente del documento. 

1.12.          Con base en el Proyecto, se estima una derrama del orden de 218 millones de pesos solamente por conducto de CONAFOR en el periodo 2011-2015, para las ocho comunidades forestales participantes (un promedio anual de 43.4 millones de pesos).  Este monto crecerá en función de los recursos de contrapartida que aporten los propios productores y/o el gobierno estatal, y con los recursos que otras dependencias canalicen, de acuerdo con las otras actividades económicas que realizan las comunidades, y sus prioridades sociales. 

Para integrar este monto, se consideró la estructura vigente de los programas de CONAFOR y el grado de avance que presenta en la actualidad cada comunidad dentro de su cadena productiva forestal( si ya tiene equipo de extracción o no, si ya tiene aserradero o no), así como la conveniencia de diversificar inversiones con proyectos de mediana escala de plantaciones forestales (100 hectáreas anuales por comunidad), y de hacer prácticas silvícolas tanto para productos forestales maderables como no maderables.  También se tomó en cuenta la necesidad de reforestar y de recuperar áreas degradadas.  Junto con las inversiones propiamente dichas, se incluyeron estudios técnicos y proyectos, así como eventos puntuales de capacitación y pagos por servicios ambientales.  Este último rubro puede desempeñar un papel clave en el esquema de capitalización de las comunidades, en la medida en que su otorgamiento se vincule con su utilización parcial para recursos de contrapartida de otros programas.[18]  El desglose de estos conceptos se presenta en el capítulo correspondiente de este documento.

El costo que no puede absorber CONAFOR y que correspondería cubrir al gobierno del estado se refiere al Grupo Técnico.  El costo total de honorarios y costos de operación se estima en 9.5 millones de pesos para el año 2011.  La inversión total del periodo, que se desembolsaría en el año uno, asciende a 4.5 millones de pesos (el 80% corresponde a vehículos, sin los cuales no podrían movilizarse los integrantes del equipo técnico).  En suma, para el primer año del Proyecto, el costo total ascendería a 14 millones de pesos.  Durante los cuatro años siguientes el desembolso anual sería menor, en virtud de que ya no se realizarían inversiones.  De este modo, el presupuesto total del Proyecto para el periodo 2011-2015 sería de 57 millones de pesos (un promedio de 11.4 millones de pesos anuales).  Véase el desglose en el capítulo de presupuesto.



1.13.        El proyecto generará procesos locales que son la base para la atracción de recursos públicos y privados crecientes.  Pero el financiamiento de los procesos mismos requiere de recursos estables a lo largo de los cinco años del proyecto, que sólo puede proveer el gobierno del estado.  Pero no se trata de competir por el presupuesto ya asignado de la Secretaría de Medio Ambiente y Aprovechamiento Sustentable (SMAAS), sino de contribuir a incrementar los recursos disponibles.  Para ello, este documento preparatorio puede funcionar como expediente técnico para la gestión institucional de recursos.  Además, una vez puesto en marcha, el proyecto habrá de gestionar sistemáticamente recursos de fuentes privadas.  Por sus características y similitud de objetivos, el proyecto tiene un alto potencial para captar recursos de entidades como:

·         Reforestamos México, A.C.

·         Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C.

·         Fundación Televisa

·         Banco HSBC

·         Otros.

Es también candidato natural para atraer, en su momento, recursos provenientes de las diversas modalidades de REDD[19], que se están discutiendo en México y a nivel internacional.



1.14.        El primer paso necesario para seguir adelante consiste en la revisión y aprobación, con los ajustes del caso, de este documento por parte de los actores más directamente relacionados con su ejecución:  el gobierno del estado a través de la SMAAS, la gerencia de CONAFOR en el estado, la delegación de SEMARNAT y el propio gobernador de Campeche, como iniciador de este esfuerzo.

Enseguida, se tendría que definir el esquema que se considera más conveniente para el trabajo del Grupo Técnico y la gobernanza del Proyecto.  Y por su papel determinante en la canalización de recursos, es necesario confirmar la buena disposición de la gerencia estatal de CONAFOR al más alto nivel de la dependencia.

Para el gobierno del estado sería crucial, asimismo, gestionar recursos adicionales complementarios para financiar la parte que le corresponde en el Proyecto, ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y en cabildeo dentro de la Cámara de Diputados.

Cuando se decida que el Proyecto sigue adelante, en su caso, será conveniente iniciar la integración del Grupo Técnico, a fin de que pueda hacerse una selección adecuada y se cuente con el equipo listo para comenzar cuando finalmente se liberen los recursos.
 

2.  Antecedentes de la Iniciativa Interinstitucional

La Iniciativa Interinstitucional para promover el manejo sustentable de los bosques de Campeche a través de la certificación internacional (IIC) surge en mayo del 2010, a convocatoria del gobernador del estado.  El Grupo de Trabajo original se ha venido ampliando conforme se identifica la necesidad de interacción con otros actores relevantes.  A la fecha, su integración se vislumbra con 27 actores sociales:

·         8 dependencias federales (los participantes iniciales:  SEMARNAT, CONAFOR, SAGARPA, SRA, Procuraduría Agraria y PROFEPA; y las que se espera incorporar:  SEDESOL y CDI)

·         5 dependencias estatales (los participantes iniciales:  SMAAS, SDR, SEDICO, y Secretaría de Coordinación; y la que se espera incorporar:  SEDESORE )

·         5 gobiernos municipales por incorporar (Calakmul, Hopelchén, Escárcega, Champotón y Campeche)

·         8 ejidos seleccionados para la etapa piloto por incorporar (Centenario, 20 de Noviembre, Nuevo Bécal, Alvaro Obregón, Xmabén, Silvituc, Miguel Colorado y Pich)

·         1 empresa privada (Agropecuaria Santa Genoveva).

Se constituyó también desde un principio un Subgrupo de Trabajo, integrado por las dependencias más directamente relacionadas con el tema (SMAAS, SEMARNAT y CONAFOR) y por la empresa Santa Genoveva, que se había comprometido ante el gobernador del estado para ayudar a echar a andar este esfuerzo, aprovechando la experiencia acumulada en el proceso de certificación internacional por manejo forestal sustentable que recibió en el 2009, después de dos años de trabajo sistemático.

A lo largo de cuatro meses y medio (principios de mayo a mediados de septiembre), se realizaron tres reuniones a nivel de Grupo de Trabajo y seis a nivel de Subgrupo de Trabajo.

Se identificaron los obstáculos principales y los elementos estratégicos para superarlos; se preseleccionaron ejidos y se revisaron con mayor detalle; se definieron medidas de apoyo para fortalecer el capital social de algunos de los ejidos (a través de fondos concurrentes CONAFOR-SMAAS[20]); se formularon objetivos y alcances generales de un programa quinquenal; se detectó, se analizó y se realizó un primer acercamiento con un proyecto federal que está comenzando este año (a través de CONAFOR) en el que participan agencias internacionales (GEF, PNUD y Rainforest Alliance), y que tiene propósitos semejantes a los de la Iniciativa de Campeche; se exploraron opciones de marco institucional para formalizar la fase de operación de la Iniciativa; y se delineó un posible proyecto de acompañamiento para investigación aplicada interdisciplinaria, que ya no fue posible incorporar por falta de tiempo de preparación[21].

Cabe destacar que personal técnico de Rainforest Alliance (RA) visitó Campeche en agosto pasado, se reunió con el gobernador del estado y explicó ante el Grupo de Trabajo los principales aspectos del Proyecto en el cual son co-ejecutores directos, junto con la CONAFOR.

Temas de colaboración de Rainforest Alliance

A partir de la experiencia con que cuenta por su actividad en diversos países, y su enfoque empresarial vinculado a la certificación del manejo forestal sustentable conforme a los principios y criterios de la Forest Stewardship Council (FSC),  RA realizará intervenciones puntuales con personal especializado para auxiliar a comunidades forestales del estado en la gama de temas que se enlistan a la derecha.

El proyecto se realizará durante los próximos cinco años, en cuatro regiones prioritarias del país, una de las cuales es el sureste, en donde se considera a los estados de Quintana Roo y Campeche.

Se le ha planteado ya a RA el alcance que nuestro estado quisiera tener dentro de los resultados previstos del proyecto.  En el anexo de este documento, se presentan los cuadros que resumen la propuesta de Campeche, para cada uno de los tres componentes del Proyecto GEF-CONAFOR-PNUD-RA.

En esta fase de arranque, los integrantes del Subgrupo de Trabajo fueron cobrando conciencia de que la certificación forestal no es el tema que se aborda una vez que se han resuelto problemas estructurales de organización y competitividad de las empresas comunitarias, sino que es precisamente el hilo conductor de un proceso de mejora gradual y continua que permite guiar procesos simultáneos y articulados de desarrollo comunitario y de manejo forestal sustentable.

Con base en las deliberaciones grupales, se puede concluir que la certificación internacional del manejo forestal sustentable es un aval otorgado a la calidad del manejo forestal comunitario o privado por un agente externo calificado e imparcial, que permite monitorear permanentemente y confirmar por lo menos cada año, si la comunidad o empresa avanza en el manejo sustentable de su bosque, y qué requiere para continuar haciéndolo.  Tiene además los siguientes efectos relevantes:

·         Brinda información sistemática y periódica que nadie más podría generar, a todos los actores interesados (stakeholders) en la conservación de los bosques y –en este caso- el desarrollo comunitario, y sirve como guía para las acciones comunitarias, de gobierno y de otros actores.

