domingo, 29 de abril de 2018

Potencial del puerto de Dos Bocas

La nota siguiente fue elaborada para FIDESUR y la Comisión para el Desarrollo Integral de la Región Sur-Sureste (CDIRSEE) de la CONAGO en 2017.

El actual puerto de Dos Bocas fue hasta el año 2000 una terminal propiedad 100% de PEMEX.  En virtud del interés del gobierno del estado de Tabasco, y de la disposición de PEMEX y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la API de Dos Bocas se constituyó en ese año, con terrenos aportados por PEMEX a la Federación y luego concesionados a la API, y sobre la base de un programa maestro de desarrollo portuario que preveía el aprovechamiento gradual, para usos marítimos comerciales y petroleros, no sólo de los terrenos cedidos originalmente, sino también del resto de los terrenos asociados al puerto que seguirían provisionalmente en propiedad de PEMEX.[1]  Este antecedente es importante para entender que la API de Dos Bocas inició su desarrollo comercial desde cero y por lo menos 5 años más tarde que el resto de los puertos comerciales que se transformaron en APIs por virtud de la Ley de Puertos promulgada en 1994.  También es importante para entender el peso que tiene y que debe seguir teniendo PEMEX en la definición sobre el uso de los terrenos de uso portuario que aún no son parte del recinto portuario de la API. 



  
El desarrollo del puerto se planteó inicialmente sobre la base de una terminal de usos múltiples en una primera etapa, al final de la dársena principal que se construiría para abrir el acceso a la zona comercial, cuya promoción y cuidado quedaría en manos de la API, mientras que PEMEX continuaría operando su terminal de abastecimiento, recibiendo para ello la cesión parcial de derechos sobre la franja marítimo-terrestre federal, sin necesidad de licitación alguna dado que era el propietario de todos los terrenos circundantes.





En los últimos diez años, el puerto ha manejado en comercio exterior todos los tipos de carga, pero la mayoría de ellos de manera discontínua y con grandes variaciones en volumen.  En 2007, en su registro más alto, Dos Bocas movilizó 45 mil toneladas de carga general suelta y poco más de mil toneladas de carga contenerizada, casi toda de importación.  El pico en granel agrícola se alcanzó en 2013, con más de 150 mil toneladas de exportación de azúcar.  En granel mineral, la cúspide se alcanzó en 2010, con 73 mil toneladas de importación.  Ese mismo año se registró el nivel más alto de carga de otros fluidos con 32 mil toneladas de importación.

Sin embargo, la exportación de crudo sigue siendo el principal producto movilizado en Dos Bocas, a través de dos monoboyas que se localizan más de 20 kilómetros mar adentro, frente al puerto.  Estas monoboyas se instalaron a principios de la década de los ochenta cuando empezaba la explotación del mega yacimiento de Cantarell, de manera provisional, mientras se terminaba de construir la terminal petrolera con tres posiciones de atraque adosadas al rompeolas oriente.  Como se sabe, la construcción de los rompeolas se suspendió en 1981, cuando el país enfrentó una crisis económica derivada de la caída de los precios internacionales del petróleo y su alto endeudamiento externo.  A la fecha, siguen inconclusos, aunque se están perfilando planes institucionales por parte de PEMEX para su terminación y la puesta en marcha de la terminal.

En 2016 se registró la exportación de crudo más alta de los últimos diez años a través de Dos Bocas, con casi 26 millones de toneladas, que representan más del 99% de la carga total movilizada por el puerto.[2]  Además, es previsible que en el futuro cercano PEMEX decida importar crudo ligero para mejorar la mezcla del crudo nacional que se utiliza en el sistema de refinación del país.  Para ello, la disponibilidad de muelles petroleros adecuados sería un requisito indispensable. A más largo plazo, con el inicio de la producción de crudo en aguas profundas, el transporte del producto a tierra firme será previsiblemente a través de barcos dedicados[3] que requerirán de una infraestructura de descarga eficiente que hoy no existe.

