martes, 10 de julio de 2018

Oportunidades en materia de petróleo, gas, electricidad y energías renovables en el marco de la Alianza del Pacífico

Esta nota la escribí en 2016 cuando formé parte de un equipo de trabajo que en PwC México tenía la encomienda de formular un informe sobre el Futuro de la Alianza del Pacífico.



a)    Relevancia

La energía es el sector industrial más grande del mundo, y sus servicios son un insumo esencial para casi todos los bienes y servicios de la economía global.[1] 

La participación del sector energético en el producto interno bruto (PIB) de los países miembros de la Alianza del Pacífico es como sigue:

Países
Petróleo y Gas
Energía Eléctrica
Suma
Colombia
7.3
3.8
11.1
Chile
1.0
2.4
3.4
Perú
3.4
1.8
5.2
México
6.3
2.3
8.6
Nota:  Incluye la industria petrolera aguas abajo.

Al reconocer que la energía es necesaria para el desarrollo y que la energía sustentable es necesaria para el desarrollo sustentable, la ONU ha propuesto metas ambiciosas para el año 2030 a través de su iniciativa “Energía sustentable para todos”[2]:

·         Asegurar el acceso universal a los servicios modernos de energía[3]
·         Duplicar la participación de la energía renovable en el “mix” de la energía global
·         Duplicar la tasa global de mejora de la eficiencia energética.

El Consejo Mundial de la Energía, agencia especializada de Naciones Unidas, ha traducido estas metas en el objetivo de mantener balanceadas tres dimensiones:  la seguridad energética, la sustentabilidad ambiental y la equidad energética.[4]  Conforme a su último ranking (2015), el desempeño de los países miembros de la Alianza del Pacífico dentro de un conjunto de 130 países es como sigue:[5]

País/Dimensión
Seguridad Energética
Sustentabilidad Ambiental
Equidad Energética
Ranking General *
Países miembros de la Alianza del Pacífico
Colombia
13
3
58
18
Perú
27
36
84
40
Chile
57
81
51
43
México
37
80
61
48
Otros países
Estados Unidos
3
95
1
12
Argentina
9
30
103
47
Brasil
43
17
78
37
*  Incluye consideraciones adicionales sobre la fortaleza política, social y económica de los países, por lo que puede ubicarse por arriba o por debajo de los índices energéticos específicos.

La posición de Colombia es buena (18), particularmente en materia de sustentabilidad ambiental (3).  No así la de México, que ocupa el lugar general 48 y en materia ambiental el 80.

El suministro mundial de energía primaria se ha cubierto históricamente en más de un 80% con combustibles fósiles (petróleo crudo, carbón y gas).  Esto habrá de cambiar.  Sólo el gas natural aumentará su participación en los próximos años, debido a que sustituiría crecientemente en el uso industrial y de generación de energía eléctrica a los otros dos combustibles considerados más contaminantes (petróleo crudo y carbón) y también por su demanda como materia prima de la industria petroquímica. Mientras tanto, las energías renovables no convencionales (sobre todo, eólica y solar) aumentarán su participación en la generación de energía eléctrica[6].

  


  
FUENTE:  PB Energy Outlook 2035; febrero 2015.

El combate al cambio climático descansa en gran medida en que el patrón de distribución en la composición de las fuentes de energía primaria hacia las energías renovables realmente se consolide y pueda, incluso, acelerarse y profundizarse para alcanzar la meta de evitar el aumento de dos grados centígrados en la temperatura del planeta.[7]

Subsector de petróleo y gas

El petróleo crudo, transformado en combustibles, que es y seguirá siendo predominante en el sector de transporte en el mediano plazo, reducirá su participación en la oferta de energía primaria debido a tres factores principales:

·         Las medidas de eficiencia de la industria del autotransporte que permitirán traslados más largos con un menor consumo de combustible
·         Las medidas de los gobiernos para mejorar la calidad de los combustibles a través de la producción de biocombustibles, que no compitan con la producción de alimentos
·         El crecimiento, aún marginal, de la participación en los vehículos automotores propulsados por energías distintas de los combustibles fósiles tradicionales.

