a) Relevancia
La energía es el sector industrial
más grande del mundo, y sus servicios son un insumo esencial para casi todos
los bienes y servicios de la economía global.[1]
La participación del sector
energético en el producto interno bruto (PIB) de los países miembros de la
Alianza del Pacífico es como sigue:
Países
|
Petróleo y Gas
|
Energía Eléctrica
|
Suma
|
Colombia
|
7.3
|
3.8
|
11.1
|
Chile
|
1.0
|
2.4
|
3.4
|
Perú
|
3.4
|
1.8
|
5.2
|
México
|
6.3
|
2.3
|
8.6
|
Nota: Incluye la industria petrolera aguas abajo.
Al reconocer que la energía es
necesaria para el desarrollo y que la energía sustentable es necesaria para el
desarrollo sustentable, la ONU ha propuesto metas ambiciosas para el año 2030 a
través de su iniciativa “Energía sustentable para todos”[2]:
·
Asegurar
el acceso universal a los servicios modernos de energía[3]
·
Duplicar
la participación de la energía renovable en el “mix” de la energía global
·
Duplicar
la tasa global de mejora de la eficiencia energética.
El Consejo Mundial de la Energía,
agencia especializada de Naciones Unidas, ha traducido estas metas en el
objetivo de mantener balanceadas tres dimensiones: la seguridad energética, la sustentabilidad
ambiental y la equidad energética.[4] Conforme a su último ranking (2015), el
desempeño de los países miembros de la Alianza del Pacífico dentro de un
conjunto de 130 países es como sigue:[5]
País/Dimensión
|
Seguridad Energética
|
Sustentabilidad Ambiental
|
Equidad Energética
|
Ranking General *
|
Países miembros de la Alianza del Pacífico
|
||||
Colombia
|
13
|
3
|
58
|
18
|
Perú
|
27
|
36
|
84
|
40
|
Chile
|
57
|
81
|
51
|
43
|
México
|
37
|
80
|
61
|
48
|
Otros países
|
||||
Estados Unidos
|
3
|
95
|
1
|
12
|
Argentina
|
9
|
30
|
103
|
47
|
Brasil
|
43
|
17
|
78
|
37
|
*
Incluye consideraciones adicionales sobre la fortaleza política, social
y económica de los países, por lo que puede ubicarse por arriba o por debajo de
los índices energéticos específicos.
La posición de Colombia es buena
(18), particularmente en materia de sustentabilidad ambiental (3). No así la de México, que ocupa el lugar
general 48 y en materia ambiental el 80.
El suministro mundial de energía
primaria se ha cubierto históricamente en más de un 80% con combustibles
fósiles (petróleo crudo, carbón y gas).
Esto habrá de cambiar. Sólo el
gas natural aumentará su participación en los próximos años, debido a que
sustituiría crecientemente en el uso industrial y de generación de energía
eléctrica a los otros dos combustibles considerados más contaminantes (petróleo
crudo y carbón) y también por su demanda como materia prima de la industria
petroquímica. Mientras tanto, las energías renovables no convencionales (sobre
todo, eólica y solar) aumentarán su participación en la generación de energía
eléctrica[6].
FUENTE: PB Energy Outlook 2035; febrero 2015.
El combate al cambio climático
descansa en gran medida en que el patrón de distribución en la composición de
las fuentes de energía primaria hacia las energías renovables realmente se consolide
y pueda, incluso, acelerarse y profundizarse para alcanzar la meta de evitar el
aumento de dos grados centígrados en la temperatura del planeta.[7]
Subsector de petróleo y
gas
El petróleo crudo, transformado en
combustibles, que es y seguirá siendo predominante en el sector de transporte
en el mediano plazo, reducirá su participación en la oferta de energía primaria
debido a tres factores principales:
·
Las
medidas de eficiencia de la industria del autotransporte que permitirán
traslados más largos con un menor consumo de combustible
·
Las
medidas de los gobiernos para mejorar la calidad de los combustibles a través
de la producción de biocombustibles, que no compitan con la producción de
alimentos
·
El
crecimiento, aún marginal, de la participación en los vehículos automotores
propulsados por energías distintas de los combustibles fósiles tradicionales.
Tres de los países miembros de la
Alianza del Pacífico (Colombia, Perú y México) producen y exportan
hidrocarburos, y todos son importadores importantes de productos derivados. A la fecha, sólo una fracción reducida de las
exportaciones es materia de comercio intra-regional.[8]
País
|
Importaciones
|
Exportaciones
|
Comercio intra-regional
|
México
|
33.2 mil millones de USD
|
44.2 mil millones de USD
|
Importación de gas de
Perú (785 millones de USD)
|
73% productos refinados
21% gas
|
88% crudo
|
||
Colombia
|
7.5 mil millones de USD
|
33.5 mil millones de USD
|
Exportación de carbón
a Chile (529 millones de USD)
|
99% productos refinados
|
79% crudo
14% carbón
|
Importación de
productos refinados de Perú (287 millones de USD)
|
|
Perú
|
5.9 mil millones de USD
|
3.0 mil millones de USD
|
Exportación de gas a
México (785 millones de USD)
|
50% crudo
48% productos refinados
|
68% productos refinados
19% gas
12% crudo
|
Exportación de
productos refinados a Colombia (287 millones de USD)
|
|
Exportación de crudo
a Chile (115 millones de USD)
|
|||
Chile
|
14.2 mil millones de USD
|
417 millones de USD
|
Importación de carbón
de Colombia (529 millones de USD)
|
41% productos refinados
39% crudo
13% gas
|
63% productos refinados
22% carbón
|
Importación de crudo
de Perú (115 millones de USD)
|
Datos correspondientes a 2014,
partidas del Sistema Armonizado a cuatro dígitos.
