sábado, 4 de mayo de 2024

Voto razonado a favor de Xóchitl Gálvez

 

 

Querida Xóchitl:

 

El 29 de abril de 2018 publiqué en mi blog una carta parecida a ésta, titulada “Voto razonado por AMLO”. En ella le expresaba a Andrés Manuel mi decisión de votar por él, no porque fuera su fan ni miembro de Morena, sino como un “adepto crítico” a lo que yo entendía que era su propuesta: “…construir un país menos desigual, sin pobreza como objetivo social y económico central, con una participación activa y permanente de la gente común, en democracia, libertad y Estado de Derecho, con respeto a la diversidad en todas sus manifestaciones y a las minorías, sin corrupción y violencia, para lograr un país más justo, más próspero y más soberano”. Le expresaba también mi convicción de que había llegado la hora para que México tuviera un gobierno de izquierda moderna (como lo han tenido Francia y Chile). También le manifestaba mi hartazgo con “…la misma política del PRIAN que nos tiene sumidos en el estancamiento y la pobreza, y basta ya de la corrupción e impunidad sistémicas que han prohijado”.

 

Seis años después, reconozco con tristeza y coraje que nuestro país perdió una gran oportunidad de ser mejor, en gran medida por el hambre de poder de un líder carismático que se volvió aprendiz de dictador, y que ha buscado destruir sistemáticamente todos los contrapesos institucionales al poder presidencial, instaurando la ineptitud y el servilismo como sello gubernamental.

 

Sigo creyendo que todos los partidos políticos, sin excepción, necesitan una reingeniería profunda para que sean las organizaciones de interés público que representen a la ciudadanía en las contiendas electorales, y no las burocracias doradas en que se han convertido todas sus dirigencias.

 

Entiendo que hoy, esto es lo que hay, y si has de ser presidenta -como estoy seguro de que lo serás-, habrá que tachar en la boleta a alguno de los tres partidos que te postularon. Yo, por mi parte, habré de tachar las siglas del PRD, simplemente porque para mí es el menos peor.

 

Espero que, una vez pasadas las elecciones, todos los partidos políticos, junto con tu gobierno y organizaciones sociales representativas, se aboquen a reformar a fondo el sistema político, a fin de que las dirigencias no se eternicen en sus cargos, que el dinero público que reciben los partidos sea completamente transparente y auditable, que se establezca la segunda ronda en las elecciones y se reglamenten los gobiernos de coalición.

 

Nada ejemplifica mejor el tipo de política que ya no queremos los ciudadanos que “el acuerdo” firmado entre las dirigencias del PRI y del PAN para unir esfuerzos en la elección gubernamental de Coahuila, a partir de la distribución del “botín”: cargos con acceso a recursos públicos, candidaturas, y otras prebendas. No hay ideas ni proyectos. Es el típico acuerdo en lo “oscurito” que, para colmo, el dirigente del PAN consideró algo tan normal que le pareció adecuado ventilarlo públicamente para reclamarle al dirigente del PRI su incumplimiento. Si hubieran tenido un mínimo de dignidad, ambos dirigentes hubieran pedido disculpas públicas y renunciado a sus cargos, junto con sus dirigencias. Es indispensable que las militancias verdaderas rescaten a sus partidos después de las elecciones, pero van a necesitar apoyo de tu gobierno y de la ciudadanía organizada.

 

En el accidentado proceso que te llevó a ser seleccionada como la candidata presidencial de la oposición, quedó claro que la ciudadanía libre, sin partido, está de tu lado. Somos muchos más que todos los partidos juntos, y te vamos a llevar a la presidencia. Siéntete respaldada y no aceptes ninguna imposición a nombre del gobierno de coalición.

 

Como ciudadano libre sin partido, voy a votar por ti porque creo que eres una candidata de carne y hueso, que actúa con naturalidad y empatía, sensible e inteligente, y con gran capacidad y disposición para aprender. Tienes valor y valores, y no vas a rehuir ninguna tarea necesaria, por difícil que parezca. Tu historia de vida te avala, por más esfuerzos que ha hecho el presidente y su partido para desvirtuarla. Tienes la humildad para reconocer que no eres experta en todo y habrás de aceptar la ayuda de quienes sepan más que tú. Ni ladrones, ni huevones, ni pendejos habrá en tu gobierno, en claro contraste con el gobierno actual que -como bien dice María Amparo Casar- sí robó, sí engañó, y sí traicionó.

 

Sabrás gobernar con firmeza y delicadeza, y nos harás sentir orgullosos de tener una presidenta de clase mundial, que le hable sin complejos al resto del mundo. Y le podrás decir a Biden, cuando ambos ya sean presidentes, “you have to walk the talk”.

 

Aprovechando el viaje, y para no alargarme demasiado, incluyo a continuación un par de esquemas con algunas ideas que tal vez sean de tu interés y de tu equipo. Y también las referencias de textos que publiqué en febrero y marzo pasados, sobre la transición energética y la oportunidad de desarrollar hubs de energías renovables e hidrógeno verde[1], los puertos marítimos como palanca de desarrollo[2], y el establecimiento de un fondo de cohesión estilo europeo para México[3].




Abrazo solidario, 

Octavo Arellano