En cuanto a la carga de cabotaje, los movimientos están concentrados en la carga general suelta que ha crecido al 10.2% promedio anual durante los últimos diez años y rebasa los 2.5 millones de toneladas en 2016, y que corresponde a los insumos y productos que se abastecen desde la terminal marítima de PEMEX a la zona de plataformas costa afuera de la Sonda de Campeche.  Este renglón representa casi el 80% de la carga total de cabotaje por Dos Bocas.  Un segundo rubro en importancia corresponde a la recepción de diesel (de Pajaritos o Madero), y su posterior reexpedición a las plataformas petroleras (240 mil toneladas de entrada y otro tanto de salida).

La zona comercial del puerto ha crecido.  Además de la terminal de usos múltiples (TUM) inicial que empezó a operar a plenitud apenas en 2005 y maneja hasta la fecha la API a través de empresas maniobristas permisionadas, se ha dado en cesión parcial de derechos una terminal marítima con frente de agua para la fabricación y mantenimiento de plataformas.  Dentro de la TUM, se han dado algunas áreas en cesión parcial de derechos para empresas proveedoras de la industria petrolera costa afuera como Schlumberger, BJ Services y M-I Drilling Fluids.  Para 2016, la TUM manejó 40 mil toneladas de carga de cabotaje, de las cuales 25 mil fueron fluidos diversos para la industria petrolera costa afuera:  lodos de perforación, nitrógeno, xileno, acído clorhídrico).  También operó 133 mil toneladas de carga de altura, de las cuales 102 mil correspondieron a asfalto líquido de importación y 25 mil fueron de azúcar a granel de exportación.[4]

La demanda de servicios portuarios asociados a la industria petrolera costa afuera, que no puede atender la terminal de abastecimiento de PEMEX por sus restricciones de acceso (calado oficial de 5.51 metros vs 9.15 metros del muelle 1 de la TUM)[5], ha generado que la TUM se concentre de manera creciente en la atención de los barcos abastecedores.  A la fecha, los dos muelles de la TUM se encuentran permanentemente ocupados por embarcaciones que hacen doble o triple fila, en espera de turno para cargar.  Las operaciones con carga comercial propiamente dicha han sido esporádicas, entre otras razones, porque los maniobristas no están enfocados a carga comercial y no cuentan con los equipos necesarios, además de que las tarifas portuarias son muy elevadas.
 










El transporte marítimo puede ser parte de una cadena logística alternativa más rentable para los exportadores e importadores de carga comercial de la región, en la que se genera un volumen de productos suficiente para dar sustento a un servicio regular de por lo menos una vez a la semana del puerto de Dos Bocas a un puerto del Golfo de México estadounidense, todavía por determinar  (Freeport, Houston, Gulfport, Mobile, Panama City, Tampa, etc.).

Tan solo dos productos (plátano enano gigante y limón persa) generan en Tabasco más de 100 mil toneladas de exportaciones anuales (conforme a los registros del certificado fitosanitario internacional de 2016).  Ello equivale a alrededor de 4,800 contenedores de 40 pies al año[6].  Con el 65% de ese volumen se podría dar el piso mínimo necesario para un servicio de transporte marítimo semanal desde Dos Bocas. Y se podrían añadir otras cargas contenerizadas de exportación (productos forestales, otras frutas y hortalizas, azúcar refinada en supersacos, etc.) e importación  (carga general unitizada para la industria petrolera, productos de consumo para los centros de distribución de las cadenas de autoservicio asentados en Villahermosa, etc.). 

Otras cargas con potencial importante son el granel agrícola para apoyar la competitividad del sector pecuario, [7]  la generación de agroindustrias semejantes a las que han surgido en torno al puerto de Progreso y los combustibles, como el diesel vinculado a la operación de las plataformas costa afuera y las embarcaciones de abastecimiento (casi 500 mil toneladas movilizadas por año, incluyendo salidas y entradas).