Tres de los países miembros de la Alianza del Pacífico (Colombia, Perú y México) producen y exportan hidrocarburos, y todos son importadores importantes de productos derivados.  A la fecha, sólo una fracción reducida de las exportaciones es materia de comercio intra-regional.[8]

País
Importaciones
Exportaciones
Comercio intra-regional

México
33.2 mil millones de USD
44.2 mil millones de USD
Importación de gas de Perú (785 millones de USD)
73% productos refinados
21% gas
88% crudo


Colombia
7.5 mil millones de USD
33.5 mil millones de USD
Exportación de carbón a Chile (529 millones de USD)
99% productos refinados
79% crudo
14% carbón
Importación de productos refinados de Perú (287 millones de USD)




Perú
5.9 mil millones de USD
3.0 mil millones de USD
Exportación de gas a México (785 millones de USD)
50% crudo
48% productos refinados
68% productos refinados
19% gas
12% crudo
Exportación de productos refinados a Colombia (287 millones de USD)
Exportación de crudo a Chile (115 millones de USD)


Chile
14.2 mil millones de USD
417 millones  de USD
Importación de carbón de Colombia (529 millones de USD)
41% productos refinados
39% crudo
13% gas
63% productos refinados
22% carbón
Importación de crudo de Perú (115 millones de USD)
Datos correspondientes a 2014, partidas del Sistema Armonizado a cuatro dígitos.

La dependencia de estos países de productos refinados importados es variable:[9]

País
Volumen importado 2012 (miles barriles/día)
% sobre producción nacional total
Colombia
65
20%
Chile
136
66%
México
652
45%
Perú
57
24%

México es ya el principal importador mundial de gasolinas con más de 400 mil barriles diarios.  El gobierno ha anunciado que se adelantará para 2016 la medida prevista para el año siguiente de permitir la libre importación de gasolinas hacia el país, por lo que la distribución de este producto dejará de ser un monopolio público.

Al nivel de la región latinoamericana, el rezago en materia de refinación ha sido creciente.  Perú y Colombia están inmersos actualmente en procesos de modernización de sus refinerías, mientras que México estaba por iniciar varios proyectos en esa materia.  Sin embargo, la caída de los precios del crudo ha restringido la disponibilidad de recursos públicos para realizar las inversiones necesarias.

 



  

Aunque las reservas mundiales probadas de petróleo se han multiplicado por 2.4 entre 1980 y 2011, las dos terceras partes de ellas son inviables en un escenario de 30 dólares por barril o menos.[10]  El bajo nivel de precios se mantendrá en el futuro previsible en virtud de la política de la OPEP orientada a conservar su participación de mercado, al ingreso de productores de bajo costo como Irán, y a la lenta salida de los productores de más alto costo.  Cabe mencionar que, a diferencia de la industria upstream, el efecto de los precios bajos en la industria downstream de refinación y petroquímica es favorable.

En el caso de los países de la región de la AP, sus reservas probadas de crudo se han venido reduciendo.  Al nivel actual de producción, Colombia tiene reservas probadas para 7 años, México para 11 y Perú para 29.  En cuanto al gas natural, al nivel actual de producción, las reservas probadas de los países tendrán una duración de:  11.1 años en Perú, 15.5 años en Colombia, 18.5 años en Chile, y 9.0 años en México.[11] 

Para los países productores y exportadores de hidrocarburos en la región, la caída en los precios internacionales ha significado también una reducción importante en sus ingresos públicos.

Por otra parte, cabe mencionar como un fenómeno sobresaliente a nivel global, la transformación de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México) en la zona con la mayor disponibilidad de gas natural de bajo costo, a partir del rápido incremento en la producción de Canadá y Estados Unidos en los últimos años, y a la densa red de ductos que recorren toda la región.  Es en este último aspecto en el cual figura México, con un crecimiento dinámico de su red nacional de ductos, con gas importado de Estados Unidos, para abastecer a plantas de generación eléctrica y zonas industriales, e inclusive exportar a Guatemala[12] y otros países de Centroamérica. 



