miércoles, 10 de julio de 2013

Capital social y operación gubernamental



Capital social y operación gubernamental

Octavio Arellano Rabiela **


En la actualidad, el desarrollo del capital social choca con las formas de operación de las estructuras gubernamentales.
 
El capital social consiste en los lazos de confianza y cooperación que forjan entre sí los grupos e individuos que integran una sociedad. El capital social requiere cercanía física e interacción para formar clusters regionales de actividades económicas, y promover toda suerte de iniciativas que interesan a la comunidad. De la interacción entre personas y organizaciones surge la innovación, que es fuente primordial de la productividad.


El ámbito natural del capital social es el regional (por ejemplo, la región norte del estado de Campeche, o la región peninsular) y el local (por ejemplo, Cd. del Carmen, o el centro histórico de la ciudad de Campeche), donde viven y se desenvuelven actores sociales que comparten intereses y visiones.

Los gobiernos en otras latitudes suelen ser promotores importantes en la consolidación del capital social en una comunidad, ya que pueden inducir con su autoridad y recursos el fortalecimiento de procesos participativos en la definición, diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de programas y proyectos públicos.

Esto no sucede en México ni en Campeche porque predomina a nivel central una esquizofrenia burocrática que ve la realidad cortada en sectores, y que transmite su visión a las entidades federativas a través de las reglas de operación de los programas públicos. Si los gobiernos estatales y municipales quieren captar recursos federales para financiar iniciativas de interés local y regional, primero tienen que tratar de amoldarlas a los programas existentes, cumpliendo con requisitos y criterios –no siempre claros- que se suponen inocuos en cualquier circunstancia, y aplicables a todo el país.

La posibilidad de impulsar proyectos verdaderamente estratégicos, de gran impacto, se reduce frente a la incapacidad institucional para articular programas que atienden aspectos parciales y se manejan con lógicas excluyentes.

Es por ello esperanzador que una de las cinco metas del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, que consiste en acelerar el crecimiento económico para construir un México próspero, en su octavo objetivo ("desarrollar los sectores estratégicos del país"), proponga como línea de acción específica: "Articular, bajo una óptica transversal, sectorial y/o regional, el diseño, ejecución y seguimiento de proyectos orientados a fortalecer la competitividad del país, por parte de los tres órdenes de gobierno, la iniciativa privada y otros sectores de la sociedad".


Para avanzar en este propósito, y ser interlocutor del gobierno federal, el gobierno de Campeche debe impulsar el desarrollo del capital social en función de programas y proyectos prioritarios diseñados con enfoque integral (territorial) y no sectorial. Se requieren nuevos esquemas de trabajo y un claro sentido de urgencia, para aprovechar los dos años que restan de la administración estatal actual.

** Director para el Sureste, Construir las Regiones, A.C. arellano.octavio@gmail.com