·         Abre oportunidades de captar fondos públicos y privados, nacionales y del exterior, para proyectos comunitarios, que de otro modo no se tendrían.

·         Abre oportunidades de acceso a mercados, nacionales e internacionales, de los bienes y servicios que genera un bosque bien manejado que de otro modo no existirían.

·         Genera una disciplina de trabajo en las unidades de manejo forestal que se caracteriza por altos estándares de desempeño.

En suma, la certificación de buen manejo forestal es un proceso que a todos interesa y conviene, y al que se puede acceder en forma gradual, conforme se van atendiendo y resolviendo los aspectos críticos de desarrollo de capacidades y de capital social en las comunidades forestales.  Obtener y mantener la certificación constituye una prueba fehaciente de que los esfuerzos por mejorar, de los productores, autoridades y demás actores involucrados han sido exitosos. 

En el proceso deliberativo del Subgrupo de Trabajo se llegó a identificar la conservación del bosque y el desarrollo comunitario como objetivos centrales y vinculados de manera indisoluble.  Estos son el fin para el cual la certificación constituye una herramienta útil.  Emprender un proceso de fortalecimiento de ambos aspectos (conservación y desarrollo) es prerrequisito para lograr obtener y mantener una certificación de manejo forestal sustentable.  Es por ello que esta propuesta no se refiere ni exclusiva ni primordialmente a la certificación, sino a los elementos necesarios para consolidar el manejo forestal comunitario sustentable en Campeche.
 

3.  Conservación de los bosques y desarrollo comunitario

En México, la práctica del manejo forestal comunitario se generalizó a partir de la década de los ochentas, con la finalización del régimen de concesiones a particulares y empresas paraestatales.  No podía ser de otra manera en un país en el que más de dos terceras partes de los bosques se encuentran en manos de comunidades indígenas y ejidos.[22] 

Durante casi treinta años, la experiencia nacional en materia de manejo forestal comunitario ha unificado la visión de actores diversos[23] en el sentido de considerarlo como una vía eficaz para detener y revertir la deforestación, con resultados inclusive mejores que los de la política de áreas naturales protegidas[24].  En este periodo, surgieron iniciativas y movimientos regionales como el Plan Piloto Forestal de Quintana Roo, los movimientos comunitarios de la Sierra de Juárez en Oaxaca y de la Costa Grande en Guerrero, así como programas oficiales de mayor alcance como el programa de acción forestal tropical (PROAFT) durante la segunda mitad de los noventas y el programa de desarrollo forestal comunitario (PROCYMAF), cofinanciado por Banco Mundial entre 1997 y 2008. 

En fecha reciente, en este año de 2010, el gobierno federal, a través de la CONAFOR, suscribió un acuerdo con la agencia Global Environmental Facility (GEF) del Banco Mundial, para realizar un proyecto a cinco años, junto con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la organización no gubernamental internacional Rainforest Alliance (RA), denominado “Transformar el manejo de bosques de producción comunitarios ricos en biodiversidad mediante la creación de capacidades nacionales para el uso de instrumentos basados en el mercado”.  Este proyecto incluye a Campeche dentro de la región prioritaria sureste (una de las cuatro regiones consideradas a nivel nacional) y ya se han realizado los primeros contactos con el personal técnico asignado a esta región, con objeto de buscar sinergias con el proceso local que se está generado en el estado.  Su énfasis está en contribuir a elevar la competitividad de las empresas forestales comunitarias (EFC’s) a través de una mejor vinculación con los mercados y el reforzamiento de los aspectos administrativos y propiamente empresariales del manejo forestal, a fin de que sean una palanca eficaz para mejorar las condiciones de vida de las comunidades y, al mismo tiempo, cuenten con los incentivos para cuidar y proteger sus recursos naturales y su biodiversidad.

Este proyecto brindará asistencia técnica especializada a las comunidades forestales, de acuerdo con su grado de desarrollo y sus problemas concretos, y será un complemento de gran utilidad de la Iniciativa que Campeche pueda poner en marcha en la materia.

La deforestación es un problema muy grave para el cual no existen soluciones fáciles ni de corto plazo.  El 32.4% del territorio nacional está cubierto de bosques y selvas[25].  Este porcentaje contrasta con la participación que tiene el sector forestal en el producto interno bruto (PIB) del país (menor al 1%).  Del año 2000 a la fecha se han realizado diversas estimaciones de la tasa de deforestación anual, que se ubica, según la fuente y la metodología utilizada, entre 260 y 800 mil hectáreas. 

En el caso de Campeche, el 78.5% de la superficie total del estado se considera forestal, y de ella el 70% corresponde a selvas (3.3 millones de hectáreas[26]).  Sin embargo, se estima que sólo quedan 1.8 millones de hectáreas de macizos forestales bien conservados e interconectados[27], que representa el 55% de las selvas estatales y el 30% del territorio de la entidad.  En el mapa de la izquierda puede apreciarse el grado de fragmentación que tiene los bosques del estado. Si aplicáramos a Campeche la tasa de deforestación anual que estimó el Instituto de Geografía de la UNAM para las selvas en el año 2000 (0.76%), el resultado sería de una pérdida de 25 mil hectáreas cada año.

Al problema de deforestación se suma la disminución en la productividad de los bosques y selvas naturales, debido a la explotación no regulada que prevaleció en las décadas –y en algunas ocasiones, siglos- anteriores.  Este fenómeno se ha combinado con el proceso de apertura comercial del país y el surgimiento en los últimos diez años de países productores de madera barata proveniente de plantación forestal (como Chile y Brasil), para poner en evidencia la falta de competitividad de la industria forestal mexicana en su conjunto.

Fragmentación de la superficie forestal del estado





México pasó en 25 años de ser un exportador neto de madera a convertirse en un importador creciente.  En los últimos años, la producción nacional apenas ha cubierto alrededor del 20-25% del consumo nacional aparente, y se ha mantenido en alrededor de 6 millones de metros cúbicos anuales  (mientras que el consumo nacional aparente rebasa los 25 millones).

Si bien Campeche participa en dos segmentos pequeños de la producción forestal maderable nacional, que son el de maderas preciosas tropicales (0.6% de la producción forestal total en 2006) y el de maderas comunes tropicales (7% de la producción forestal nacional), su posición en estos segmentos, y particularmente en el de maderas comunes, es destacada:

·         Representó el 30.6% del volumen nacional de maderas comunes tropicales en el 2006, y 39.1% de su valor

·         Aportó el 4.5% del volumen nacional de maderas preciosas tropicales en ese mismo año, y 5.8% de su valor.

En el periodo de 20 años 1986-2005, Campeche registró –con sus altibajos de un año a otro- una producción promedio anual de madera industrial del orden de 30 a 35 mil metros cúbicos rollo.  La producción de durmientes se redujo drásticamente al pasar de más de 140 mil metros cúbicos rollo en 1986 a alrededor de 10 mil metros cúbicos rollo en el 2006.  Por su parte, la producción de carbón era prácticamente inexistente hasta el 2001.  A partir de esa fecha ha crecido exponencialmente hasta alcanzar más de 80 mil metros cúbicos rollo en el 2006.  Esta tendencia es preocupante porque se fundamenta en procesos de cambio de uso del suelo, que se han multiplicado en los últimos años.[28]

Producción forestal por tipo de producto

A diciembre del 2009, había 114 programas vigentes de manejo forestal maderable[29] en el estado de Campeche, con una superficie total de 173, 135 hectáreas, y un volumen de aprovechamiento autorizado multianual[30] de 1.3 millones de metros cúbicos rollo.  Esto supone un aprovechamiento promedio teórico por hectárea de 7.9 metros cúbicos rollo, que se considera de alta intensidad[31].  El 75% del volumen autorizado corresponde a especies de madera dura tropical, 19% a especies de madera blanda y el restante 6% a maderas preciosas y decorativas.  Sin embargo, conforme al Programa estratégico de manejo forestal sustentable del estado de Campeche (2007), en la realidad se aprovecha menos del 20% del potencial autorizado. 


 Esto es así por una variedad de problemas:

·         Falta de infraestructura de caminos adecuados para hacer una extracción bien planeada a lo largo del año

·         Comercialización poco desarrollada, que impide hacer tratos oportunos y justos

·         Desorganización de las estructuras de gobierno ejidal que impide o retrasa acuerdos y gestiones

·         Inexistencia de capital de trabajo, por lo cual el ejido opera sin continuidad con los anticipos que ofrecen los compradores.

En Campeche, como en el país, los bosques naturales pertenecen en su mayor parte a los ejidos.  De los 384 ejidos que existen en la entidad, sólo 55 contaban con programa de manejo forestal a diciembre del año pasado.  A pesar de ello, de la superficie total bajo programa de manejo, 173 mil hectáreas, el 81.7% de la superficie y el 77.2% del volumen autorizado corresponden al régimen ejidal.

Una limitación importante para lograr una planeación adecuada de la riqueza forestal de un ejido es la superficie máxima de 5 mil hectáreas que apoya CONAFOR por ejido para elaborar el programa de manejo que solicita la autoridad ambiental.  Esto ha condicionado una atención fraccionada en la práctica, que sólo se ocupa de la zona bajo aprovechamiento y descuida el resto; además de que evita alcanzar el verdadero potencial productivo del bosque. 