Este fenómeno se sustenta en gran medida en la producción de gas shale en Estados Unidos, que previsiblemente continuará a niveles elevados incluso en un escenario prolongado de precios internacionales bajos. Las reservas probadas de gas natural de Estados Unidos al nivel de producción actual son de casi 100 años, y siguen creciendo. El efecto de una amplia disponibilidad de gas a bajo costo se reflejará en una mayor competitividad para la producción manufacturera en la región[13], y en particular para la que es intensiva en el consumo de energéticos.

 




El efecto también ha sido favorable para la industria petroquímica que tiene en el gas a su principal materia prima.  La producción de etileno en Estados Unidos con base en gas etano (más competitivo que las naftas del crudo como insumo) ha sido muy dinámica en los últimos años; se espera que aumente un 45% a partir de 2015 para alcanzar 35 millones de toneladas en 2020, y –a nivel global- que duplique su producción para 2040.[14]  La demanda de petroquímicos está ligada al crecimiento general de la economía por la amplia gama de productos en los que se incorpora como materia prima, y constituye ya el principal uso de los hidrocarburos fuera del sector transporte (crudo), y del subsector de energía eléctrica (gas). 

Subsector de generación de energía eléctrica y energías renovables

Por su parte, el subsector de generación de energía eléctrica a nivel global será cada vez más la actividad líder en el campo de la energía por su creciente participación en el uso de la energía primaria[15] (que será cercana al 50% de la energía primaria total para 2035), y por su evidente efecto sobre el desarrollo económico y social.  En los países miembros de la Alianza del Pacífico, la distribución actual (2012) de las fuentes primarias de energía para generar electricidad refleja el predominio de los combustibles fósiles (gas, crudo y carbón) en Chile y México, y de la energía hidroeléctrica en el caso de Colombia y Perú.[16] 

 































En cuanto a la demanda de energía eléctrica en la región latinoamericana, ésta casi se duplicará entre 2014 y 2030, y crecerá un 70% adicional entre 2030 y 2050..[17] 
 





Los requerimientos de aumento de capacidad (incluyendo generación, transmisión y distribución) y de inversión para los países de la Alianza del Pacífico se han estimado como sigue[18]:


País
Aumento de Capacidad, GW
Inversión Requerida (millones de USD)
(promedio anual 2014-2030)
México
2,000
3,545
Chile
909
1,611
Colombia
568
1,007
Perú
363
644
Suma
3,840
6,807

La generación de energía eléctrica y calor es la principal fuente de emisión de gases invernadero (GEI) en Chile y México, mientras que el sector transporte lo es en el caso de Colombia y Perú.


 



        FUENTE:  Banco Mundial, base de datos.

Se estima que América Latina será la segunda región del mundo en cuanto a la dimensión del esfuerzo para aumentar la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables hacia el año 2040, sólo después de China, y antes que la India, la Unión Europea y Estados Unidos.[19]

El principal aporte será de la energía hidroeléctrica (Brasil, Colombia, Perú), seguida de la energía eólica (México, Colombia) y en tercer lugar la solar (Chile).
 



  

El potencial técnico de desarrollo de las energías renovables en América Latina es significativo. Para dar una idea de su magnitud, si se aprovechara el 1.6% del potencial total estimado podría cubrirse la demanda actual completa de la región. [20]
 




Las oportunidades para el desarrollo de las diversas energías renovables en la región de la Alianza del Pacífico se han identificado a lo largo de la geografía subcontinental.  Destacan las zonas propicias para energía solar en México y Chile, las zonas de mayor potencial para energía eólica en Colombia y México, la localización de la energía geotérmica en Perú y México (que ya es uno de los 5 países con mayor capacidad instalada en esta tecnología), y la ubicación de la energía marina en Chile.[21]

  




 La participación creciente de las energías renovables no convencionales en el “mix” de fuentes para la generación eléctrica en la región podrá consolidarse en la medida en que:

·         Los modelos regulatorios, operativos y de negocios estén en línea para facilitar la participación privada
·         Los costos nivelados de la energía en las diversas tecnologías continúen convergiendo en el futuro[22]
·         Existan metas explícitas de los países en la materia.

