domingo, 29 de abril de 2018

Voto razonado por AMLO


Estimado Andrés Manuel:


Te dirijo esta carta para decirte que, a diferencia de muchos amigos y familiares, voy a votar por ti y para explicarte por qué.  También quisiera expresarte lo obvio: no has ganado todavía la elección y creo que no va a ser suficiente tu voto duro (particularmente con la cargada que se avecina para unificar la oposición en tu contra).  Por lo que vas a necesitar convencer a quienes quieren un cambio pero no han decidido el sentido de su voto.

Aprovecho para darte mi punto de vista sobre algunas cosas que podrías mejorar para hacer más atractiva tu candidatura a un electorado más amplio, así como para precisar -e incluso rectificar si es el caso- algunos de tus planteamientos recientes[1] . 

No soy militante de MORENA.  No soy parte del voto duro de tu partido.  Tampoco soy tu fan.  Podría decir que soy un adepto crítico a la causa que encabezas, de construir un país menos desigual, sin pobreza como objetivo social y económico central, con una participación activa y permanente de la gente común, en democracia, libertad y Estado de Derecho, con respeto a la diversidad en todas sus manifestaciones y a las minorías, sin corrupción y violencia, para lograr un país más justo, más próspero y más soberano.  Estoy convencido de que un gobierno de izquierda moderna en México es posible (como los ha habido en los últimos años en Chile o Francia), y que ha llegado su hora.  Basta ya de la misma política del PRIAN que nos tiene sumidos en el estancamiento y la pobreza, y basta ya de la corrupción e impunidad sistémicas que han prohijado.

Mi experiencia de militancia en un partido político se circunscribe al periodo 1979-1983, como miembro del comité de base del Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. (CIDE) en el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT).  Recuerdo gratamente las pintas de bardas y los “boteos” que había que hacer para contribuir al financiamiento del Partido (que no obtuvo su registro oficial sino hasta 1984).  También las discusiones sobre la necesidad de impulsar la unidad de la izquierda, con Heberto Castillo, Demetrio Vallejo y el alto mando del PMT en las reuniones de los sábados del comité directivo nacional.  Como recordarás, en 1987, el PMT se fusiona con el PSUM para formar el Partido Mexicano Socialista (PMS), que después -en 1989- se fusiona con la corriente democrática del PRI y otros grupos para formar el PRD.

Creo que la historia es fuente de aprendizaje. En ese contexto entiendo tu referencia al periodo del “Desarrollo Estabilizador”, cuando México creció a una tasa promedio anual superior al 6%, con baja inflación, con aumento en los salarios reales y sin sobre-endeudamiento del gobierno.  Me parece que plantearse crecer más del 3% anual al que nos han condenado los gobiernos del PRIAN, con estabilidad de precios y con ingresos reales crecientes para la mayor parte de la población son objetivos indispensables de un gobierno responsable que mira al futuro y no un “regreso al pasado” como insistentemente repiten los voceros del PRIAN.

Somos testigos de la “espotización” del discurso político a que nos han conducido los asesores expertos (“unos genios”) de los cuartos de guerra del PRIAN.  En vez de hacer propuestas y argumentarlas, para luego contrastarlas con las de MORENA, se busca tergiversar los dichos y los hechos para calumniar y luego repetir sistemáticamente frases prediseñadas, por todos los medios a su alcance.  Estamos ante la robotización de los voceros del PRIAN, cuya misión es enlodar, golpear, repetir necedades, con la intención de que por lo menos algo se quede en la mente de quien escucha o recibe sus mensajes.  Un claro ejemplo de esta estrategia es la guerra sucia con spots basura que pretenden incitar al miedo, y el uso intensivo de las redes sociales para propagar en forma anónima toda clase de mentiras.

A MORENA, en cambio, se le critica la diversidad de versiones que se generan entre sus voceros sobre los temas a discusión, que no necesariamente coinciden con lo dicho en primer término por el candidato a la presidencia.  Si bien se agradece que quienes hablan a nombre del candidato no hayan sido robotizados, existe un amplio margen para mejorar el mensaje.

En primer lugar, sólo MORENA ha presentado un Proyecto de Nación con un conjunto estructurado de propuestas sobre una amplia gama de temas de interés nacional.  Esto desmiente categóricamente la idea que se ha querido propalar por parte del PRIAN en el sentido de que las propuestas de AMLO son puras ocurrencias. Me parece que es oportuno apoyarse más en el contenido de este documento, y al mismo tiempo anunciar su revisión para darle mayor precisión y congruencia, con la participación de los futuros colaboradores (gabinete) y asesores del candidato, así como de otros miembros del partido que pudieran tener una opinión al respecto[2], e incluso con la organización de foros públicos en los que pudieran escucharse otras opiniones calificadas.