En la circunstancia de Campeche, donde hay numerosos ejidos en el rango de 30 mil a más de 100 mil hectáreas de superficie total, y por lo menos de 20 a 70 mil hectáreas de zonas de vegetación no intervenida con potencial de manejo forestal[32], se podría cuadruplicar o quintuplicar la producción maderable sin aumentar la intensidad de los aprovechamientos ni reducir los ciclos de corta; sólo con la ampliación de las superficies bajo manejo en los grandes ejidos forestales del estado.  Pero ampliar las superficies de producción supone, como se mencionó antes, actuar en varios frentes simultáneamente:  desarrollar el capital social y humano de las comunidades forestales, construir infraestructura caminera y emprender proyectos de inversión productiva que eleven el valor de la materia prima, diversificar los bienes y servicios que genera el bosque y sus respectivos mercados, diseñar una ingeniería financiera que les permita operar con normalidad, asegurar la salud y enriquecimiento continuo de su capital natural y, en una frase, generar y gestionar una visión compartida del desarrollo a largo plazo de la comunidad que sea verdaderamente integral (social, ambiental, económico –y no sólo del sector forestal-) y sustentable.

Para ese tamaño de reto se ha pensado la propuesta contenida en este documento.  El proyecto avanzaría por etapas, empezando por una primera de carácter piloto en la cual se buscaría confirmar o rectificar una serie de hipótesis sobre la mejor manera de impulsar un proceso sinérgico de desarrollo comunitario y de conservación de los bosques, en el contexto actual de Campeche.  La experiencia de casos semejantes pertinentes como el Plan Piloto Forestal de Quintana Roo (PPF-QR) será de gran ayuda, pero habrá necesariamente que innovar en algunos aspectos que aún no tienen una solución satisfactoria.  Asumimos como aprendizaje de los aciertos y errores del PPF-QR lo siguiente[33]:

·         Es indispensable contar con el convencimiento y la firme voluntad política del gobierno, a fin de enfrentar con éxito a los intereses creados en el actual estado de cosas.

·         Se requiere de un agente externo a la comunidad forestal que ayude a desarrollar las capacidades locales (generar, sistematizar y transferir conocimientos) y construya un marco de confianza mutua dentro del cual puedan fincarse relaciones intra e intercomunitarias y con otros actores sociales, a fin de puedan plantearse proyectos sociales y productivos sólidos y perdurables.

·         El agente externo requiere de una presencia continua y de largo plazo dentro de la comunidad, a fin de que los procesos maduren y se aprovechen cabalmente los apoyos intermitentes derivados de programas públicos y de la acción de organismos no gubernamentales (ONG’s).

·         El agente externo no es un individuo sino que se refiere a un grupo de personas con perfiles bien definidos que puede apoyar simultáneamente a un conjunto de comunidades.

·         La comunidad no puede asumir el costo de la asistencia técnica del agente externo permanente, sobre todo al principio cuando sus recursos son más escasos.  Esta responsabilidad corresponde al gobierno.

·         Debemos seguir innovando en los esquemas de gobernanza de los ejidos, a fin de compatibilizar la autoridad que debe ejercer la asamblea sobre los distintos aspectos de la vida comunitaria, con la posibilidad de operar en forma transparente y eficiente empresas forestales comunitarias.

·         Necesitamos construir una visión compartida entre los actores interesados sobre el tipo de desarrollo que se busca impulsar de común acuerdo, así como difundirla ampliamente desde un principio.  En ese marco, se requiere definir, discutir y acordar en cada comunidad una estrategia específica de desarrollo integral de largo plazo, incluyendo los aspectos sociales, ambientales y económicos (no sólo del bosque).

·         Si bien en las comunidades forestales el principal recurso natural es el bosque, no es por lo general la única actividad económica, e incluso suele no ser actualmente –en el caso de Campeche- la que aporta mayores ingresos.  Por lo tanto, el desarrollo económico de la comunidad debe promoverse en una doble vertiente que se retroalimenta:  el de las actividades agropecuarias sustentables[34] y la diversificación de los bienes y servicios que puede generar el bosque  (productos forestales maderables y no maderables, así como servicios ambientales –apicultura, ecoturismo, protección de acuíferos y biodiversidad, captura de carbono, etc.-). 

·         El objetivo en materia económica debe consistir en hacer crecer la canasta de ingresos provenientes de diferentes fuentes con objeto de alimentar varios procesos virtuosos:  contar con recursos de contrapartida para realizar proyectos de inversión que permitan una mejor participación en la cadena productiva, destinar una parte de los excedentes a la atención de las prioridades sociales y ambientales de la comunidad, y generar empleos remunerativos que puedan ocupar los habitantes de la comunidad.

·         Es vital que cada comunidad realice en forma participativa –y sobre bases técnicas sólidas- la planeación de los usos de su territorio y recursos naturales, a fin de que defina –y respete- su área forestal permanente (AFP).

·         El bosque de Campeche es distinto al de Quintana Roo porque, entre otros aspectos, son muy reducidos los volúmenes aprovechables de especies de maderas preciosas y la estrategia silvícola –y económica- deberá fundamentarse sobre una gama amplia de especies de maderas comunes.

·         La promoción de estas especies, ahora denominadas “especies menos conocidas”[35], requiere de una labor seria y sistemática de investigación de mercados que permita definir una estrategia clara de diferenciación para su mejor posicionamiento frente a la competencia.

·         Es necesario asumir desde el inicio una labor sistemática de monitoreo y evaluación de las tasas de crecimiento y regeneración de las especies aprovechadas, a fin de contar con elementos sólidos para el mejoramiento futuro de los programas de manejo.



Con una adecuada documentación, monitoreo y evaluación, esta fase piloto del proyecto –con una duración de 5 años-, llevaría a plantear la conveniencia de una posible ampliación, con los objetivos revisados y para consolidar alcances, a partir del cuarto año de trabajo.



En esta primera fase se propone trabajar con un grupo de ocho ejidos que constituyen comunidades forestales importantes en el estado, ubicadas en cinco municipios:

                   ix.            Ejido de Xmabén, ubicado en el municipio de Hopelchén

                     x.            Ejido de Miguel Colorado, ubicado en el municipio de Champotón

                   xi.            Ejido de Centenario, localizado en el municipio de Escárcega

                 xii.            Ejido de Nuevo Bécal, en el municipio de Calakmul

               xiii.            Ejido de Pich, cuyo núcleo poblacional se ubica en el municipio de Campeche, mientras que su ampliación forestal se localiza en el municipio de Hopelchén

               xiv.            Ejido de Silvituc, que tiene su núcleo poblacional en el municipio de Escárcega, en tanto que su ampliación forestal se encuentra en el municipio de Calakmul

                 xv.            Ejido de 20 de Noviembre, en el municipio de Calakmul

               xvi.            Ejido de Alvaro Obregón, ubicado en el muncipio de Calakmul.





Los cuatro primeros ejidos (Xmabén, Miguel Colorado, Centenario y Nuevo Bécal) corresponden a productores forestales del tipo 2 (que venden en pie), conforme a la clasificación de CONAFOR;  los dos siguientes (Pich y Silvituc) son productores forestales del tipo 3 (que venden materia prima); y los dos últimos (20 de Noviembre y Alvaro Obregón) se consideran como productores de tipo 4 (que venden madera procesada).  Sólo se omitieron del grupo inicial a ejidos clasificados como de tipo 1 (potenciales), ya que ahí se ubican los que todavía no tienen plan de manejo y no están realizando, por tanto, algún aprovechamiento forestal, por lo menos de carácter legal.



En conjunto los ocho ejidos suman 1,165 ejidatarios con derechos.  Sus núcleos poblacionales registraban en el 2005 un total de 7,060 habitantes.  La superficie ejidal es de 324,237 hectáreas, con un área forestal permanente de 226,417  (el 70%).  Los indicadores de educación, salud y vivienda en los centros de población se ubican en general muy por debajo del promedio estatal.






4.  Marco lógico del proyecto:  fin, propósito, componentes y actividades



Siguiendo la metodología de análisis del marco lógico, se construyeron los árboles de problemas y de objetivos del proyecto y se definió su estructura analítica para integrar, finalmente, la matriz de marco lógico que resume objetivos, actividades, indicadores, medios de verificación y supuestos. 



FIN:  Reducir la deforestación y degradación de los bosques del estado y ampliar y diversificar su aprovechamiento sustentable, para reducir la marginación de las comunidades forestales y su proceso de despoblamiento, a través de procesos de aprendizaje comunitarios que tenga continuidad y que conduzcan a la obtención de reconocimientos nacionales e internacionales de manejo forestal sustentable que generen, a su vez, nuevas oportunidades de mejora.

PROPÓSITO  (Objetivo central):  Auxiliar a un grupo inicial de ocho ejidos forestales en el mejoramiento del manejo y conservación de sus recursos forestales y en la generación de fuentes de ingreso alternativas y sustentables.

COMPONENTES:

(A)  Desarrollar el capital social comunitario y su capacidad técnica y administrativa para que cada ejido pueda emprender y fortalecer un proceso de desarrollo sustentable: competitivo y solidario en lo económico, equitativo y con mayor calidad de vida en lo social, y que permita la conservación y enriquecimiento de su capital natural.