  



Un ejemplo reciente sobre la evolución en los precios de la energía renovable hacia niveles más competitivos es la cuarta subasta de suministro de electricidad con recursos energéticos renovables al sistema eléctrico interconectado nacional (SEIN) de Perú, el pasado 16 de febrero de 2016, particularmente si se le compara con los precios obtenidos en la subasta realizada cinco años antes. 
 





Así, Chile ha señalado su intención de que el 60% de la generación eléctrica en 2035 provenga de fuentes renovables (incluyendo energía hidráulica); México ha definido su propósito de que para 2024 al menos el 35% de su “mix” sea aportado por fuentes limpias (incluyendo también la energía hidráulica de gran escala, nuclear y cogeneración eficiente).  Colombia ha propuesto elevar la participación de las energías renovables no convencionales a entre un 6 y un 10% para 2028 (además del 68% que ya se produce con base en energía hidráulica).  Mientras que Perú ha ofrecido incluir por lo menos un 5% de energías renovables no convencionales para 2025, en adición al más de 60% que ya representa la energía hidráulica.

En adición al crecimiento acelerado de las energías renovables, el esfuerzo en América Latina estará concentrado también en la sustitución de combustóleo y carbón por gas.  En general, la región cuenta con el “mix” menos contaminante de todo el mundo para la generación de energía eléctrica.[23],[24]
 




 En el ámbito de los recursos energéticos renovables la innovación es crítica, y existe una gran oportunidad para que  la región latinoamericana y los países miembros de la AP busquen generar sinergias mediante esfuerzos conjuntos de investigación y desarrollo.[25]  Mediante la cooperación será menos difícil hacer frente a los problemas existentes en esta materia:  disponibilidad reducida de diversas competencias, falta de experiencia en la gestión de cooperación intra-regional, fondos insuficientes, entre otros.

  



En particular, será necesario fortalecer  y vincular entre sí los ecosistemas de innovación nacionales en materia de energía, para abordar temas relacionados con el aprovechamiento de las energías renovables no convencionales, así como con la implantación de las redes eléctricas inteligentes (smart grids)[26], la solución a la gestión de la intermitencia y problemas técnicos de pérdida de energía en la transmisión y distribución (que no es exclusivo de las energías renovables), y el desarrollo de opciones viables para el almacenamiento de energía.

  



La implementación de las redes eléctricas inteligentes prácticamente no ha iniciado en la región de la Alianza del Pacífico, salvo por algunas pruebas realizadas por Colombia.[27]

En la actualidad, menos del 5% de los activos en la industria de generación eléctrica están conectados.  Pero se estima que más de 10 mil millones de dispositivos lo estarán para 2020.  La cadena de valor del subsector se transformará por completo: la electricidad y la información fluirán en múltiples direcciones y los diferentes actores podrán añadir valor.  Los proveedores de energía habrán de evolucionar hacia compañías industrial-digitales.  La generación digital centralizada descansará en una mezcla de combustibles fósiles y energías renovables;  la red digital conectará la generación con el consumo en formas diversas; y el consumo digital añadirá capacidades de respuesta a la demanda, así como generación descentralizada y capacidades de almacenamiento de energía.[28]



En la medida en que la industria busca optimizar su “mix” de fuentes primarias y no concentrarse en una sola fuente, y dada la intermitencia de las energías renovables no convencionales, el objetivo consiste en mantener la red estable, con el apoyo de softwares que, por un lado, manejan la intermitencia de las energías renovables haciéndola predecible y, por el otro, aseguran el uso del gas para compensar las fluctuaciones de oferta y demanda en la red.
 




 FUENTE:  Smart grids: best practice fundamentals for a modern energy system;  World Energy Council, 2012.