El hinterland (área de influencia) del puerto es potencialmente mayor al del estado de Tabaco.  Los plataneros de la región del Soconusco tendrían interés en exportar por Dos Bocas su producto que va para la costa este de Estados Unidos y Europa[8].  Este puerto es el más cercano a la zona de producción avícola de Buenaventura en la zona central del estado de Chiapas, y alta consumidora de graneles agrícolas de importación.  También podría dar salida a la tilapia de exportación que están cultivando acuacultores chiapanecos en la presa de Malpaso, asociados a la empresa Regal Spring.

A pesar de estas perspectivas favorables, el desarrollo de Dos Bocas como puerto para la carga comercial de la región está en riesgo.  Está creciendo cada vez más la demanda de servicios portuarios para las embarcaciones de apoyo a la industria petrolera costa afuera, que no dependen de PEMEX, sino de otros actores privados, nacionales e internacionales, que se han incorporado a partir de la Reforma Energética.  Ello ha generado una ocupación cada vez mayor de la terminal comercial de la API, definida originalmente como terminal de usos múltiples, y le ha “comido” gradualmente espacios que son necesarios para una operación regular de embarcaciones de carga comercial, de contenedores, de carga general suelta, de fluidos y de graneles (particularmente agrícolas).

Por otra parte, hay decisiones relacionadas con los terrenos no desarrollados del puerto que se han venido postergando desde el origen de la API, primero para que la sociedad anónima no fuera sujeta del impuesto al activo al ser propietaria de terrenos de reserva,[9] y después por la ausencia de proyectos firmes para su desarrollo.  Estos terrenos permanecieron como propiedad de PEMEX, con el compromiso de los actores políticos de entonces (1997-2000) de que PEMEX los iría aportando gradualmente al capital de la API.[10]

En tercer lugar, existe el interés de la oficina de la Autoridad Federal de las Zonas Económicas Especiales de tomar el control/propiedad de las 70 hectáreas que la API tiene destinadas para parque industrial como parte de su concesión, para destinarlos a su estrategia de atracción de inversión extranjera.  También ha mostrado interés en tomar el control de los terrenos de reserva para uso portuario que todavía son propiedad de PEMEX.

Frente a la oportunidad de activar un servicio regular de transportación marítima intermodal para carga comercial de la región a través del puerto de Dos Bocas, será necesario a corto plazo ordenar el uso de los muelles y patios de la terminal comercial actual -mediante una programación más rigurosa-, a fin de dar viabilidad al servicio que pudiera estructurarse en los próximos meses.  Pero a mediano y largo plazos será menester desarrollar una zona comercial nueva que permita el crecimiento del comercio exterior de la región.

Esto llevaría a especializar, como de hecho ha venido ocurriendo, la terminal comercial actual para que se transforme en una terminal de abastecimiento al servicio de las embarcaciones que apoyan la operación de la industria petrolera costa afuera que no está controlada por PEMEX.  Esto parece más razonable que buscar un sitio alternativo para dicha terminal de abastecimiento, dado que las instalaciones diversas de almacenamiento y carga de diversos insumos para los barcos abastecedores no tendrían que reubicarse.

El sitio ideal para la nueva terminal comercial es la franja de terreno que está justo enfrente de las terminales actualmente existentes en la zona comercial del puerto.  Se trata de un terreno baldío, desmontado, con acceso carretero perimetral, de aproximadamente 6.8 hectáreas de superficie, con dos frentes de agua:  uno de 400 metros y otro de 150.  La acción de cortísimo plazo sería delimitarlo con precisión y definirlo para uso de una terminal de usos múltiples (TUM) para carga comercial en el programa maestro de desarrollo del puerto (que ahora se está actualizando).