(B)  Identificar y desarrollar proyectos de inversión viables en la comunidad, conforme a su estrategia de desarrollo a largo plazo, con los siguientes énfasis:

·         En lo económico.-  el desarrollo gradual de la cadena productiva forestal maderable (incluyendo infraestructura caminera), el impulso a bienes y servicios forestales no maderables (apicultura, ecoturismo, pimienta, servicios ambientales, otros), y proyectos agropecuarios y forestales fuera del bosque compatibles con el mejor uso de los recursos naturales disponibles (agroforestería, intensificación de la milpa con leguminosas, plantaciones forestales, otros)

·         En lo social.-  alimentación (huertos familiares), servicios básicos (agua potable, energía eléctrica, salud y educación) y vivienda

·         En lo ambiental.-  reforestación, conservación de zonas de alto valor de conservación, recuperación de zonas degradadas, reducción de riesgos  (incendios, uso de agroquímicos, etc.)

(C)  Monitorear, evaluar, documentar y difundir los avances y resultados del proyecto a fin de contar con información oportuna para su orientación estratégica y para dar soporte al aprendizaje comunitario y a los procesos de certificación de buenas prácticas.

RESULTADOS  (2011-2015):



                      i.            El área forestal permanente (AFP) definida inicialmente (226,417 hectáreas) se mantiene igual o aumenta al término del periodo del proyecto

                    ii.            Se incrementa en 100 mil hectáreas la superficie forestal bajo programa de manejo

                  iii.            Se incrementa en 100 mil hectáreas la superficie forestal certificada en alguna de las tres modalidades del proceso gradual (auditoría preventiva, certificación nacional y certificación internacional)

                   iv.            Se adicionan 10 mil hectáreas como áreas de conservación comunitarias

                     v.            Se realizan 100 millones de pesos de inversiones en las ocho comunidades forestales vía CONAFOR, considerando sólo la actividad forestal y todavía sin los recursos de contrapartida (por lo que la inversión total podría duplicarse, sin tomar en cuenta lo que corresponda a otras actividades económicas)

                   vi.            Se canalizan 70 millones de pesos a las comunidades forestales como pagos por servicios ambientales

                 vii.            Se aplican 50 millones de pesos en estudios técnicos, capacitación y formulación de proyectos en las comunidades forestales

               viii.            Las comunidades reciben un 50% más de ingresos derivados del aprovechamiento de su bosque (sin contar el pago de servicios ambientales)

                   ix.            Las comunidades perciben mejoras en los servicios básicos (salud, agua potable, etc.), con respecto a línea de base

                     x.            Se reduce en un 25% el índice de analfabetismo de la población de 15 años y más en las comunidades (Conteo 2005)

                   xi.            Siete comunidades tienen como práctica regular la celebración de asambleas ejidales cada mes para conocer y resolver sobre los avances en las actividades económicas comunitarias

                 xii.            Siete comunidades han incorporado comités ejecutivos a su esquema de gobierno y éstos sesionan semanal o quincenalmente

               xiii.            Siete comunidades han integrado y operan regularmente grupos de trabajo por actividad económica relevante

               xiv.            Seis comunidades han constituido y operan regularmente empresas forestales comunitarias (EFC’s).

                 xv.            Personal de las comunidades capacitados en aspectos técnicos y administrativos de la actividad forestal, y con empleos fijos remunerativos.




5.  Esquema de gobernanza del proyecto

La deliberación interinstitucional para la formulación del proyecto inició, como se señaló antes, dentro de un Grupo y un Subgrupo de Trabajo, que se reunían a convocatoria expresa, con un orden del día que podía modificarse a solicitud de cualquiera de los participantes.  Los acuerdos se tomaban prácticamente por consenso, después de un proceso de discusión entre pares.  De las tres sesiones del Grupo de Trabajo y de las seis sesiones del Subgrupo de Trabajo, entre mayo y septiembre del presente año, se levantaron y distribuyeron las minutas correspondientes.



Este esquema de gobernanza pareció funcionar para la fase preliminar del proyecto, pero se discutió y acordó la necesidad de revisar otras opciones que pudieran resultar más convenientes, una vez que se aprobara el proyecto.  Se exploraron tres modalidades distintas de incorporación del proyecto a la estructura del COPLADECAM, y también se comparó esta opción con otras dos:  manejar el proyecto como un programa estatal dentro de la estructura de la SMAAS, o bien, mantener el esquema en que se venía trabajando, con algunos ajustes. 

En todo caso, el punto de plena coincidencia fue la necesidad de que el proyecto contara con un Grupo Técnico de soporte, exclusivamente dedicado a las actividades definidas en los objetivos del proyecto.  Este Grupo Técnico sería un elemento crucial dentro de ese “agente externo” colectivo que se considera indispensable para emprender procesos de cambios como el que se plantea.

Mantener el enfoque interinstitucional, y por ende intersectorial, se estima también necesario, habida cuenta de que una parte sustancial del financiamiento para capacitación, estudios y proyectos, y para la inversión en infraestructura, maquinaria y equipos, se estima que provendría de CONAFOR; y de que se requiere propiciar el alineamiento de políticas y ejercicio del gasto de otras dependencias federales y estatales como:  SAGARPA y la SDR, CDI, SEDESOL y SEDESORE, la Secretaría de Economía y la SEDICO, además de la propia SEMARNAT y la SMAAS.



Ya sea dentro o fuera de la estructura del COPLADECAM, lo relevante es que estas dependencias estatales y federales, más otros actores que se sumarán (como autoridades municipales, representantes de los ejidos que participan, y empresas), puedan deliberar con flexibilidad, como pares, para atender la agenda muy abigarrada e importante del manejo forestal comunitario sustentable.  Independientemente del esquema formal que se defina, esto se lograría mediante una gestión en dos niveles debidamente sincronizados:  con reuniones trimestrales de todos los actores interesados en un “Comité Interinstitucional” presidido por el gobernador del estado (para tomar acuerdos sobre las propuestas que se les presenten); y con reuniones mensuales de un grupo más reducido de actores –más directamente involucrados en los temas del proyecto-, en un “Subcomité Ejecutivo” que oriente y apoye al Grupo Técnico; conozca, discuta y resuelva los diferentes asuntos que se le planteen conforme al programa de trabajo del proyecto; y formule propuestas para llevar al Comité Interinstitucional.



6.  Estructura técnica de soporte

El Grupo Técnico (GT) estaría directamente encargado de la ejecución del proyecto.  Tendría dos estructuras básicas:  una dentro de cada comunidad, integrada por un técnico forestal y un facilitador de planeación y organización, y otra como equipo staff de apoyo al conjunto de comunidades en tres funciones clave:  la gestión y vinculación institucional, la silvicultura comunitaria y biodiversidad, y el monitoreo y evaluación.  Contaría con un coordinador y un encargado de aspectos administrativos y de control del gasto. En total, 21 personas.

El GT será responsable de desarrollar el capital social comunitario y las capacidades locales técnicas y administrativas (orientadas al desarrollo empresarial y comercial) para la mejor orientación y desarrollo de las actividades económicas comunitarias; particularmente de las actividades forestales.  Esto lo realizará mediante el acompañamiento de los procesos organizativos y gerenciales de las comunidades, y una labor sistemática de capacitación a varios niveles:  la capacitación a los propios facilitadores y técnicos forestales comunitarios, a los órganos de representación de la comunidad y a sus grupos de trabajo.

El GT se concibe como una unidad de trabajo dependiente funcionalmente del Subcomité Ejecutivo, y que desde el punto de vista administrativo podría integrarse de diversos modos:

·         integrando la unidad como un task force con personal asignado por las dependencias estatales y federales apropiadas

·         mediante convenio con una organización de la sociedad civil, que se encargue de la contratación del personal con el perfil idóneo

·         mediante un convenio de administración ad hoc con la oficina en México del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Por las tareas que tendrán encomendadas, los integrantes del Grupo Técnico deben tener un perfil profesional adecuado.  A continuación se especifican el perfil, las responsabilidades, actividades y resultados esperados de cada puesto particular dentro de esta estructura de soporte.


Descripción del personal requerido para integrar el Grupo Técnico

Coordinador del Grupo Técnico

Responsabilidades
Actividades
Resultados
Perfil
1. Guiar y organizar al personal a su cargo para realizar las actividades que tienen encomendadas y lograr los resultados propuestos.
2. Formar parte del Subcomité Ejecutivo del Proyecto, a cuyos integrantes reporta y rinde cuentas sobre el avance en las distintas tareas y el uso de los recursos asignados.
3. Instrumentar los acuerdos del Subcomité Ejecutivo y del Comité Interinstitucional del Proyecto.
4. Formular y ejecutar la estrategia operativa del Proyecto.
5. Coordinar y supervisar las actividades definidas en el programa de trabajo del Proyecto.
6. Asumir la responsabilidad en última instancia sobre la planeación, administración, presupuestación, evaluación e información del uso eficiente y efectivo de los recursos humanos, materiales y financieros a su cargo.
7. Construir una relación de confianza y respeto con las autoridades y líderes de las comunidades forestales, como base para un diálogo constructivo.
8. Fortalecer la cooperación con los diferentes actores interesados en el Proyecto.
9. Promover la vinculación y la sinergia con otras organizaciones, en función de los fines y el propósito del Proyecto.
10. Establecer una estrategia de comunicación para atender las distintas solicitudes
institucionales de información.
1. Formular términos de referencia para el estudio de línea de base en cada comunidad forestal y explorar disponibilidad de capacidades técnicas institucionales y posibles fuentes de financiamiento para su realización.
2. Integrar visión compartida de largo plazo del Proyecto, y discutirla y afinarla con comunidades y otros actores relevantes.
3. Integrar “modelo de negocios” del aprovechamiento forestal sustentable de los bienes y servicios que genera el bosque, como herramienta para la planeación y evaluación de proyectos alternativos.
4. Presentar informes mensuales sobre los avances del proyecto y el ejercicio presupuestario al Subcomité Ejecutivo, e informes trimestrales para el Comité Interinstitucional, así como otros informes especiales.
5. Dar seguimiento puntual al cumplimiento de acuerdos derivados de estos foros.
6. Generar y mantener un ambiente productivo y positivo de trabajo entre los colaboradores y proporcionar una retroalimentación constructiva acerca de su desempeño.
7. Supervisar los estudios técnicos y servicios externos que se realicen para el Proyecto.
8. Realizar talleres trimestrales de planeación participativa en las comunidades.
9. Promover la consecución de recursos institucionales para apoyar los proyectos derivados del Proyecto.
1. Documento base para negociar apoyos y especificar resultados esperados.
2. Reuniones de planeación participativa y sus minutas.
3. Modelo cuantitativo en Excel.
4. Presentaciones ejecutivas en powerpoint y documentación de soporte.
5. Reuniones semanales de coordinación y consulta con integrantes del staff central, y sus minutas.
6. Reglas compartidas, reuniones grupales e individuales, y sus minutas.
7. Reuniones para conocer avances y su apego a TdeR, y sus minutas.
8. Material preparatorio y minutas.
9. Seguimiento de ruta crítica por fuente potencial, y revisión sistemática de agendas con los involucrados del equipo de trabajo.