La dependencia de estos países de
productos refinados importados es variable:[9]
País
|
Volumen importado 2012 (miles barriles/día)
|
% sobre producción nacional total
|
Colombia
|
65
|
20%
|
Chile
|
136
|
66%
|
México
|
652
|
45%
|
Perú
|
57
|
24%
|
México es ya el principal
importador mundial de gasolinas con más de 400 mil barriles diarios. El gobierno ha anunciado que se adelantará
para 2016 la medida prevista para el año siguiente de permitir la libre
importación de gasolinas hacia el país, por lo que la distribución de este
producto dejará de ser un monopolio público.
Al nivel de la región
latinoamericana, el rezago en materia de refinación ha sido creciente. Perú y Colombia están inmersos actualmente en
procesos de modernización de sus refinerías, mientras que México estaba por
iniciar varios proyectos en esa materia.
Sin embargo, la caída de los precios del crudo ha restringido la
disponibilidad de recursos públicos para realizar las inversiones necesarias.
Aunque las reservas mundiales
probadas de petróleo se han multiplicado por 2.4 entre 1980 y 2011, las dos terceras
partes de ellas son inviables en un escenario de 30 dólares por barril o menos.[10] El bajo nivel de precios se mantendrá en el
futuro previsible en virtud de la política de la OPEP orientada a conservar su
participación de mercado, al ingreso de productores de bajo costo como Irán, y
a la lenta salida de los productores de más alto costo. Cabe mencionar que, a diferencia de la
industria upstream, el efecto de los
precios bajos en la industria downstream
de refinación y petroquímica es favorable.
En el caso de los países de la
región de la AP, sus reservas probadas de crudo se han venido reduciendo. Al nivel actual de producción, Colombia tiene
reservas probadas para 7 años, México para 11 y Perú para 29. En cuanto al gas natural, al nivel actual de producción,
las reservas probadas de los países tendrán una duración de: 11.1 años en Perú, 15.5 años en Colombia,
18.5 años en Chile, y 9.0 años en México.[11]
Para los países productores y
exportadores de hidrocarburos en la región, la caída en los precios
internacionales ha significado también una reducción importante en sus ingresos
públicos.
Por otra parte, cabe mencionar como
un fenómeno sobresaliente a nivel global, la transformación de América del
Norte (Canadá, Estados Unidos y México) en la zona con la mayor disponibilidad
de gas natural de bajo costo, a partir del rápido incremento en la producción
de Canadá y Estados Unidos en los últimos años, y a la densa red de ductos que
recorren toda la región. Es en este
último aspecto en el cual figura México, con un crecimiento dinámico de su red
nacional de ductos, con gas importado de Estados Unidos, para abastecer a
plantas de generación eléctrica y zonas industriales, e inclusive exportar a
Guatemala[12]
y otros países de Centroamérica.
Este fenómeno se sustenta en gran
medida en la producción de gas shale
en Estados Unidos, que previsiblemente continuará a niveles elevados incluso en
un escenario prolongado de precios internacionales bajos. Las reservas probadas
de gas natural de Estados Unidos al nivel de producción actual son de casi 100
años, y siguen creciendo. El efecto de una amplia disponibilidad de gas a bajo
costo se reflejará en una mayor competitividad para la producción manufacturera
en la región[13],
y en particular para la que es intensiva en el consumo de energéticos.
El efecto también ha sido favorable
para la industria petroquímica que tiene en el gas a su principal materia
prima. La producción de etileno en
Estados Unidos con base en gas etano (más competitivo que las naftas del crudo
como insumo) ha sido muy dinámica en los últimos años; se espera que aumente un
45% a partir de 2015 para alcanzar 35 millones de toneladas en 2020, y –a nivel
global- que duplique su producción para 2040.[14] La demanda de petroquímicos está ligada al
crecimiento general de la economía por la amplia gama de productos en los que
se incorpora como materia prima, y constituye ya el principal uso de los
hidrocarburos fuera del sector transporte (crudo), y del subsector de energía
eléctrica (gas).
Subsector de generación
de energía eléctrica y energías renovables
Por su parte, el subsector de
generación de energía eléctrica a nivel global será cada vez más la actividad
líder en el campo de la energía por su creciente participación en el uso de la
energía primaria[15]
(que será cercana al 50% de la energía primaria total para 2035), y por su
evidente efecto sobre el desarrollo económico y social. En los países miembros de la Alianza del
Pacífico, la distribución actual (2012) de las fuentes primarias de energía
para generar electricidad refleja el predominio de los combustibles fósiles
(gas, crudo y carbón) en Chile y México, y de la energía hidroeléctrica en el
caso de Colombia y Perú.[16]
En cuanto a la demanda de energía
eléctrica en la región latinoamericana, ésta casi se duplicará entre 2014 y
2030, y crecerá un 70% adicional entre 2030 y 2050..[17]
Los requerimientos de aumento de
capacidad (incluyendo generación, transmisión y distribución) y de inversión
para los países de la Alianza del Pacífico se han estimado como sigue[18]:
País
|
Aumento de Capacidad, GW
|
Inversión Requerida (millones de USD)
|
(promedio anual 2014-2030)
|
||
México
|
2,000
|
3,545
|
Chile
|
909
|
1,611
|
Colombia
|
568
|
1,007
|
Perú
|
363
|
644
|
Suma
|
3,840
|
6,807
|
La generación de energía eléctrica
y calor es la principal fuente de emisión de gases invernadero (GEI) en Chile y
México, mientras que el sector transporte lo es en el caso de Colombia y Perú.
