Estimados compañeros Acosta Naranjo y Álvarez Icaza:
Acudí al evento convocado por el Frente Cívico Nacional el pasado 6 de julio en el gimnasio Juan de la Barrera. Creo que los más de mil seiscientos asistentes compartimos la convicción de que el país necesita una ciudadanía más participativa. Se confirma el entusiasmo y las ganas de hacer algo. Esto fue lo más positivo del evento. Buenos discursos de Cecilia Soto y Guadalupe Acosta. Pero hay aspectos sobre los que debemos reflexionar para avanzar con pasos firmes.
La discusión en las mesas de trabajo no fue tal. En la mesa uno, que debía deliberar sobre la posibilidad de impulsar la organización de un nuevo partido político, se leyeron decenas de documentos con propuestas de todo tipo registradas previamente en línea por los participantes. Poco se logró escuchar porque el sonido fue pésimo y competía con el sonido generado en las otras dos mesas. No se discutió nada. De ahí se pasó a la plenaria en la que se hizo una relatoría de lo expresado en cada mesa, y finalmente se aprobó a mano alzada lo que Guadalupe Acosta había propuesto en su discurso inicial.
Menciono el tema logístico y de método de trabajo porque no son asuntos menores. Si no nos podemos escuchar, no podemos dialogar. Si no tenemos claro lo que los ciudadanos de a pie podemos hacer desde ahora, y sólo se decide que los dirigentes visibles habrán de tomar el pulso nacional y luego nos dirán, el próximo 23 de noviembre lo que toca hacer, no estamos construyendo ciudadanía desde abajo.
Los ciudadanos debemos encontrar formas de comunicarnos horizontalmente, de reunirnos para deliberar sobre nuestros intereses comunes, en espacios territoriales acotados, en grupos que permitan deliberar y profundizar en los temas.
No basta que los dirigentes visibles ofrezcan que la dirigencia futura no debe aspirar a ocupar cargos de elección popular, y que las candidaturas tendrán que salir de elecciones primarias con la participación de los militantes. Estos son, sin duda, aspectos operativos muy importantes, que generan confianza. Pero la definición de los aspectos sustantivos de una nueva organización política debe procesarse colectivamente, sin pausa, pero sin prisa.
Reitero la pregunta que les hice por X: ¿cuál es la ruta crítica para llegar con un partido nuevo a las elecciones federales de 2027?
Si tenemos claros los pasos y los tiempos, podremos incidir de mejor manera en el proceso, que debe ser transparente y abierto.
Fraternalmente,
Octavio Arellano
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