Edad:  Mayor de 35 años
Educación:  Estudios de licenciatura o grados superiores en ciencias sociales, administrativas o naturales, con área de especialización en desarrollo regional.
Conocimiento/ adiestramiento especializado:  Capacidad para el manejo de proyectos multidisciplinarios e interinstitucionales, alta capacidad analítica y de síntesis, innovador en la búsqueda de soluciones y estrategias, capacidad para intermediar para obtener acuerdos, capacidad de manejo de personas y grupos.
Habilidades:  Manejo del paquete Office de Microsoft (Word, Excel, Powerpoint, Outlook).  Manejo fluido del internet.  Idiomas español e inglés.


Especialista en gestión y vinculación institucional

Responsabilidades
Actividades
Resultados
Perfil
1. Diseñar y ejecutar una estrategia para apoyar las prioridades económicas, sociales y ambientales de las comunidades, a través de la gestión de recursos ante dependencias y entidades públicas y privadas, nacionales e internacionales, así como a través de la vinculación con organizaciones que persiguen fines semejantes a los del Proyecto.
2. Atender las solicitudes que le presentan los facilitadores y los técnicos forestales de cada comunidad y mantenerlos informados sobre el avance en las gestiones conducentes.
3. Reportar, rendir cuentas, e informar periódicamente al Coordinador sobre el avance de las tareas que tiene encomendadas y el uso de los recursos a su cargo.
4. Contribuir a generar un ambiente de trabajo cooperativo, respetuoso, abierto a la innovación.
5. Capacitar a integrantes de los grupos de trabajo por actividad económica de las comunidades en el manejo de las reglas de operación de programas públicos.
6. Establecer y fortalecer relaciones con organizaciones que sean donantes potenciales del proyecto.
1. Formular lista/cartera de prioridades/proyectos que soliciten las comunidades.  Identificar fuentes potenciales de apoyo y la manera de acceder a ellas.  Asignar a cada prioridad/proyecto su respectiva fuente institucional de apoyo.  Realizar las gestiones que correspondan en tiempo y forma para obtener los recursos necesarios.
2. Crear y administrar archivo con expedientes por proyecto con la documentación requerida.  Diseñar y dar seguimiento a rutas críticas por proyecto.
3. Elaborar informes para los eventos semanales, mensuales y trimestrales de consulta, coordinación y evaluación.
4. Participar en eventos internos de planeación, evaluación y capacitación, aportando su opinión en función de su experiencia y conocimiento.
5. Realizar eventos de capacitación en las comunidades para que éstas asuman gradualmente la responsabilidad sobre la integración de solicitudes a programas públicos de apoyo.
6. Integrar y mantener actualizado un directorio de organizaciones y un historial de relación con ellas.
1. Solicitudes presentadas, convenios suscritos (en su caso) y recursos obtenidos (financieros, técnicos y materiales).
2. Expedientes completos con documentación e historial.  Control administrativo mediante bases de datos en computadora. Correspondencia con facilitadores y técnicos forestales de cada comunidad.
3. Documentos ad hoc, debidamente clasificados cronológicamente y por tipo de evento.
4. Minutas de las reuniones.
5. Material presentado, listados de asistencia y hojas de evaluación de los participantes.
6.  Base de datos en computadora.
Edad:  Mayor de 35 años
Educación:  Estudios de licenciatura o grados superiores en ciencias sociales, administrativas o naturales, con área de especialización en formulación y gestión de proyectos de inversión.
Conocimiento/ adiestramiento especializado:  Capacidad para trabajo en equipo y con orientación a resultados, experiencia en la gestión de fondos públicos y privados, conocimiento de las actividades agropecuarias y forestales, capacidad para comunicarse con fluidez en forma oral y escrita.
Habilidades:  Manejo del paquete Office de Microsoft (Word, Excel, Powerpoint, Outlook) y programa de base de datos.  Manejo fluido del internet.  Idiomas español e inglés


Especialista en planeación, monitoreo y evaluación

Responsabilidades
Actividades
Resultados
Perfil
1. Asumir la planeación operativa anual y la planeación estratégica de largo plazo del Proyecto.
2. Generar, como punto de partida, diagnósticos integrales sobre la situación actual de cada comunidad (demográfica, social, económica, ambiental, organizativa, cultural, territorial)
3. Colaborar con el especialista en silvicultura para la puesta en marcha y monitoreo de parcelas demostrativas permanentes en cada comunidad.
4. Reportar, rendir cuentas, e informar periódicamente al Coordinador sobre el avance de las tareas que tiene encomendadas y el uso de los recursos a su cargo.
5. Generar la información de difusión pública del Proyecto.
6. Impulsar los procesos de certificación de manejo forestal sustentable y, en su caso, de cadena de custodia, en las comunidades participantes.
7. Contribuir a generar un ambiente de trabajo cooperativo, respetuoso, abierto a la innovación.
8. Atender las consultas técnicas que le formulen los facilitadores comunitarios en materia de planeación participativa y organización, y mantenerlos informados de asuntos que sean de su interés y competencia.
1. Diseñar, instrumentar y operar un sistema de monitoreo y evaluación del Proyecto con base en indicadores relevantes.
2. Formular la línea de base para cada comunidad participante al inicio del Proyecto, y realizar ejercicios periódicos de evaluación.
3. Monitorear y documentar parcelas permanentes por comunidad.
4. Preparar informes mensuales, trimestrales, anuales y especiales sobre el avance del Proyecto, para que el Coordinador los presente ante el Subcomité Ejecutivo, el Comité Interinstitucional y otros actores interesados relevantes.
5. Preparar contenidos y operar como administrador de la página de internet del proyecto.
6. Dar seguimiento y documentar procesos de auditorías técnicas y certificación nacional e internacional de las zonas de bosque de las comunidades.  En particular, dar seguimiento a precondiciones y  condicionantes que generen los informes técnicos respectivos.
7. Organizar y participar en eventos internos de planeación y capacitación.
8. Administrar archivo de expedientes de consultas por comunidad
1. Metodología del sistema, instructivos para captura de datos, definición de indicadores relevantes, informes periódicos.
2. Términos de referencia de los estudios, acuerdos/ convenios de apoyo de instituciones académicas y organizaciones donantes, estudios concluidos por comunidad, evaluaciones anuales.
3. Una parcela operando desde el inicio por cada comunidad participante.
4. Documentación ad hoc.
5. Diseño conceptual de la página, criterios para definición de información pública y restringida, página operando a partir del segundo semestre del primer año del Proyecto.
6. Expedientes actualizados del proceso de certificación que lleva cada comunidad participante, y ruta crítica del proceso de atención a las precondiciones y condicionantes.
7. Materiales presentados, metodologías, listas de asistencia, minutas y evaluaciones de los participantes.
8. Base de datos y correspondencia con facilitadores.
Edad:  Mayor de 35 años
Educación:  Estudios de licenciatura o grados superiores en ciencias sociales, administrativas o naturales, con área de especialización en planeación y administración estratégicas.
Conocimiento/ adiestramiento especializado:  Capacidad para trabajo en equipo y con orientación a resultados, experiencia en planeación participativa y trabajo comunitario, conocimiento de las actividades agropecuarias y forestales, capacidad para comunicarse con fluidez en forma oral y escrita.
Habilidades:  Manejo del paquete Office de Microsoft (Word, Excel, Powerpoint, Outlook) y programa de base de datos.  Manejo fluido del internet.  Idiomas español e inglés