Se estima que América Latina será
la segunda región del mundo en cuanto a la dimensión del esfuerzo para aumentar
la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables hacia el año
2040, sólo después de China, y antes que la India, la Unión Europea y Estados
Unidos.[19]
El principal aporte será de la
energía hidroeléctrica (Brasil, Colombia, Perú), seguida de la energía eólica
(México, Colombia) y en tercer lugar la solar (Chile).
El potencial técnico de desarrollo
de las energías renovables en América Latina es significativo. Para dar una
idea de su magnitud, si se aprovechara el 1.6% del potencial total estimado
podría cubrirse la demanda actual completa de la región. [20]
Las oportunidades para el
desarrollo de las diversas energías renovables en la región de la Alianza del
Pacífico se han identificado a lo largo de la geografía subcontinental. Destacan las zonas propicias para energía
solar en México y Chile, las zonas de mayor potencial para energía eólica en
Colombia y México, la localización de la energía geotérmica en Perú y México
(que ya es uno de los 5 países con mayor capacidad instalada en esta
tecnología), y la ubicación de la energía marina en Chile.[21]
·
Los
modelos regulatorios, operativos y de negocios estén en línea para facilitar la
participación privada
·
Los
costos nivelados de la energía en las diversas tecnologías continúen
convergiendo en el futuro[22]
·
Existan
metas explícitas de los países en la materia.
Un ejemplo reciente sobre la
evolución en los precios de la energía renovable hacia niveles más competitivos
es la cuarta subasta de suministro de electricidad con recursos energéticos
renovables al sistema eléctrico interconectado nacional (SEIN) de Perú, el
pasado 16 de febrero de 2016, particularmente si se le compara con los precios
obtenidos en la subasta realizada cinco años antes.
Así, Chile ha señalado su intención
de que el 60% de la generación eléctrica en 2035 provenga de fuentes renovables
(incluyendo energía hidráulica); México ha definido su propósito de que para
2024 al menos el 35% de su “mix” sea
aportado por fuentes limpias (incluyendo también la energía hidráulica de gran
escala, nuclear y cogeneración eficiente).
Colombia ha propuesto elevar la participación de las energías renovables
no convencionales a entre un 6 y un 10% para 2028 (además del 68% que ya se
produce con base en energía hidráulica).
Mientras que Perú ha ofrecido incluir por lo menos un 5% de energías
renovables no convencionales para 2025, en adición al más de 60% que ya
representa la energía hidráulica.
En adición al crecimiento acelerado
de las energías renovables, el esfuerzo en América Latina estará concentrado
también en la sustitución de combustóleo y carbón por gas. En general, la región cuenta con el “mix” menos contaminante de todo el mundo
para la generación de energía eléctrica.[23],[24]
En particular, será necesario
fortalecer y vincular entre sí los
ecosistemas de innovación nacionales en materia de energía, para abordar temas
relacionados con el aprovechamiento de las energías renovables no
convencionales, así como con la implantación de las redes eléctricas
inteligentes (smart grids)[26], la solución a la gestión
de la intermitencia y problemas técnicos de pérdida de energía en la
transmisión y distribución (que no es exclusivo de las energías renovables), y
el desarrollo de opciones viables para el almacenamiento de energía.
La implementación de las redes
eléctricas inteligentes prácticamente no ha iniciado en la región de la Alianza
del Pacífico, salvo por algunas pruebas realizadas por Colombia.[27]
En la actualidad, menos del 5% de
los activos en la industria de generación eléctrica están conectados. Pero se estima que más de 10 mil millones de
dispositivos lo estarán para 2020. La
cadena de valor del subsector se transformará por completo: la electricidad y
la información fluirán en múltiples direcciones y los diferentes actores podrán
añadir valor. Los proveedores de energía
habrán de evolucionar hacia compañías industrial-digitales. La generación digital centralizada descansará
en una mezcla de combustibles fósiles y energías renovables; la red digital conectará la generación con el
consumo en formas diversas; y el consumo digital añadirá capacidades de
respuesta a la demanda, así como generación descentralizada y capacidades de
almacenamiento de energía.[28]
En la medida en que la industria
busca optimizar su “mix” de fuentes
primarias y no concentrarse en una sola fuente, y dada la intermitencia de las
energías renovables no convencionales, el objetivo consiste en mantener la red
estable, con el apoyo de softwares
que, por un lado, manejan la intermitencia de las energías renovables
haciéndola predecible y, por el otro, aseguran el uso del gas para compensar
las fluctuaciones de oferta y demanda en la red.