En aras de la seguridad energética, la interconexión eléctrica es un objetivo crítico en la agenda de corto plazo de América Latina:  México y Centroamérica vienen trabajando en este sentido;  Colombia con Panamá; Brasil y Ecuador, y este último con Perú;  Chile con Argentina; Bolivia y Perú. 

b)    Retos

A partir del contexto internacional y con base en sus propias potencialidades, los países de la región de la AP habrán de enfrentar retos en dos ámbitos principales del sector de energía que conviene revisar por separado: el de la industria de petróleo y gas, y el de la generación de energía eléctrica, incluyendo en este último caso a las energías renovables. 

En el primer caso –la industria de petróleo y gas- los retos principales son:

·         Que las grandes empresas petroleras, estatales y privadas, logren diseñar estrategias para navegar en un escenario de precios bajos, incluyendo por lo menos los temas siguientes:  minimización de costos, acceso a capitales, optimización del portafolio (jerarquización de proyectos y unidades de negocio de acuerdo con su rentabilidad, concentración en core business), retención del talento, y revisión sistemática de la congruencia entre planes a corto, mediano y largo plazos. 

·         Fortalecer las cadenas de valor nacionales de la industria mediante nuevos modelos de negocio en esquemas de asociación público-privada, tanto en las actividades centrales como en otras complementarias; y a través del desarrollo de proveedores regionales de clase mundial en esquemas de clústeres que promuevan la cooperación inter-empresarial y el alineamiento de las acciones de los diferentes niveles de gobierno.

·         Aumentar la inversión y la participación privada en la exploración de hidrocarburos, para incrementar las reservas probadas (a pesar del bajo precio de los hidrocarburos) y que siga siendo una industria proveedora de rentas para los gobiernos nacionales y una fuente de materias primas  para las industrias locales y regionales.

·         Aumentar la inversión y la participación privada en la producción de refinados y productos petroquímicos, a fin de aprovechar las condiciones favorables de precio y reducir la dependencia del mercado externo, atendiendo puntualmente las exigencias y oportunidades de la normatividad ambiental (como la producción complementaria de biocombustibles).

·         En general, abrir nuevas oportunidades de inversión en esquemas de asociación público-privada a lo largo de la cadena (up-stream, mid-stream y down-stream) con un criterio claro de mayor eficiencia.

·         Incorporar como factor determinante en el desarrollo futuro de la industria su adecuación a las políticas nacionales de combate al cambio climático.

En el segundo caso –la generación de energía eléctrica y las energías renovables- los retos principales consisten en:

·         Transformar la región en una zona con disponibilidad de energía de bajo costo para la producción manufacturera, minera y del sector primario (agropecuario, forestal y acuícola), mediante el aprovechamiento del gas y el desarrollo de redes nacionales de ductos, estructurando un mercado regional de gas.

·         Promover un mercado eléctrico transfronterizo regional a partir de la interconexión de las redes nacionales, desde México hasta Chile.  Aprovechar la ruta del tendido eléctrico para hacer la conexión física de los países a través de fibra óptica, como un backbone regional para las telecomunicaciones.

·         Aumentar la inversión y la participación privada en infraestructura de generación, así como en el fortalecimiento del backbone nacional de transmisión y distribución de energía eléctrica, y en la conversión del sistema a red inteligente, a fin de atender el crecimiento de la demanda previsible,  aumentar la participación de las energías renovables en el “mix energético”, y elevar la eficiencia del sistema.

  


 Consolidar la formación de clústeres de generación de energías eólica, solar y geotérmica, en las zonas de mayor potencial de la región, cuidando la integración de las comunidades locales, la sustentabilidad ambiental y el desarrollo de proveedores.

·         Lograr la electrificación de todas las zonas aisladas de los cuatro países, y particularmente de Perú y Colombia, cuya población rural carece de este servicio en un 27% y 12%, respectivamente.[29]  Para ello, están disponibles soluciones tecnológicas de bajo costo, a partir de pequeñas redes basadas en el uso de energías renovables (solar) y –cuando se requiere- complementadas con otras fuentes tradicionales de energía (diesel).