Especialista en silvicultura comunitaria y biodiversidad

Responsabilidades
Actividades
Resultados
Perfil
1. Diseñar e instrumentar la estrategia de aprovechamiento integral de las áreas forestales permanentes de las comunidades participantes, considerando los distintos bienes y servicios que genera el bosque.
2. Organizar y capacitar, con la participación de los técnicos forestales comunitarios, y la que corresponda al PSTF que tiene contratado el ejido, a los grupos de trabajo forestal en el manejo de sus áreas de aprovechamiento.
3. Atender las consultas que le formulen los técnicos forestales comunitarios y mantenerlos informados de asuntos que sean de su interés y competencia.
4. Colaborar con el especialista en planeación, monitoreo y evaluación, en la puesta en marcha y monitoreo de parcelas demostrativas permanentes en cada comunidad.
5. Reportar, rendir cuentas, e informar periódicamente al Coordinador sobre el avance de las tareas que tiene encomendadas y el uso de los recursos a su cargo.
6. Contribuir a generar un ambiente de trabajo cooperativo, respetuoso, abierto a la innovación.
1. Formular términos de referencia para plan maestro de aprovechamiento forestal integral, identificar necesidades de apoyo técnico externo (en su caso) y dónde obtenerlo, organizar y supervisar la ejecución del estudio
2. Formular programa de trabajo de detalle, con base en la situación particular de cada comunidad forestal, de común acuerdo con el técnico forestal comunitario y el PSTF contratado por el ejido.  Organizar y supervisar la realización de eventos de capacitación, conforme al programa de trabajo.
3. Administrar archivo con los expedientes de consultas por comunidad.
4. Diseñar y organizar la ejecución de las parcelas demostrativas por comunidad, así como los trabajos de medición y captura de datos.
5. Elaborar informes para los eventos semanales, mensuales y trimestrales de consulta, coordinación y evaluación.
6. Participar en eventos internos de planeación, evaluación y capacitación, aportando su opinión en función de su experiencia y conocimiento.
1. Documento discutido y aprobado en el seno del GT, del Subcomité Ejecutivo y de la Asamblea Ejidal correspondiente.
2. Documento de programa discutido y aprobado.  Materiales presentados, metodologías de capacitación, listas de asistencia, hojas de evaluación de los participantes.
3. Base de datos, correspondencia con técnicos forestales.
4. Informes técnicos periódicos.
5. Documentos ad hoc, debidamente clasificados cronológicamente y por tipo de evento.
6. Minutas de las reuniones.
Edad:  Mayor de 35 años
Educación:  Estudios de licenciatura o grados superiores en ciencias biológicas/forestales, con área de especialización en manejo de recursos naturales.
Conocimiento/ adiestramiento especializado:  Capacidad para trabajo en equipo y con orientación a resultados, experiencia en planeación participativa y trabajo comunitario, conocimiento de las actividades forestales, capacidad para comunicarse con fluidez en forma oral y escrita.
Habilidades:  Manejo del paquete Office de Microsoft (Word, Excel, Powerpoint, Outlook) y programa de base de datos.  Manejo fluido del internet.  Idiomas español e inglés


Facilitador comunitario de planeación estratégica y organización  (ocho personas, una por comunidad forestal)

Responsabilidades
Actividades
Resultados
Perfil
1. Contribuir al desarrollo del capital social en la comunidad, a través del trabajo con los órganos de gobierno del ejido y otras estructuras intermedias que se constituyan para la mejor administración de los recursos comunitarios en las distintas actividades económicas que realizan.
2. Contribuir al desarrollo de capacidades técnicas y administrativas específicas para el mejor desempeño de los grupos de trabajo por actividad económica.
3. Contribuir a la formación de una empresa forestal comunitaria, como unidad de negocios formal para un manejo más empresarial del aprovechamiento del bosque.
4. Promover procesos eficaces de generación y transferencia de conocimientos para el desarrollo de las capacidades locales.
5. Reportar, rendir cuentas, e informar periódicamente al Coordinador sobre el avance de las tareas que tiene encomendadas y el uso de los recursos a su cargo.
6. Contribuir a generar un ambiente de trabajo cooperativo, respetuoso, abierto a la innovación.
7. Colaborar con los integrantes del staff central para el mejor logro de los fines del Proyecto.
1. Realizar talleres sobre planeación estratégica, explicar a cada uno de los líderes de la comunidad las ventajas de la planeación participativa y del desarrollo empresarial de sus actividades económicas, apoyar al comisariado ejidal para la realización y documentación de asambleas mensuales que permitan ir generando una cultura de la planeación participativa, apoyar –en su momento- las reuniones semanales o quincenales de un “consejo supervisor”, como estructura intermedia entre la asamblea, el comisariado ejidal y los grupos de trabajo por actividad económica.
2. Realizar reuniones de trabajo semanales con cada grupo de trabajo por actividad económica, organizar la discusión de los temas relevantes y documentar acuerdos.  Identificar necesidades de capacitación específica y solicitar el apoyo del especialista en gestión y vinculación institucional.
3. Consolidar actividades de control contable, manejo de archivos, generación de información y otras requeridas para lograr la maduración de la unidad de trabajo, a fin de promover su formalización como unidad de negocios.
4. Promover la realización de talleres trimestrales en los que participen todos los grupos de trabajo por actividad económica y por ámbito de interés (social y ambiental).
5. Elaborar informes para los eventos semanales, mensuales y trimestrales de consulta, coordinación y evaluación.
6. Participar en eventos internos de planeación, evaluación y capacitación, aportando su opinión en función de su experiencia y conocimiento.
7. Llevar agenda de trabajo desglosada por especialista.
1. Metodologías, materiales presentados, grabaciones de reuniones individuales, orden del día, lista de asistencia, apoyo visual, facilitación de reuniones, documentación.
2. Calendario de reuniones por grupo de trabajo, seguimiento de acuerdos, minutas, solicitudes de apoyo.
3. Talleres de capacitación específica en temas de desarrollo empresarial.
4. Metodologías, materiales presentados, orden del día, lista de asistencia, facilitación de reuniones, minutas.
5. Documentos ad hoc, debidamente clasificados cronológicamente y por tipo de evento.
6. Minutas de las reuniones.
7. Expediente de colaboración por especialista.

Edad:  Mayor de 28 años
Educación:  Estudios de licenciatura o grados superiores en ciencias sociales, administrativas o naturales, con área de especialización en planeación y administración estratégicas.
Conocimiento/ adiestramiento especializado:  Capacidad para trabajo en equipo y con orientación a resultados, experiencia en planeación participativa y trabajo comunitario, conocimiento de las actividades agropecuarias y forestales, capacidad para comunicarse con fluidez en forma oral y escrita.
Habilidades:  Manejo del paquete Office de Microsoft (Word, Excel, Powerpoint, Outlook).  Manejo fluido del internet.  Idioma español  (manejo del maya sería deseable)


Técnico forestal comunitario  (ocho personas, una por comunidad forestal)

Responsabilidades
Actividades
Resultados
Perfil
1. Contribuir al desarrollo de capacidades técnicas en materia forestal dentro de la comunidad, y específicamente en el grupo de trabajo que se encargue de las actividades forestales.
2. Contribuir a generar una visión integral sobre el aprovechamiento del bosque.
3. Promover el desarrollo de las actividades forestales, a partir de la situación que guardan en cada una de las comunidades, con miras a generar cadenas productivas integradas y una mejor posición en los mercados.
4. Participar en la puesta en marcha, mantenimiento y operación de parcelas demostrativas permanentes por cada comunidad forestal.
5. Reportar, rendir cuentas, e informar periódicamente al Coordinador sobre el avance de las tareas que tiene encomendadas y el uso de los recursos a su cargo.
6. Contribuir a generar un ambiente de trabajo cooperativo, respetuoso, abierto a la innovación.
7. Colaborar con los integrantes del staff central para el mejor logro de los fines del Proyecto.
1. Formular programa de trabajo detallado para el manejo forestal de la comunidad, enfatizando aspectos de medición, control y generación de información.  Identificar necesidades específicas de capacitación y solicitar el apoyo del especialista en silvicultura comunitaria y biodiversidad.
2. Difundir estudios sobre los diversos bienes y servicios que puede generar el bosque y, en su caso, solicitar apoyo al staff central para su complementación.
3. Identificar necesidades/oportunidades de proyectos y solicitar apoyo de especialista en gestión y vinculación institucional.
4. Realizar las actividades de medición y mantenimiento de las parcelas.
5. Elaborar informes para los eventos semanales, mensuales y trimestrales de consulta, coordinación y evaluación.
6. Participar en eventos internos de planeación, evaluación y capacitación, aportando su opinión en función de su experiencia y conocimiento.
7. Llevar agenda de trabajo desglosada por especialista.
1. Documento de programa discutido y aprobado; solicitudes de apoyo.
2. Talleres informativos.
3. Hoja de justificación y solicitud de apoyo.
4. Hojas de trabajo e informes técnicos periódicos.
5. Documentos ad hoc, debidamente clasificados cronológicamente y por tipo de evento.
6. Minutas de las reuniones.
7. Expediente de colaboración por especialista.