Conforme a la Ley de Puertos, el desarrollo de esta terminal tendría que licitarse públicamente para otorgar la cesión parcial de derechos correspondiente a la empresa ganadora.  Habría que realizar una fase previa de promoción, a fin de identificar empresas privadas con el interés y la capacidad para desarrollar este proyecto en forma gradual y con una expectativa de rentabilidad a largo plazo. Ésta sería una vía posible para buscar garantizar que el puerto cuente con una zona apropiada para el manejo de carga comercial en el lapso de 2 a 3 años, el tiempo que tardaría preparar y ejecutar la fase previa de promoción, formular un proyecto técnico-económico de referencia, el proceso de concurso, más la ejecución de las inversiones mínimas necesarias para su puesta en operación.

Es importante mencionar que los terrenos de uso portuario considerados desde la constitución de la API en el año 2000, se concibieron para un desarrollo a corto, mediano y largo plazos de las necesidades de movimiento de carga de distinta índole, tanto en apoyo de la industria petrolera costa afuera como del comercio exterior y cabotaje de la región.  No son grandes extensiones de tierra, pero sí son clave para asegurar que presten servicios públicos asociados al transporte marítimo al mayor número de usuarios.

La API cuenta con alrededor de 70 hectáreas que no tienen frente de agua pero se encuentran a un kilómetro o dos de las terminales comerciales, y tienen como función estratégica servir de apoyo a las actividades logísticas del puerto.  Más que un parque industrial en el sentido tradicional, se trata en términos más modernos de una “ zona de actividades logísticas” (ZAL), como bien podría ser un centro de consolidación/desconsolidación de carga general unitizada y contenerizada, en el cual se pudieran realizar actividades de valor agregado como almacenaje seco y refrigerado, distribución, cross-docking, ensamble, embalaje, etiquetado, armado de promociones, etc.  La superficie no es suficiente para incluir empresas logísticas y además empresas industriales.  Frente a ello, es indispensable establecer prioridades, pensando que no basta establecer industrias, sino que se requiere también ofrecerles condiciones eficientes de operación logística.

Un parque industrial tradicional puede establecerse en cualquier otro sitio, a 10, 50 o más kilómetros de distancia del puerto y no hace ninguna diferencia.  Por el contrario, la ubicación de actividades logísticas de apoyo debe estar lo más cercana posible a las terminales marítimas en las que se moviliza la carga.  Este criterio debiera prevalecer, frente a la intención de la AFZEE de controlar y utilizar los terrenos de uso portuario para sus fines exclusivos de atracción de inversión extranjera.

FUENTE: API de Dos Bocas.
Adicionalmente, las zonas económicas especiales requieren de un espacio más amplio, a fin de prever los requerimientos de empresas internacionales que pueden ser de gran tamaño, y la interacción entre las empresas que ahí se asientan.  En otros puertos del país, la AFZEE ha definido áreas cercanas a los puertos para el establecimiento de un primer parque industrial que pueda recibir inversión extranjera en diversas industrias manufactureras, y en todos los casos ha previsto superficies de una extensión de alrededor de 300 hectáreas (tal es el caso de Coatzacoalcos, Salina Cruz, Puerto Chiapas y Progreso).


En las dos figuras que siguen, se muestra el uso actual y futuro de los terrenos portuarios de Dos Bocas.  Se hace una propuesta específica de terreno para localizar la nueva terminal de usos múltiples que atienda exclusivamente carga comercial.  También se menciona la conveniencia de especializar la terminal comercial actual como terminal de abastecimiento a la industria petrolera costa afuera.  Dicha especialización debería seguir los modelos más eficientes que existen en la industria petrolera costa afuera mundial.  Se sugiere revisar, por ejemplo, la experiencia de la empresa Edison Chouest Offshore (ECO) que opera instalaciones marítimas de abastecimiento en Port Fourchon, Louisiana, y en Brasil, que pueden considerarse como el estado del arte en la materia.[11]

El otro tema relevante para el futuro de Dos Bocas consiste en el aprovechamiento de los terrenos de reserva para uso portuario que todavía son propiedad de PEMEX.  La API y PEMEX deberían acordar los posibles usos futuros de dichos terrenos, a fin de que puedan incorporarse al programa maestro de desarrollo portuario que se está actualizando este año, y para que puedan también transferirse a la API, ya sea directamente, como aporte a capital social (PEMEX ya es accionista de la API), o bien como transferencia al gobierno federal, a fin de que éste los incluya en la concesión que ha otorgado a la API.  En cualquiera de los dos casos, el propósito es dar certidumbre a los proyectos potenciales que pueden ser desarrollados en estas áreas. 