En aras de la seguridad energética,
la interconexión eléctrica es un objetivo crítico en la agenda de corto plazo
de América Latina: México y
Centroamérica vienen trabajando en este sentido; Colombia con Panamá; Brasil y Ecuador, y este
último con Perú; Chile con Argentina;
Bolivia y Perú.
b) Retos
A partir del contexto internacional
y con base en sus propias potencialidades, los países de la región de la AP
habrán de enfrentar retos en dos ámbitos principales del sector de energía que
conviene revisar por separado: el de la industria de petróleo y gas, y el de la
generación de energía eléctrica, incluyendo en este último caso a las energías
renovables.
En el primer caso –la industria de
petróleo y gas- los retos principales son:
·
Que
las grandes empresas petroleras, estatales y privadas, logren diseñar
estrategias para navegar en un escenario de precios bajos, incluyendo por lo
menos los temas siguientes: minimización
de costos, acceso a capitales, optimización del portafolio (jerarquización de
proyectos y unidades de negocio de acuerdo con su rentabilidad, concentración
en core business), retención del
talento, y revisión sistemática de la congruencia entre planes a corto, mediano
y largo plazos.
·
Fortalecer
las cadenas de valor nacionales de la industria mediante nuevos modelos de
negocio en esquemas de asociación público-privada, tanto en las actividades
centrales como en otras complementarias; y a través del desarrollo de
proveedores regionales de clase mundial en esquemas de clústeres que promuevan
la cooperación inter-empresarial y el alineamiento de las acciones de los
diferentes niveles de gobierno.
·
Aumentar
la inversión y la participación privada en la exploración de hidrocarburos,
para incrementar las reservas probadas (a pesar del bajo precio de los
hidrocarburos) y que siga siendo una industria proveedora de rentas para los
gobiernos nacionales y una fuente de materias primas para las industrias locales y regionales.
·
Aumentar
la inversión y la participación privada en la producción de refinados y
productos petroquímicos, a fin de aprovechar las condiciones favorables de
precio y reducir la dependencia del mercado externo, atendiendo puntualmente
las exigencias y oportunidades de la normatividad ambiental (como la producción
complementaria de biocombustibles).
·
En
general, abrir nuevas oportunidades de inversión en esquemas de asociación
público-privada a lo largo de la cadena (up-stream,
mid-stream y down-stream) con un criterio claro de mayor eficiencia.
·
Incorporar
como factor determinante en el desarrollo futuro de la industria su adecuación
a las políticas nacionales de combate al cambio climático.
En el segundo caso –la generación
de energía eléctrica y las energías renovables- los retos principales consisten
en:
·
Transformar
la región en una zona con disponibilidad de energía de bajo costo para la
producción manufacturera, minera y del sector primario (agropecuario, forestal
y acuícola), mediante el aprovechamiento del gas y el desarrollo de redes
nacionales de ductos, estructurando un mercado regional de gas.
·
Promover
un mercado eléctrico transfronterizo regional a partir de la interconexión de
las redes nacionales, desde México hasta Chile.
Aprovechar la ruta del tendido eléctrico para hacer la conexión física
de los países a través de fibra óptica, como un backbone regional para las telecomunicaciones.
·
Aumentar
la inversión y la participación privada en infraestructura de generación, así
como en el fortalecimiento del backbone
nacional de transmisión y distribución de energía eléctrica, y en la conversión
del sistema a red inteligente, a fin de atender el crecimiento de la demanda
previsible, aumentar la participación de
las energías renovables en el “mix energético”, y elevar la eficiencia del
sistema.
·
Lograr
la electrificación de todas las zonas aisladas de los cuatro países, y
particularmente de Perú y Colombia, cuya población rural carece de este
servicio en un 27% y 12%, respectivamente.[29] Para ello, están disponibles soluciones
tecnológicas de bajo costo, a partir de pequeñas redes basadas en el uso de
energías renovables (solar) y –cuando se requiere- complementadas con otras
fuentes tradicionales de energía (diesel).
·
Aprovechar
plenamente y fortalecer el conocimiento y las capacidades de investigación
regional en materia de energías renovables, con miras a desarrollar un
liderazgo global en tecnologías relacionadas con energía solar, eólica y
geotérmica.
c) Apuestas estratégicas
A corto plazo, se identifican
oportunidades de intervención pública y/o privada que pueden tener un mayor
efecto sobre la productividad de las actividades económicas de los cuatro
países, y en las cuales también puede influir positivamente el proceso de
integración de la Alianza del Pacífico.
En materia de petróleo y gas las
oportunidades son:
Nuevas licitaciones
para exploración y producción de petróleo y gas en Colombia, México y Perú en
áreas de bajo costo de desarrollo.- Los países petroleros de la Alianza del
Pacífico tienen necesidad de aumentar sus reservas probadas de hidrocarburos y
lo pueden hacer con apoyo en tecnología y recursos financieros globales en
virtud de que sus entornos institucionales se han actualizado.
EXPLORACIÓN
DE HIDROCARBUROS
Las principales oportunidades de Colombia se
encuentran en los bloques de aguas profundas del Caribe y el fracking. Perú licitará áreas más pequeñas para atraer
a más compañías. Dependiendo de los precios internacionales prevalecientes, México
espera recibir del orden de 2 mil millones de dólares en proyectos de
exploración en los próximos 3 años, particularmente
en el Golfo de México y en el área de aguas profundas del Cinturón Plegado
Perdido.