Edad:  Mayor de 28 años
Educación:  Estudios de ingeniería forestal, con área de especialización en silvicultura comunitaria y biodiversidad.
Conocimiento/ adiestramiento especializado:  Capacidad para trabajo en equipo y con orientación a resultados, experiencia en planeación participativa y trabajo comunitario, conocimiento de las actividades forestales, capacidad para comunicarse con fluidez en forma oral y escrita.
Habilidades:  Manejo del paquete Office de Microsoft (Word, Excel, Powerpoint, Outlook).  Manejo fluido del internet.  Idioma español


Administrador

Responsabilidades
Actividades
Resultados
Perfil
1. Dar transparencia al manejo de recursos asignado al Proyecto mediante el establecimiento de mecanismos de información y rendición de cuentas por parte de todos los que ejerzan gasto.
2. Colaborar con el especialista en planeación para la elaboración de los programas operativos de cada año y su seguimiento.
3. Informar al Coordinador y al Subcomité Ejecutivo mensualmente sobre el ejercicio del gasto, y formular un informe detallado de los gastos por cada ejercicio anual.
4. Rendir cuentas e informar periódicamente al Coordinador sobre el avance de las tareas que tiene encomendadas y el uso de los recursos a su cargo.
5. Contribuir a generar un ambiente de trabajo cooperativo, respetuoso, abierto a la innovación.
1. Diseñar e instrumentar un sistema contable y de control del gasto del Proyecto.
2. Integrar los programas operativos anuales desde el punto de vista financiero.
3. Formular informes mensuales que permitan analizar cifras acumuladas del año, cifras del mes, y comparación vs presupuesto.  Diseñar informe anual de detalle para discusión y aprobación.
4. Elaborar informes para los eventos semanales, mensuales y trimestrales de consulta, coordinación y evaluación.
5. Participar en eventos internos de planeación, evaluación y capacitación, aportando su opinión en función de su experiencia y conocimiento.
1. Manual de políticas y procedimientos de control de gastos.
2. Documento del POA.
3. Informes financieros mensuales.
4. Documentos ad hoc, debidamente clasificados cronológicamente y por tipo de evento.
5. Minutas de las reuniones..
Edad:  Mayor de 35 años
Educación:  Estudios de contaduría pública o administración de empresas, con área de especialización en control del gasto y auditoría.
Conocimiento/ adiestramiento especializado:  Capacidad para trabajo en equipo y con orientación a resultados, experiencia en control financiero de empresas públicas y privadas, capacidad para comunicarse con fluidez en forma oral y escrita.
Habilidades:  Manejo del paquete Office de Microsoft (Word, Excel, Powerpoint, Outlook).  Idiomas español.


7.  Programa-presupuesto 2011 y 2012-2015

Con base en el Proyecto, se estima una derrama del orden de 218 millones de pesos solamente por conducto de CONAFOR en el periodo 2011-2015, para las ocho comunidades forestales participantes (un promedio anual de 43.4 millones de pesos).  Este monto crecerá en función de los recursos de contrapartida que aporten los propios productores y/o el gobierno estatal, y con los recursos que otras dependencias canalicen, de acuerdo con las otras actividades económicas que realizan las comunidades, y sus prioridades sociales. 

Para integrar este monto, se consideró la estructura vigente de los programas de CONAFOR y el grado de avance que presenta en la actualidad cada comunidad dentro de su cadena productiva forestal( si ya tiene equipo de extracción o no, si ya tiene aserradero o no), así como la conveniencia de diversificar inversiones con proyectos de mediana escala de plantaciones forestales (100 hectáreas anuales por comunidad), y de hacer prácticas silvícolas tanto para productos forestales maderables como no maderables.  También se tomó en cuenta la necesidad de reforestar y de recuperar áreas degradadas.  Junto con las inversiones propiamente dichas, se incluyeron estudios técnicos y proyectos, así como eventos puntuales de capacitación y pagos por servicios ambientales.  Este último rubro puede desempeñar un papel clave en el esquema de capitalización de las comunidades, en la medida en que su otorgamiento se vincule con su utilización parcial para recursos de contrapartida de otros programas.[36]


 El costo que no puede absorber CONAFOR y que correspondería cubrir al gobierno del estado se refiere al Grupo Técnico.  El costo total de honorarios y costos de operación se estima en 9.5 millones de pesos para el año 2011.  La inversión total del periodo, que se desembolsaría en el año uno, asciende a 4.5 millones de pesos (el 80% corresponde a vehículos, sin los cuales no podrían movilizarse los integrantes del equipo técnico).  En suma, para el primer año del Proyecto, el costo total ascendería a 14 millones de pesos.  Durante los cuatro años siguientes el desembolso anual sería menor, en virtud de que ya no se realizarían inversiones.  De este modo, el presupuesto total del Proyecto para el periodo 2011-2015 sería de 57 millones de pesos (un promedio de 11.4 millones de pesos anuales).



 El 62% del costo de recursos humanos corresponde al personal que acompañaría todo el proceso desde adentro de la comunidad, en las dos vertientes de trabajo:  desarrollo de capital social comunitario (asambleas, comité supervisor, comisariado, grupos de trabajo) y desarrollo de capacidades técnicas y administrativas de los trabajadores en la actividad forestal (para avanzar en la integración de la cadena productiva y constituir empresas forestales comunitarias, EFC’s).  Cada vertiente tiene un técnico asignado de tiempo completo.

El restante 38% corresponde al staff central que apoya simultáneamente a los ocho ejidos.

Casi el 49% de los costos de operación (sin recursos humanos) corresponde al gasto asociado a los 20 vehículos considerados (16 para el personal de campo y 4 para el staff central), en combustible y mantenimiento.  Los gastos de oficina representan el 28%  (una oficina central en la ciudad de Campeche y ocho pequeñas oficinas en las ocho comunidades).  Y 23% se refiere a gastos de viaje, por los desplazamientos constantes de los tres especialistas y del coordinador hacia las ocho comunidades, y de los 16 integrantes del equipo de campo hacia la ciudad de Campeche en ocasiones más contadas.



 El 80% de la inversión considerada para todo el periodo de cinco años está referido a la compra de 20 vehículos:  12 autos compactos y 8 pick-ups (estos últimos para los técnicos forestales comunitarios que deberán trabajar en una proporción elevada de su tiempo en el monte).

El otro 20% se refiere a mobiliario, equipo y una página de internet.

La derrama estimada de CONAFOR en las ocho comunidades forestales participantes se estima en el orden de 26 millones de pesos para el ejercicio del 2011.  El 50.5% corresponde a servicios ambientales[37]; el 38.8% es para inversión en cuatro rubros (casi el 60% en infraestructura de caminos); y el 10.7% para estudios técnicos, proyectos y capacitación.

En las páginas siguientes se presentan los ejercicios anuales estimados para el periodo 2012-2015.






 8.  Pasos siguientes para la puesta en marcha de la Iniciativa Interinstitucional

ü  Revisión y aprobación, en su caso, del documento preparatorio del Proyecto piloto de manejo forestal comunitario sustentable del estado de Campeche.



ü  Definición del esquema en que trabajará el Grupo Técnico.



ü  Confirmación del papel clave de CONAFOR en el Proyecto, ante los titulares de la SEMARNAT y la CONAFOR.



ü  Gestión de recursos adicionales complementarios para financiar la parte que corresponde al gobierno del estado, ante la SHCP y la Cámara de Diputados.



ü  Pre-aprobación, en su caso, para iniciar la integración del Grupo Técnico y que pueda estar listo para iniciar cuando se liberen los recursos.



9.  Anexos

1)    Referencias bibliográficas y documentales

2)    Mapas del Programa Estratégico de Desarrollo Forestal Sustentable del Estado de Campeche (2007)

3)    Cuadros del Anuario Estadístico 2006, SEMARNAT-CONAFOR

4)    Cuadros del Programa Estratégico de Desarrollo Forestal Sustentable del Estado de Campeche (2007)

5)    Cuadros sobre la participación tentativa del estado de Campeche en el Proyecto GEF-CONAFOR-PNUD-RA

6)    Cuadros con datos básicos de los ejidos participantes en esta fase piloto



Referencias bibliográficas y documentales

1)      Acopa, Deocundo y Eckart Boege;  “The Maya Forest in Campeche:  experiences in forest management at Calakmul”, en Timber, tourists and temples: conservation and development in the Maya forest of Belize, Guatemala and Mexico; Island Press, 1998.

2)      Alatorre-Frenk, Gerardo;  La construcción de una cultura gerencial democrática en las empresas forestales comunitarias; Juan Pablos Editores y Procuraduría Agraria, 2000.

3)      Argüelles Suárez, Alfonso y Daniel González Cortez;  “Uso y conservación comunal de las selvas en el sureste mexicano: el Plan Piloto Forestal de Quintana Roo”, en Gaceta Ecológica, número 36, 1995.

4)      Barrera, Juan Manuel y Sara Cuervo; Manual de Buenas Prácticas en Aserraderos de Comunidades Forestales; Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable, A.C., Rainforest Alliance, y Reforestamos México, A.C.; 2010.

5)      Bray, David, Leticia Merino y Deborah Barry (editores);  Los bosques comunitarios de México: manejo sustentable de paisajes forestales;  SEMARNAT, Instituto de Ecología, Instituto de Geografía de la UNAM, CCMSS, y Florida International University; 2007.

6)      Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable;  Nueva evidencia: los bosques comunitarios de México protegen el ambiente, disminuyen la pobreza y promueven paz social;  UNAM, CIDE, CIIDIR-Oaxaca, IPN, Universidad Internacional de Florida; 2007.

7)      Del Amo, Silvia;  Las lecciones del Programa de Acción Forestal Tropical (PROAFT);  2001.

8)      Del Amo, Silvia; “Reflection on the social learning process for community work in rural areas of Mexico”, en International Journal of Biodiversity Science and Management; 2007.

9)      Del Amo, Silvia; “Community landscape planning for rural areas: a model for biocultural resource management”, en Journal of Society and Natural Resources; 2009.

10)  Flachsenberg, Henning y Hugo Alfredo Galletti; “El manejo forestal de la selva en Quintana Roo”, en La Selva Maya: Conservación y Desarrollo;  Siglo XXI Editores, 1999.

11)  Galletti, Hugo; “La selva maya en Quintana Roo (1983-1996): Trece años de conservación y desarrollo comunal”; en La Selva Maya: Conservación y Desarrollo;  Siglo XXI Editores, 1999.