El Proyecto de Nación es el “Ante-Plan” nacional de desarrollo que por ley deberá presentar el nuevo presidente de la República al congreso para su discusión y aprobación.  Empezar su formulación desde ahora ayudaría a cambiar la narrativa de la campaña:  el candidato y su equipo se preparan para ser un gobierno de todos los mexicanos.  En este sentido, habría que considerar planteamientos que han elaborado expertos y especialistas sin partido, al igual que propuestas serias de los otros partidos que pudieran encajar en el nuevo plan.

Cabría también esperar una más estrecha interrelación entre el candidato a la presidencia y su cuarto de guerra, para discutir y fijar los temas de la agenda, así como los términos en que deben comunicarse y, en su caso, defenderse.  No se trata, desde luego, de “espotizar o robotizar” la campaña, pero sí de alinearla mejor y generar los argumentos a partir de discusiones de fondo y no solamente -como sucede con la oposición- del deseo de atacar al contrario.

En cuanto al Proyecto de Nación, hay varios temas transversales y sectoriales que pueden robustecerse:

·         Ajustes institucionales y nuevas formas de gobernanza
·         Financiamiento para el desarrollo
·         Carteras de proyectos estratégicos y prioritarios.

Entre los ajustes institucionales y nuevas formas de gobernanza que habría que incluir con miras al Plan Nacional de Desarrollo sugiero:

a)    Establecer el Consejo Fiscal Independiente con la colaboración de las organizaciones interesadas y expertos en la materia, con alcance no sólo para el presupuesto federal sino también para los presupuestos de las entidades federativas
b)    Proponer que el objetivo del Banco de México sea no sólo mantener un bajo nivel de inflación sino también promover el crecimiento económico, tal como sucede con el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos.  De este modo, el tipo de cambio no se utilizaría como ancla anti-inflacionaria, sino que tendería a reflejar mejor en cada momento su valor real (evitando un efecto perjudicial sobre los términos de intercambio de nuestro comercio exterior).
c)    Formar el Instituto de Estudios Prospectivos, para apoyar la planeación de largo plazo del país y la investigación sobre trayectorias tecnológicas en actividades estratégicas
d)    Actualizar la Ley de Planeación para que incluya nuevas formas de concertación social, entre órdenes de gobierno con comunidades y grupos organizados, a fin de impulsar planes de desarrollo local con visión multisectorial y de largo plazo.
e)    Fortalecer cabalmente un enfoque territorial para el diseño e implementación de políticas públicas, a fin de permitir verdaderamente la articulación de programas en función de propósitos regionales y locales de desarrollo integral.
f)     Reingeniería de la administración pública federal para:
ü  Revisar los programas de apoyo no sólo para eliminar duplicaciones sino también para permitir su empaquetamiento en favor de los planes de desarrollo local, a partir de la lógica propia de cada plan
ü  Constituir una entidad que concentre el diseño y realización de las licitaciones relacionadas con inversión pública (probablemente a partir de un cierto monto hacia arriba), salvo las del sector energético que ya tienen su propia reglamentación, así como promover los proyectos de asociación público-privada que sean prioritarios.
g)    Adoptar la figura institucional del Ombudsman de la Inversión Privada, que ahora está proponiendo el candidato Anaya, pero que ya desde el 2002 formaba parte de las propuestas contenidas en el Plan Puebla-Panamá.[3]

En cuanto al financiamiento del desarrollo, la fuente principal que hasta ahora señala el Proyecto de Nación consiste en los ahorros que tendrá el gobierno por la eliminación de las prácticas de corrupción.  Sin desconocer ese potencial, me parece que la monetización de esos ahorros no va a ser rápida.  Por ello, creo que será necesario identificar otras fuentes que puedan contribuir a esta tarea, entre otras:

a)    El mejoramiento constante del perfil de la deuda externa del país, sustituyendo tramos de deuda cara por nuevos financiamientos que permitan reducir tasas y plazos de pago, aprovechando las condiciones de liquidez de los mercados internacionales (el chino por ejemplo).
b)    No descartar de antemano la posibilidad de aplicar selectivamente nuevos impuestos o modificar los existentes, así como ampliar la discusión hacia los impuestos estatales y municipales.[4]
c)    Mantener, profundizar y complementar esquemas de atracción de inversión privada nacional e internacional como el de las Zonas Económicas Especiales, que todavía está por mostrar sus bondades.
d)    Adoptar propuestas prácticas de expertos no partidarios[5] relacionadas con establecer un precio bajo del petróleo en el Presupuesto de Egresos de la Federación para canalizar los probables excedentes al Fondo del Petróleo, y destinarlos después de un cierto monto a la inversión en proyectos de infraestructura; con incentivar el aumento del crédito bancario a empresas; y con la flexibilización de los criterios de inversión de los fondos de pensiones.
e)    Revisar la factibilidad de establecer un sistema de seguridad social universal en los términos en que han propuesto diversos expertos, y en el marco de la depuración de los programas sociales y el posible establecimiento de nuevos impuestos al consumo para financiar el sistema y reordenar la política social.
f)     Reconsiderar lo que se ha anunciado hasta ahora en materia de precios de los combustibles.  Sólo en el caso de aumentos abruptos en el precio del petróleo que incrementara desproporcionadamente el precio de los combustibles, podría ser justificable subsidiar en alguna medida su compra en el mercado interno.  Este es un subsidio regresivo, ya que beneficia más a los estratos de alto ingreso.  Lo común en otros países es que los combustibles no sólo reflejen su precio real sino que también incluyan un impuesto ecológico que puede ser importante.[6]

En cuanto a los proyectos de inversión específicos que se mencionan en el Proyecto de Nación, cabría hacer una revisión general y pasarlos por el tamiz su relevancia dentro de las estrategias de desarrollo nacional y regional que se propongan.  A continuación comento algunos de ellos:

a)    Ampliar la capacidad de refinación de crudo en el país me parece, sin duda, una prioridad.  Pero creo que los sitios señalados para construir nuevas refinerías no son los apropiados[7], y me parece que convendría buscar un esquema de participación público-privada para su ejecución y operación.
b)    Plantar un millón de hectáreas árboles frutales y maderables merece enfocarse como programa de promoción de proyectos de inversión privados, sociales y de asociación privada-social, que incluya el componente forestal de manera relevante dentro de iniciativas agroforestales, silvo-pastoriles, de fortalecimiento del desarrollo forestal comunitario en ejidos y comunidades, aprovechando experiencias exitosas para su financiamiento y su orientación tecnológica más adecuada.[8]
c)    El desarrollo integral del Istmo de Tehuantepec debe visualizarse primero como un programa para incentivar el establecimiento de industrias y la ampliación de actividades productivas (agroindustrias, energía eólica, minería y siderurgia, petroquímica, entre otras), y después como un programa para desarrollar la infraestructura y servicios logísticos de apoyo a tales actividades e industrias.  Un elemento dinamizador podrían ser las Zonas Económicas Especiales de Coatzacoalcos y Salina Cruz, y una estrategia de promoción robusta podría darse a partir de constituir un “Administrador Integral” (en los términos de la Ley de ZEEs) con capacidad para incidir en el desarrollo de la zona, con la formación de una entidad paraestatal que fusione a las APIs de Coatzacoalcos y Salina Cruz con el Ferrocarril del Istmo, y sea un vehículo de captación de inversión privada internacional en mayor escala.

En teoría, los proyectos derivan de los planes y estrategias de desarrollo, y para su concreción deberían recorrer un ciclo de desarrollo en que se van analizando cada vez con mayor detalle, hasta decidir su ejecución.  La realidad, como sabemos, es distinta.  Lo común es que los proyectos se empiecen a analizar una vez que ya se ha tomado la decisión de realizarlos, por un interés político o de otra índole.  Un uso más sensato y racional de los recursos públicos escasos tendría que llevarnos a estructurar carteras de proyectos de inversión, por sector, de escalas distintas (nacionales, regionales, locales), como mecanismos para apoyar procesos deliberativos participativos entre autoridades, órdenes de gobierno, e incluso actores privados y sociales.

Finalmente, incluyo algunas recomendaciones sobre temas puntuales:

·         El PAN quiere difundir la idea de un pacto entre MORENA y el PRI (el “PRIMOR”), cuando la realidad es que los pactos entre el PRI y el PAN (el PRIAN) se vienen haciendo desde hace mucho.  En las dos últimas elecciones presidenciales, por ejemplo, el candidato Calderón pactó con el gobernador Peña Nieto para conseguir votos priístas en 2006, y en 2012 el candidato Peña Nieto pactó con el presidente Calderón para obstaculizar las candidaturas de Josefina Vázquez Mota y la tuya, así como para que el PAN firmara el Pacto por México a cambio de impunidad para los actos de corrupción del gobierno calderonista.[9]  Este es el mecanismo de transmisión de la corrupción-impunidad sistémicas que debemos denunciar y eliminar.