Definición de programas
públicos a largo plazo para vincular la producción de etanol con la producción
y comercialización de biocombustibles.- La industria
azucarera es relevante en los tres países petroleros de la Alianza del
Pacífico, y requiere de nuevos consumidores para compensar la pérdida gradual
de demanda que ha venido experimentando a nivel global. La producción de biocombustibles con base en
etanol proveniente de la caña de azúcar no se ha desarrollado a gran escala en
virtud, principalmente, de factores institucionales como la falta de acuerdos
entre oficinas gubernamentales, productores primarios e industriales, que se
reflejen –para dar certidumbre- en programas y contratos de largo plazo.
BIOCOMBUSTIBLES
CON BASE EN ETANOL
Colombia destina actualmente 80 mil hectáreas a
la producción de biocombustibles y tiene 5 millones de hectáreas aptas para
abastecer no sólo sus necesidades domésticas, sino también para convertirse en
un proveedor de clase mundial.
PEMEX ha empezado a comprar etanol en subastas
públicas (157 millones de litros). Pero
el potencial existente, considerando solamente el 5% de biocombustible por
litro de gasolina, en la mitad de la producción nacional, podría cuadruplicar
ese volumen inicial.
Nuevos modelos de
negocio para la gestión de la confiabilidad a lo largo de la cadena de valor
del petróleo y gas.- La confiabilidad se refiere a la gestión
integral de activos, incluyendo mantenimiento y operación, con un enfoque de
seguridad y eficiencia. Esta filosofía
se basa crecientemente en la generación y uso de información pertinente,
obtenida con la ayuda de softwares especializados y dispositivos
electrónicos. Tanto la industria upstream, como la midstream y downstream,
requieren de estos conceptos para definir líneas de base, métricas
operacionales, hacer benchmarking, y
utilizar con oportunidad otra información relevante para apoyar la toma de
decisiones.
SISTEMA
DE CONFIABILIDAD INSTITUCIONAL
El aumento de la confiabilidad y el
establecimiento de un sistema institucional que recorra toda la cadena de valor
es una alta prioridad de PEMEX. Existe
una clara oportunidad de negocio para PyMEs globales con experiencia probada y
el expertise técnico en el desarrollo
de sistemas de confiabilidad, basados en tecnologías de información y
comunicación, a partir de modelos diversificados de asociación público-privada
(outsourcing, contratos basados en
resultados, etc.)
Promoción selectiva de
inversiones en plantas de refinación y petroquímica.- Las plantas
de refinación de los cuatro países miembros de la Alianza del Pacífico
requieren de modernización para cumplir con la normatividad ambiental más
exigente a nivel internacional e incrementar el porcentaje de destilados en la
mezcla final de productos. En un escenario de precios bajos de los
hidrocarburos, las plantas petroquímicas pueden ser opciones atractivas de
negocio, en la medida en que tengan asegurado el abasto de la materia prima y
los mercados de venta de sus productos.
INVERSIÓN
EN LA INDUSTRIA DOWNSTREAM
ECOPETROL está concluyendo la ampliación y
modernización de su refinería en Cartagena, con lo cual casi duplicará la
capacidad de proceso de 80 a 150 mil barriles diarios. Con ello se cuadruplicará la producción de
diesel, se elaborarán gasolinas de calidad ecológica, se eliminará el
combustóleo (fuel-oil), y se
generarán excedentes para la petroquímica. La inversión total fue de alrededor
de 4 mil millones de dólares.
PETROPERU está modernizando y ampliando su
refinería de Talara, para pasar de una capacidad de proceso de 65 mil barriles
diarios a 95 mil. El avance al inicio de
2016 se estima en un 30%, y el inicio de
operaciones se ha programado para 2019. Producirá combustibles de mayor calidad
con una inversión total del orden de 3,500 millones de dólares.
En esquemas de asociación público-privada, PEMEX
va a promover proyectos de inversión por 23 mil millones de dólares durante los
próximos tres años en la modernización de sus plantas de refinación, a fin de
producir gasolinas más limpias, reducir la generación de gases de efecto
invernadero (GEI), y reutilizar productos residuales. Asimismo, va a desarrollar proyectos de
energía para cogenerar 2.3 MW de electricidad para autoconsumo y venta de
excedentes.
PEMEX también puede producir más etileno en
asociación con las empresas privadas apropiadas, a fin de atender la demanda
interna. El gasto de capital se estima
en 200 millones de dólares.
Consolidar clusters locales en la industria upstream a fin de mejorar las
capacidades empresariales de las PYMEs para responder a los requerimientos de
los nuevos jugadores globales.- La clusterización
permite a las PYMEs mejorar sus capacidades técnicas y de negocio a través de
la cooperación y la solución de problemas comunes, mediante el diálogo con
otros actores interesados (niveles de gobierno, entidades de investigación y
desarrollo, proveedores de servicios financieros, y otros jugadores
especializados). Proporciona el
ecosistema adecuado para el crecimiento.
Aberdeen en Escocia, Stavanger en Noruega y Houston en Estados Unidos
son ejemplos de sitios que han logrado desarrollar clusters petroleros de gran impacto. Los países petroleros de la Alianza del
Pacífico podrían aprender de estos casos exitosos, a fin de desarrollar custers locales capaces de cumplir con
los requerimientos de las empresas operadoras y otros integradores globales de
servicios que están entrando al mercado.