12)  Global Environmental Facility (GEF) y United Nations Development Program (UNDP);  Mexico: transforming management of biodiversity-rich community production forests through building national capacities for market-based instruments;  febrero 12, 2010.

13)  Gobierno de México;  Acuerdo sobre planificación de aprovechamiento y utilización de áreas forestales tropicales con la República Federal de Alemania;  17 de agosto de1978.

14)  Ortegón, Edgar; Juan Francisco Pacheco y Adriana Prieto;  Metodología del marco lógico para la planificación, el seguimiento y la evaluación de proyectos y programas;  ILPES, CEPAL, julio 2005.

15)  Synnott, Timothy y Matthew Wenban-Smith;  Evaluación del riesgo ambiental (ERA) para certificación FSC en la selva maya; ICCO, Holanda; mayo 2009.

16)  Tropicarural, S.P.R. de R.L. de C.V.; Programa Estratégico de Desarrollo Forestal Sustentable del Estado de Campeche; 2007.  Para la Secretaría de Desarrollo Rural del estado de Campeche.

17)  Wilshusen, Peter R.;  Shades of Social Capital: Elite Persistance and the Everyday Politics of Community Forestry in Southeast Mexico;  Bucknell University, 2007.

18)  World Bank;  Project Performance Assessment Report: Mexico, first and second community forestry projects;  junio 2010.



Mapas del Programa Estratégico de Desarrollo Forestal Sustentable del Estado de Campeche  (2007)




México





CAMPECHE













 [i]



[1] Se definieron dos instancias de trabajo:  una a nivel de Grupo de Trabajo, con participación amplia y carácter resolutivo, y otra a nivel de Subgrupo de Trabajo, en el que se reunían las dependencias más directamente relacionadas con el tema y de carácter deliberativo y propositivo.  En la primera instancia han participado, por parte del gobierno del estado, las secretarías de medio ambiente y aprovechamiento sustentable (SMAAS), de desarrollo rural (SDR), de Coordinación (SC), de desarrollo industrial y comercial (SEDICO); y por parte de las dependencias federales, las oficinas estatales de SEMARNAT, CONAFOR, SAGARPA, Reforma Agraria, PROFEPA, y Procuraduría Agraria.  Se espera también la incorporación de la secretaría de desarrollo social y regional (SEDESORE) por parte del gobierno estatal, así como de la SEDESOL y la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) por parte de las dependencias federales.  También se espera la incorporación futura de los gobiernos municipales y de los representantes de los ejidos que participen en el proyecto.  Por su parte, en la segunda instancia han participado la SMAAS, por parte del gobierno estatal, y SEMARNAT y CONAFOR, por parte de las oficinas federales.
[2] De hecho, la Iniciativa surgió con el interés que despertó en el señor gobernador el proceso de certificación de buen manejo forestal que vivió Santa Genoveva durante 2007-2009.
[3] Y en donde además, conforme a la Ley Agraria vigente, los bosques y selvas son de uso común y no pueden parcelarse.
[4] Entre ellos la propia CONAFOR, Banco Mundial, organizaciones no gubernamentales como el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable (CCMSS), Estudios Rurales y Asesoría (ERA), y diversas agencias internacionales.
[5] Véase el documento Nueva Evidencia: los bosques comunitarios de México protegen el ambiente, disminuyen la pobreza y promueven paz social; elaborado por la UNAM, el CIDE, el CIIDIR-Oaxaca, el IPN y la Universidad Internacional de Florida, para el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable, A.C., en el 2007.
[6] Varios representantes de Rainforest Alliance estuvieron en Campeche en agosto pasado.  Se entrevistaron con el señor gobernador y tuvieron una reunión con los integrantes del Grupo de Trabajo de la Iniciativa Interinstitucional.
[7] Aquí se usa la palabra bosque con un significado genérico que incluye a las selvas, conforme a la práctica común de la mayor parte de la literatura en la materia.
[8] La segunda superficie de selvas a nivel nacional, detrás de Quintana Roo que tiene 3.7 millones de hectáreas.
[9] Programa estratégico de desarrollo forestal sustentable del estado de Campeche, 2007.
[10] Véase Programa estratégico de desarrollo forestal sustentable del estado de Campeche (2007) y Anuario Estadístico de SEMARNAT-CONAFOR 2006 (el último disponible en internet).
[11] Conforme a los registros de la delegación federal de la SEMARNAT en el estado de Campeche.
[12] Cada programa de manejo especifica un determinado número de anualidades para su aprovechamiento.
[13] Véase Evaluación del Riesgo Ambiental (ERA) para certificación FSC en la Selva Maya;  Timothy Synnott, 2009.
[14] Ibid.
[15] Véanse los trabajos de Henning Flachsenberg y Hugo Alfredo Galletti “El manejo forestal de la selva en Quintana Roo”, y de Hugo Galletti “La selva maya en Quintana Roo (1983-1996):  Trece años de conservación y desarrollo comunal”, en la publicación de Siglo XXI Editores, La Selva Maya, Conservación y Desarrollo, 1999.  También el libro Timber, tourists and temples: conservation and development in the Maya Forest of Belize, Guatemala & Mexico;  Island Press, 1998, en particular el trabajo de Deocundo Acopa y Eckart Boege “The Mayan forest in Campeche, Mexico: Experiences in forest management at Calakmul”.
[16] Que pueden incluir agroforestería y plantaciones forestales fuera de las AFP’s, intensificación del sistema tradicional de la milpa con el cultivo alterno de leguminosas, métodos más intensivos de ganadería, e incluso huertas familiares.  Véase Acopa y Boege, op. cit.
[17] El término en inglés es Less Known Species  (LKS).
[18] Y no se trata de la utilización de los subsidios de un programa público para cubrir los recursos de otro programa público, ya que el pago a la comunidad, una vez realizado, se vuelve dinero privado, que los dueños pueden aplicar en la forma que estimen más apropiada.
[19] Reducing emissions from deforestation and degradation, (REDD), que significa Reducción de emisiones provenientes de la degradación forestal y la deforestación.
[20] La intención fue poner a las ocho comunidades en condiciones semejantes en cuanto a la realización de tres procesos que contribuyen al desarrollo de las capacidades locales:  la evaluación rural participativa, el ordenamiento territorial comunitario y la actualización del reglamento interno de cada ejido.
[21] Se trata del fondo sectorial CONACYT-CONAFOR, que cierra su ventanilla el 18 de octubre del 2010.
[22] Y en donde además, conforme a la Ley Agraria vigente, los bosques y selvas son de uso común y no pueden parcelarse.
[23] Entre ellos la propia CONAFOR, Banco Mundial, organizaciones no gubernamentales como el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable (CCMSS), Estudios Rurales y Asesoría (ERA), y diversas agencias internacionales.
[24] Véase el documento Nueva Evidencia: los bosques comunitarios de México protegen el ambiente, disminuyen la pobreza y promueven paz social; elaborado por la UNAM, el CIDE, el CIIDIR-Oaxaca, el IPN y la Universidad Internacional de Florida, para el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable, A.C., en el 2007.
[25] Aquí se usa la palabra bosque con un significado genérico que incluye a las selvas, conforme a la práctica común de la mayor parte de la literatura en la materia.
[26] La segunda superficie de selvas a nivel nacional, detrás de Quintana Roo que tiene 3.7 millones de hectáreas.
[27] Programa estratégico de desarrollo forestal sustentable del estado de Campeche, 2007.
[28] Véase Programa estratégico de desarrollo forestal sustentable del estado de Campeche (2007) y Anuario Estadístico de SEMARNAT-CONAFOR 2006 (el último disponible en internet).
[29] Conforme a los registros de la delegación federal de la SEMARNAT en el estado de Campeche.
[30] Cada programa de manejo especifica un determinado número de anualidades para su aprovechamiento.
[31] Véase Evaluación del Riesgo Ambiental (ERA) para certificación FSC en la Selva Maya;  Timothy Synnott, 2009.
[32] Ibid.
[33] Véanse los trabajos de Henning Flachsenberg y Hugo Alfredo Galletti “El manejo forestal de la selva en Quintana Roo”, y de Hugo Galletti “La selva maya en Quintana Roo (1983-1996):  Trece años de conservación y desarrollo comunal”, en la publicación de Siglo XXI Editores, La Selva Maya, Conservación y Desarrollo, 1999.  También el libro Timber, tourists and temples: conservation and development in the Maya Forest of Belize, Guatemala & Mexico;  Island Press, 1998, en particular el trabajo de Deocundo Acopa y Eckart Boege “The Mayan forest in Campeche, Mexico: Experiences in forest management at Calakmul”.
[34] Que pueden incluir agroforestería y plantaciones forestales fuera de las AFP’s, intensificación del sistema tradicional de la milpa con el cultivo alterno de leguminosas, métodos más intensivos de ganadería, e incluso huertas familiares.  Véase Acopa y Boege, op. cit.
[35] El término en inglés es Less Known Species  (LKS).
[36] Y no se trata de la utilización de los subsidios de un programa público para cubrir los recursos de otro programa público, ya que el pago a la comunidad, una vez realizado, se vuelve dinero privado, que los dueños pueden aplicar en la forma que estimen más apropiada.
[37] Por servicios hidrológicos, en área 3, se pagan 550 pesos por hectárea al año y pueden entrar hasta 3 mil hectáreas durante un periodo de 5 años.  Por servicios de protección a la biodiversidad, en área 4, se pagan 382 pesos por hectárea al año, y pueden entrar hasta 6 mil hectáreas durante un periodo de 5 años.