·         Necesitas hacer “rounds de sombra” para los dos debates que faltan con sinodales que te exijan (que no tengan los mismos puntos vista de tú), preparar bien tus ideas-fuerza y tener listas tarjetas que te ayuden a señalar los elementos principales de tus propuestas.  Te recomiendo meditar[10] por lo menos 10 a 15 minutos diarios, en la mañana o antes de dormir.

·         Debes dirigirte en tus mensajes a todo México y no sólo a tu núcleo duro.

·         Creo que debes hacer otras entrevistas en el formato y con el tipo de participantes como la de Milenio, para que te pueda conocer realmente un público más amplio.

·         Complementar la explicación ilustrada del tema del aeropuerto con un elemento faltante:  ¿cómo serían las condiciones de aeronavegación en la propuesta de hacer un sistema aeroportuario Santa Lucía-aeropuerto actual de la CDMX?

·         Elaborar explicaciones ilustradas similares para otros temas álgidos:  la propuesta integral de seguridad, incluyendo la descripción más detallada del componente de amnistía;  los precios de garantía y la autosuficiencia alimentaria; la producción interna de combustibles y sus precios.

·         Propiciar la deliberación pública entre actores sociales será presumiblemente un elemento distintivo de tu gobierno, por lo cual habría que trabajar en el diseño de los esquemas diversos que podrían utilizarse, a fin de asegurar, transparencia, rendición de cuentas, deliberación basada en evidencias, entre otras características que le hagan ver a la gente que no se trata de estimular un asambleísmo a mano alzada.

Espero que lo anterior ayude a mejorar en algo tu campaña en los menos de dos meses que faltan para la elección. 

También, y sobre todo, espero que, como ya lo has expresado, no nos vayas a fallar, porque si lo haces ten la seguridad de que te lo vamos a reclamar,

Fraternalmente,



Octavio Arellano




[1] Me refiero a algunos de ellos en http://reflexion-oar.blogspot.mx/.
[2] Pareciera evidente señalar que las diferencias de opinión entre los militantes de MORENA se deben procesar internamente y no ante la opinión pública, a fin de no generar turbulencias a la campaña del candidato a la presidencia.  Debe entenderse también que el nuevo gobierno y MORENA serán dos cosas distintas, y que no necesariamente la plataforma electoral de MORENA será recogida íntegramente en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo.
[3] Véase la publicación elaborada por la Subcoordinación Técnica de la Comisión para el Plan Puebla-Panamá, Informe de Avances y Perspectivas, junio de 2002.
[4] Los ingresos tributarios en México han alcanzado del orden de un 13% de PIB, cuando el promedio de la OCDE es de 35%.
[5] Como las de Luis de la Calle en la publicación ¿Y ahora qué?: México ante el 2018, de reciente aparición.
[6] Cabe recordar que en el sexenio de Calderón, el IEPS fue consistentemente menor que el subsidio aplicado al precio de los combustibles.  Este subsidio alcanzó niveles de casi 2% del PIB, y fue financiable sólo porque PEMEX recibía todavía más ingresos por la exportación de crudo que el gasto que realizaba para la importación de combustibles.  Pero esa situación ya se invirtió, y ahora las exportaciones de crudo no alcanzan a pagar las importaciones de combustibles.
[7] Ver nota sobre la propuesta de refinerías en http://reflexion-oar.blogspot.mx/. Coordiné a los equipos interdisciplinarios que elaboraron los dos primeros programas maestros de desarrollo portuario de Dos Bocas, y participé activamente en la sustentación técnica que llevó a transformar la terminal particular de PEMEX en una API.  Por otro lado, viví diez años en Campeche y trabajé de cerca en el tema petrolero desde la óptica del municipio de Carmen.  Por tanto, creo que mi opinión merece el beneficio de la duda.
[8] Sin duda, Alfonso Romo tendría mucho que aportar en este tema, ya que fue de los pioneros en el desarrollo de plantaciones forestales comerciales en el Sur-Sureste.
[9] Véanse las publicaciones de Álvaro Delgado (El Amasiato, el Pacto Secreto Peña-Calderón y otras Traiciones Panistas) y de Jorge Castañeda, ahora coordinador de estrategia de Anaya (Sólo Así, por una Agenda Ciudadana Independiente), ambas de 2016.
[10] Una filosofía-técnica que se ha popularizado en años recientes incluso entre los directivos de las grandes empresas es la conocida como Mindfulness.

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