DESARROLLO
DE CLUSTERS Y PROVEEDORES LOCALES
En el contexto del mercado mexicano actual,
PEMEX será un operador más entre un conjunto amplio de empresas privadas de
talla global. Dentro de un escenario de precios bajos de hidrocarburos y, por
tanto, de requerimientos de servicios eficientes de bajo costo, los nuevos
jugadores globales están buscando abastecerse con empresas locales, y ayudar a
su mejora.
Cd. del Carmen y Villahermosa son los dos sitios
en que se concentra la mayor parte de las PYMEs que dan servicio a la industria
petrolera upstream. Su localización
es ideal para impulsar la consolidación de un cluster de servicios con proveedores calificados locales y otros
que pudieran arribar de los mercados petroleros de servicios de Colombia y
Perú.
Habría que recordar que Colombia y Perú abrieron su
industria petrolera hace años a la participación de empresas globales que ahora
están presentes en sus mercados. Y las
empresas locales proveedoras se forjaron en la competencia y el nivel de
exigencia de los operadores internacionales, por lo que ahora pueden
capitalizar su experiencia participando de manera directa o en asociación con
otras empresas locales en el mercado mexicano que ya empieza a recibir también
a los grandes jugadores globales.
Definición de modelos
de negocio y condiciones de licitación para promover farm-outs en la industria upstream
de petróleo y gas.- Como contratos de asociación estratégica
entre la empresa propietaria de derechos de explotación y otras empresas que
proporcionan capital, tecnología, capacidad operacional, etc., los farm-outs pueden amoldarse a las
condiciones de cada proyecto específico.
Su éxito dependerá de la claridad y transparencia con que se realicen
las licitaciones.
FARM-OUTS EN PEMEX
Los primeros farm-outs
se realizarán en 2016. Diez paquetes
se han definido con un total de 2.1 mil millones de barriles de crudo
equivalente de reservas 2P, y 539 millones de bce de reservas 3P. La inversión
total se estima en 32.3 mil millones de dólares en un lapso de 5 a 10 años. Los
paquetes incluyen campos maduros, crudo marítimo extra-pesado, campos gigantes
de gas en aguas profundas, y el campo de crudo en aguas profundas del Cinturón
Plegado Perdido.
Definición de modelos
de negocio y condiciones técnicas en el desarrollo de cadenas logísticas
eficientes para almacenar y transportar (red de ductos e instalaciones
portuarias) crudo, gas y derivados, de propiedad pública y privada.- Ser
propietario de la cadena logística no es una prioridad de las compañías petroleras
nacionales, sobre todo cuando los propietarios del crudo, del gas y demás
derivados pueden ser otras muchas empresas.
Los cuatro países miembros de la Alianza del Pacífico necesitan mejorar
sus redes nacionales de ductos, así como sus instalaciones de almacenamiento y
sus terminales intermodales marítimas y terrestres.
CORREDOR
TRANSOCEANICO DEL ISTMO DE TEHUANTEPEC
PEMEX planea hacer una licitación en 2016 para
asignar un proyecto de inversión a un socio capaz de desarrollar un corredor
transoceánico a través del Istmo de Tehuantepec, para conectar los puertos de
Salina Cruz en el Pacífico y Coatzacoalcos en el Atlántico, mediante dos nuevos
gasoductos. El valor del contrato se estima en 1.7 mil millones de dólares,
incluyendo instalaciones de almacenamiento y la mejora requerida en las
instalaciones portuarias.
Desarrollar nuevas
plantas de refinación que reflejen el estado del arte en la materia.- La producción
de destilados en notoriamente insuficiente en el caso de México para abastecer
su demanda interna. El país importa
actualmente más de 400 mil barriles de gasolinas por día, y del orden de 150
mil barriles de diesel.
NUEVA
REFINERÍA DENTRO DE UN ESQUEMA DE PARTICIPACIÓN PÚBLICO-PRIVADA CON PEMEX
Existe una oportunidades de negocio para
desarrollar y operar nueva capacidad de refinación en México, que refleje el
estado del arte en la materia, buscando al mismo tiempo economías de escala y
aglomeración, así como encadenamientos productivos con otras plantas de
refinación y petroquímica, Un sitio
apropiado sería el Istmo de Tehuantepec, probablemente en las dos refinerías
que están ahí instaladas.
Por su parte, en el subsector de
generación de energía eléctrica y energías renovables se identifican seis
oportunidades de intervención a corto plazo:
Implementar la Smart Grid para lograr un
aprovechamiento pleno de las redes eléctricas nacionales.- Digitalizar
las redes eléctricas para interconectar instalaciones de generación,
transmisión y distribución, supone un gran paso cualitativo en la gestión de
los sistemas nacionales. Es un proceso
de varios años que se va ejecutando por etapas.
Una primera etapa, además de contar con un plan, consiste en establecer
la infraestructura de medición avanzada.[30]
“METROS
INTELIGENTES” PARA LA RED NACIONAL DE ENERGÍA ELÉCTRICA DE MÉXICO
El plan para transformar la red eléctrica
mexicana en una red inteligente considera en una primera etapa la incorporación
de 30.2 millones de “metros inteligentes” para el 2025, con un valor de mercado
de 10 mil millones de dólares.