·         Aprovechar plenamente y fortalecer el conocimiento y las capacidades de investigación regional en materia de energías renovables, con miras a desarrollar un liderazgo global en tecnologías relacionadas con energía solar, eólica y geotérmica.

c)    Apuestas estratégicas

A corto plazo, se identifican oportunidades de intervención pública y/o privada que pueden tener un mayor efecto sobre la productividad de las actividades económicas de los cuatro países, y en las cuales también puede influir positivamente el proceso de integración de la Alianza del Pacífico.

En materia de petróleo y gas las oportunidades son:

Nuevas licitaciones para exploración y producción de petróleo y gas en Colombia, México y Perú en áreas de bajo costo de desarrollo.-  Los países petroleros de la Alianza del Pacífico tienen necesidad de aumentar sus reservas probadas de hidrocarburos y lo pueden hacer con apoyo en tecnología y recursos financieros globales en virtud de que sus entornos institucionales se han actualizado.

EXPLORACIÓN DE HIDROCARBUROS
Las principales oportunidades de Colombia se encuentran en los bloques de aguas profundas del Caribe y el fracking.  Perú licitará áreas más pequeñas para atraer a más compañías. Dependiendo de los precios internacionales prevalecientes, México espera recibir del orden de 2 mil millones de dólares en proyectos de exploración  en los próximos 3 años, particularmente en el Golfo de México y en el área de aguas profundas del Cinturón Plegado Perdido.

Definición de programas públicos a largo plazo para vincular la producción de etanol con la producción y comercialización de biocombustibles.-  La industria azucarera es relevante en los tres países petroleros de la Alianza del Pacífico, y requiere de nuevos consumidores para compensar la pérdida gradual de demanda que ha venido experimentando a nivel global.  La producción de biocombustibles con base en etanol proveniente de la caña de azúcar no se ha desarrollado a gran escala en virtud, principalmente, de factores institucionales como la falta de acuerdos entre oficinas gubernamentales, productores primarios e industriales, que se reflejen –para dar certidumbre- en programas y contratos de largo plazo.

BIOCOMBUSTIBLES CON BASE EN ETANOL
Colombia destina actualmente 80 mil hectáreas a la producción de biocombustibles y tiene 5 millones de hectáreas aptas para abastecer no sólo sus necesidades domésticas, sino también para convertirse en un proveedor de clase mundial.
PEMEX ha empezado a comprar etanol en subastas públicas (157 millones de litros).  Pero el potencial existente, considerando solamente el 5% de biocombustible por litro de gasolina, en la mitad de la producción nacional, podría cuadruplicar ese volumen inicial.

Nuevos modelos de negocio para la gestión de la confiabilidad a lo largo de la cadena de valor del petróleo y gas.-  La confiabilidad se refiere a la gestión integral de activos, incluyendo mantenimiento y operación, con un enfoque de seguridad y eficiencia.  Esta filosofía se basa crecientemente en la generación y uso de información pertinente, obtenida con la ayuda de softwares especializados y dispositivos electrónicos.  Tanto la industria upstream, como la midstream y downstream, requieren de estos conceptos para definir líneas de base, métricas operacionales, hacer benchmarking, y utilizar con oportunidad otra información relevante para apoyar la toma de decisiones.

SISTEMA DE CONFIABILIDAD INSTITUCIONAL
El aumento de la confiabilidad y el establecimiento de un sistema institucional que recorra toda la cadena de valor es una alta prioridad de PEMEX.  Existe una clara oportunidad de negocio para PyMEs globales con experiencia probada y el expertise técnico en el desarrollo de sistemas de confiabilidad, basados en tecnologías de información y comunicación, a partir de modelos diversificados de asociación público-privada (outsourcing, contratos basados en resultados, etc.)

