En la entrevista que
TERCER GRADO le hizo a AMLO ayer en la noche, salió otra vez el tema de los
precios de garantía y la autosuficiencia alimentaria.
Ahora López Obrador
matizó lo que expresado en eventos anteriores:
se buscará producir internamente, en
lo posible, los principales alimentos que consumimos. Y mencionó específicamente el caso del maíz. Efectivamente las importaciones han aumentado
a niveles récord, y el año pasado rebasaron los 15 millones de toneladas, con
lo cual México se convirtió en el principal comprador internacional de este
producto.
La producción de maíz
en el país ha aumentado del orden de 30% en el periodo 2006-2017, mientras que
las importaciones se duplicaron.
Pero es importante
acotar que sólo el 3% de las importaciones en 2017 correspondieron a maíz
blanco, que es el producto base de nuestra alimentación. El resto fue maíz amarillo que se utiliza
como insumo en las industrias avícola, porcícola, aceitera, entre otras. Es decir, el maíz amarillo forma parte de
cadenas productivas más amplias que tienen en México sus procesos de
industrialización. Este insumo llega al
país a precios muy competitivos, dado que Estados Unidos es el productor
principal y el más eficiente a nivel internacional.
Promover a gran escala
el cultivo de maíz amarillo en México para sustituir importaciones puede no ser
una buena idea, en la medida en que el costo de producción sea superior al de Estados
Unidos, y esto encarezca el insumo para la industria mexicana. El mismo razonamiento aplica para el caso del
trigo y la industria panificadora, galletera y de pastas.
En cuanto a los
precios de garantía, AMLO confirmó su intención de aplicarlos y Leo Zuckerman
se alarmó porque va a significar “subsidios que vamos a pagar los
contribuyentes”. Lo que no sabe Leo y no
ha sabido explicar López Obrador es que nunca se han dejado de aplicar precios
de garantía en México y tampoco en el resto del mundo que tiene una producción
agrícola importante. Estados Unidos, por
ejemplo, es uno de los países más regulados y subsidiados en su producción
agropecuaria.
La garantía de ingreso
mínimo al productor primario se ha llamado según la modalidad específica que
adopta: precios objetivo, precios piso,
precios de indiferencia, etc. En México
hoy, este instrumento lo administra la entidad desconcentrada de la SAGARPA,
ASERCA (Asesoría y Servicios para la Comercialización Agropecuaria), que se
encarga de ordenar la comercialización de primera mano de las cosechas
nacionales de los principales granos y oleaginosas.
Es importante explicar
claramente lo anterior para que analistas de buena fe como Leo Zuckerman no se
vayan con la finta y se traguen el cuento del PRIAN sobre el carácter diabólico
de los precios de garantía (por su invocación de un pasado que fue el infierno
económico que destruyó a México).
También es importante
que alguien se lo explique a AMLO, para que tenga elementos para matizar sus
propuestas y darles un mayor soporte técnico.