Consolidar redes
distribuidas de generación eléctrica para incorporar zonas aisladas e
interconectar a los diversos productores potenciales de energía.- Proporcionar
energía eléctrica a zonas aisladas en los cuatro países miembros de la Alianza
del Pacífico es una alta prioridad social.
La tecnología permite ya opciones diversas para dotar de micro-redes a
comunidades pequeñas, con base en energías renovables o combinadas con fuentes
tradicionales, que no se conectan con la red eléctrica nacional. Por otra parte, la red distribuida es también
un concepto utilizado para denominar a la tecnología que forma parte de la red
inteligente y que permite la interconexión de diversas unidades generadoras de
energía a la red nacional y su gestión adecuada.
PROGRAMA
NACIONAL DE ELECTRIFICACIÓN FOTOVOLTÁICA DOMICILIARIA DE PERU
Iniciado en 2013, su objetivo es dotar de
energía eléctrica a 500 mil familias en zonas aisladas del país para alcanzar
un nivel de cobertura rural del 95% para 2018.
La tecnología utilizada es solar fotvoltáica, por ser de gran
versatilidad en cuanto a su escala y condiciones de instalación, además de que
se administra localmente.
Desarrollar una red
regional de investigación y desarrollo sobre energías renovables
(particularmente solar, eólica y geotérmica), con énfasis en las tecnologías de
almacenamiento de energía.- Aprendiendo de la formación de la red
regional de investigación en materia de cambio climático, los países miembros
de la Alianza del Pacífico podrían impulsar el diseño y ejecución de un
programa de investigación y desarrollo sobre energías renovables que propicie
la interacción de los recursos humanos calificados y se proponga como objetivo
alcanzar el liderazgo mundial en temas de interés para la región. Por la importancia estratégica que tendría
para dar viabilidad en mayor escala a las energías renovables no
convencionales, se considera que uno de los temas de investigación podría ser
sobre las tecnologías de almacenamiento de energía.
Desarrollar redes
nacionales eficientes de gasoductos para abastecer zonas industriales y
residenciales.- El gas se ha convertido en la principal
fuente de energía primaria en esta fase de transición mundial hacia energías
más limpias. Para los países de la
región será componente esencial en la generación de energía eléctrica, y
también para abastecer zonas industriales y residenciales mediante redes de
gasoductos, ya sea que se importe como en el caso de México y Chile, o bien que
se produzca localmente como en el caso de Colombia y Perú. Lo relevante consiste en habilitar
plataformas eficientes que hagan disponible este energético a bajo costo y
eleven la competitividad de la región para actividades económicas diversas:
manufactureras, mineras, y del sector primario (agropecuario, forestal,
acuícola).
REGIÓN
ENERGÉTICA DE AMÉRICA DEL NORTE
México planea aumentar su red de ductos en un
75% para 2018, y triplicar el abastecimiento de gas por ducto desde Estados
Unidos, a fin de alcanzar 7 mil millones de pies cúbicos por día en 2028.
Varios proyectos se licitarán en 2016,
incluyendo un ducto submarino de Texas a Tuxpan, con un costo estimado de 3 mil
millones de dólares.
Más de 10 mil millones de dólares en inversiones
de ductos en planeación o terminados se ha anunciado tan solo durante 2015.
Desarrollar clusters energéticos específicos en los
países de la región (eólicos en Colombia y México, solar en Chile y México,
geotérmico en Perú y México).- En cada país de la región sobresale alguna
zona por la concentración que ahí ha tenido la inversión en energías renovables
no convencionales. Tal es el caso, por
ejemplo, de la región del Istmo de Tehuantepec en México para la energía eólica
y el desierto de Atacama en Chile para la energía solar. El desarrollo ordenado y con mayor
participación y beneficio local en estas zonas es posible mediante la
organización y operación de clusters
que reúnan a las distintas partes interesadas, incluyendo a los niveles de
gobierno, centros de investigación, proveedores de la cadena de valor, para
acordar una agenda común que promueva la sustentabilidad –social y ambiental-
de largo plazo de la zona y el valor agregado local.
CLUSTER
DE ENERGÍA EÓLICA EN LA VENTOSA
La zona sur de la región del Istmo de
Tehuantepec, donde se ubica la Ventosa, tiene uno de los mayores potenciales
para energía eólica del mundo. México
registra el más alto crecimiento mundial de la industria de generación de
energía eólica. Este factor y la
necesidad de atender mejor los impactos sobre las comunidades locales se pueden
abordar mejor desde un esquema organizativo tipo cluster.
Implementar la
interconexión eléctrica entre los países de la región (particularmente entre
Chile y Perú).- Perú tiene bajos costos de energía eléctrica
y es superavitario en energía. Chile por
el contrario tiene costos altos de energía eléctrica y es deficitario. Su vecindad refuerza la conveniencia de
interconectar sus sistemas eléctricos, de manera que Perú pueda vender la
energía de bajo costo que le sobra y Chile pueda comprar energía eléctrica para
mejorar sus costos. Este esfuerzo
formaría parte de una iniciativa política de los países de la Alianza del
Pacífico para lograr en un plazo perentorio la interconexión eléctrica desde
México hasta Chile.
INTERCONEXIÓN
ELÉCTRICA CHILE-PERÚ
A la fecha, la discusión técnica sobre la
interconexión eléctrica entre Chile y Perú ha finalizado. Se han definido bases de licitación de la
primera línea eléctrica con un tendido de 70 kilómetros entre Arica y
Tacna. Sólo falta la decisión política.