Como anexo de este documento se incluye una nota formulada originalmente en 2013, y actualizada a principios de este año, que describe algunos proyectos estratégicos para el puerto de Dos Bocas, relacionados con la industria petrolera costa afuera. 

En particular, la posibilidad de que Dos Bocas se convierta en un centro “mejorador” de crudo, a partir de la mezcla de crudos pesados y superpesados de la Sonda de Campeche con crudos ligeros importados, requerirá de superficies incrementadas de almacenamiento, entre otras instalaciones. 












[1] De hecho, la API se constituyó inicialmente como API de PEMEX, pero poco después de su constitución la SCT decidió con la Secretaría de Energía revertir esa decisión y dejar la mayoría de las acciones de la API en manos de la Federación.
[2] Y más de lo que se exportó por los dos buques cisterna y Cayo Arcas en la Sonda de Campeche, y por Pajaritos.
[3] Este tipo de servicios en shuttle ships ya es común en la zona de producción de crudo en aguas profundas del Golfo de México estadounidense.
[4] En años recientes, la empresa Transunisa (véase www.transunisagulftrader.com) intentó establecer un servicio de transporte marítimo regular entre Dos Bocas y Houston, para carga relacionada con la industria petrolera costa afuera pero también para carga comercial de la región.  Sin embargo, este esfuerzo no fructificó.
[5] Datos a julio 2016.
[6] Línea Peninsular estuvo explorando la posibilidad de establecer un servicio regular desde Dos Bocas a Houston, y consideraba que el volumen mínimo a transportar era de 60 cajas.
[7] Como parte de una estrategia para intensificar la ganadería extensiva y liberar tierras que puedan reconvertirse al uso forestal mediante plantaciones comerciales, asociadas a las grandes empresas forestales establecidas en Tabasco.
[8] Incluso habría posibilidad de replicar el esquema de transporte marítimo que han acordado con Chiquita y que está funcionando desde Puerto Chiapas a Hueneme, California, del lado del Golfo de México, enlazando Dos Bocas con Gulfport o algún otro puerto donde Chiquita tenga presencia.  La línea naviera de Chiquita, Great White Fleet, tiene rutas regulares que enlazan puertos centroamericanos del Caribe (Limón, Puerto Cortés y Puerto Barrios) con puertos estadounidenses del Golfo (Gulfport y Port Everglades). Su servicio no sólo es para la carga propia de Chiquita, sino que también venden el flete marítimo a terceros que deseen exportar (siempre y cuando el producto no sea plátano o piña).
[9] Cuando se constituyó la API, estaba sujeta como sociedad anónima al impuesto al activo.  Los terrenos que PEMEX le aportaría se consideraban como parte de su capital social, y por tanto sujetos al impuesto.  Posteriormente, la SCT definió que los terrenos fueran transferidos a la Federación y como bienes del dominio público fueron concesionados a la API. 
[10] Este acuerdo no se formalizó como acuerdo del consejo de administración de PEMEX, como era la idea original y para lo cual había incluso un proyecto redactado (como parte de los estudios y proyectos elaborados por Preinversión y Desarrollo para PEMEX a lo largo de varios años).  Posteriormente, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a través de su Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, revirtió la decisión de constituir la API como una API de PEMEX, y tomó el control de la sociedad al obtener la mayoría de las acciones.  Este cambio derivó en que el proyecto para concluir la terminal petrolera con muelles adosados al rompeolas oriente no se concretara.


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