[1] Así lo señala la ONU en su document marco The future we want:
background paper for global energy consultation, 2013.
[2] Sustainable energy for all:
a global action agenda, 2012;
Sustainable energy for all: a vision statement by Ban Ki-Moon,
secretary-general of the United Nations, 2011; Energy for a sustainable future, the
secretary-general’s advisory group on energy and climate change, 2010.
[3] Lo cual supone, entre otras cosas, dejar de
usar combustibles fósiles contaminantes para calentar los alimentos.
[4] La seguridad energética es la dimensión
crítica para el suministro necesario que alimenta el crecimiento económico y el
desarrollo social; la sustentabilidad ambiental es la dimensión que combate el
cambio climático y mantiene una buena calidad del aire y del agua; y la equidad
energética es la dimensión que asegura el acceso costeable de la energía a
todos los niveles de la sociedad.
[5] 2015 Energy Trilemma Index: benchmarking the sustainability of
national energy systems; World Energy Council, 2015.
[6] Aquí se adopta la definición de la Agencia Internacional
de Energía sobre la clasificación de las fuentes de energía primaria: los combustibles fósiles son el crudo, el
carbón y el gas; las energías renovables convencionales son la hidroeléctrica
de gran escala y la nuclear; y las energías renovables no convencionales se
refieren a la eólica, la solar, la geotérmica, la hidroeléctrica de pequeña
escala y la biomasa.
[7] “Impact of Paris 2015”; IHS Energy CERAWeek, The Wall Street
Journal, febrero 23, 2016.
[8] Base de datos de comercio exterior integrada
por SAI, Derecho y Economía, con información de United Nations Comtrade
Database.
[10] BP statistical review of world energy 2012 y The
Economist, “Who’s afraid of cheap oil?”, enero 23, 2016.
[11] CIA World Factbook; enero 2014, el dato de Chile se refiere a las
reservas probadas entre el consumo
anual.
[12] Algunos representantes de la industria en
Estados Unidos han expresado también su opinión de que México y su red de
ductos puede ser una alternativa más económica para exportar gas a la región
asiática.
[13] Que en el caso de México podría potenciarse a
través de las zonas económicas especiales que habrán de promoverse a partir de
este año en tres regiones que miran hacia el Pacífico: la zona aledaña al puerto de Lázaro Cárdenas,
la región del Istmo de Tehuantepec, y la zona circundante a puerto Chiapas.
[14] Portal de internet Petrochemical Update, publicado el 20 de
febrero de 2015.
[15] BP Energy Outlook 2035;
British Petroleum, febrero 2015.
[16] Las fuentes de energía primaria
para generar energía eléctrica pueden dividirse, en función de su generación de
gases de efecto invernadero (GEI), en fósiles (carbón, crudo y gas), nuclear y
renovables. Las energías renovables
pueden dividirse a su vez en convencionales (hidroeléctrica de gran escala,
biomasa) y no convencionales (eólica, solar, geotérmica, de mareas).
[17] Meeting the electricity supply/demand balance in Latin America &
the Caribbean;
Rigoberto Ariel Yepez-García, Todd M. Johnson y Luis Alberto Andrés; Banco
Mundial, septiembre 2010.
[18] Ibid.
[20] Repensemos nuestro futuro energético;
Walter Vergara, Claudio Alatorre y Leandro Alves; Banco Interamericano de Desarrollo, 2013.
[22] El costo nivelado de energía es aquél que
permite hacer una comparación sobre las mismas bases de los diferentes costos
de inversión, operación y mantenimiento de las distintas tecnologías, tomando
en cuenta también su disponibilidad efectiva.
[23] Así lo ha hecho notar Rigoberto Ariel
Yépez-García, jefe de la división de energía del Banco Interamericano de
Desarrollo, atribuyendo el fenómeno a que alrededor del 55% proviene de energía
hidráulica.
[24] Repensemos nuestro futuro energético;
Walter Vergara, Claudio Alatorre, Leandro Alves; Banco Interamericano de
Desarrollo, 2013.
[25] IRENA; ID+D para las tecnologías de energías
renovables: cooperación en América
Latina y el Caribe; 2015.
[26] La smart grid consiste en la aplicación de
tecnologías para el control remoto y automatización de la red, incluyendo todos
los elementos necesarios para llevar la electricidad desde la planta donde se
genera hasta los consumidores: cables, subestaciones, transformadores,
switches, etc. Para hacerla inteligente,
se adiciona a la red tecnología digital de comunicaciones de dos vías que
conecta todos los dispositivos asociados a la misma. A cada dispositivo se le colocan sensores
para recopilar información (metros de línea, sensores de voltaje, detectores de
fallas, etc.), así como comunicación digital en dos sentidos, entre el
dispositivo en el campo y el centro de operaciones de la compañía de
servicio. Las aplicaciones posibles
crecen aceleradamente. Los beneficios
incluyen una mejor ciber-seguridad, gestión de las fuentes de suministro como
la energía solar y eólica, etc.
[27] Smart from the start;
PwC, 2011.
[28] “Digital Revolution: the
biggest transformation the power sector has seen”; en World Energy Focus,
#18, diciembre 2015; Consejo Mundial de Energía.
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