Promoción selectiva de inversiones en plantas de refinación y petroquímica.-  Las plantas de refinación de los cuatro países miembros de la Alianza del Pacífico requieren de modernización para cumplir con la normatividad ambiental más exigente a nivel internacional e incrementar el porcentaje de destilados en la mezcla final de productos. En un escenario de precios bajos de los hidrocarburos, las plantas petroquímicas pueden ser opciones atractivas de negocio, en la medida en que tengan asegurado el abasto de la materia prima y los mercados de venta de sus productos.

INVERSIÓN EN LA INDUSTRIA DOWNSTREAM
ECOPETROL está concluyendo la ampliación y modernización de su refinería en Cartagena, con lo cual casi duplicará la capacidad de proceso de 80 a 150 mil barriles diarios.  Con ello se cuadruplicará la producción de diesel, se elaborarán gasolinas de calidad ecológica, se eliminará el combustóleo (fuel-oil), y se generarán excedentes para la petroquímica. La inversión total fue de alrededor de 4 mil millones de dólares.

PETROPERU está modernizando y ampliando su refinería de Talara, para pasar de una capacidad de proceso de 65 mil barriles diarios a 95 mil.  El avance al inicio de 2016 se estima en un  30%, y el inicio de operaciones se ha programado para 2019. Producirá combustibles de mayor calidad con una inversión total del orden de 3,500 millones de dólares.

En esquemas de asociación público-privada, PEMEX va a promover proyectos de inversión por 23 mil millones de dólares durante los próximos tres años en la modernización de sus plantas de refinación, a fin de producir gasolinas más limpias, reducir la generación de gases de efecto invernadero (GEI), y reutilizar productos residuales.  Asimismo, va a desarrollar proyectos de energía para cogenerar 2.3 MW de electricidad para autoconsumo y venta de excedentes.

PEMEX también puede producir más etileno en asociación con las empresas privadas apropiadas, a fin de atender la demanda interna.  El gasto de capital se estima en 200 millones de dólares.

Consolidar clusters locales en la industria upstream a fin de mejorar las capacidades empresariales de las PYMEs para responder a los requerimientos de los nuevos jugadores globales.-  La clusterización permite a las PYMEs mejorar sus capacidades técnicas y de negocio a través de la cooperación y la solución de problemas comunes, mediante el diálogo con otros actores interesados (niveles de gobierno, entidades de investigación y desarrollo, proveedores de servicios financieros, y otros jugadores especializados).  Proporciona el ecosistema adecuado para el crecimiento.  Aberdeen en Escocia, Stavanger en Noruega y Houston en Estados Unidos son ejemplos de sitios que han logrado desarrollar clusters petroleros de gran impacto.  Los países petroleros de la Alianza del Pacífico podrían aprender de estos casos exitosos, a fin de desarrollar custers locales capaces de cumplir con los requerimientos de las empresas operadoras y otros integradores globales de servicios que están entrando al mercado.

DESARROLLO DE CLUSTERS Y PROVEEDORES LOCALES
En el contexto del mercado mexicano actual, PEMEX será un operador más entre un conjunto amplio de empresas privadas de talla global. Dentro de un escenario de precios bajos de hidrocarburos y, por tanto, de requerimientos de servicios eficientes de bajo costo, los nuevos jugadores globales están buscando abastecerse con empresas locales, y ayudar a su mejora. 
Cd. del Carmen y Villahermosa son los dos sitios en que se concentra la mayor parte de las PYMEs que dan servicio a la industria petrolera upstream. Su localización es ideal para impulsar la consolidación de un cluster de servicios con proveedores calificados locales y otros que pudieran arribar de los mercados petroleros de servicios de Colombia y Perú.
Habría que recordar que Colombia y Perú abrieron su industria petrolera hace años a la participación de empresas globales que ahora están presentes en sus mercados.  Y las empresas locales proveedoras se forjaron en la competencia y el nivel de exigencia de los operadores internacionales, por lo que ahora pueden capitalizar su experiencia participando de manera directa o en asociación con otras empresas locales en el mercado mexicano que ya empieza a recibir también a los grandes jugadores globales.

Definición de modelos de negocio y condiciones de licitación para promover farm-outs en la industria upstream de petróleo y gas.-  Como contratos de asociación estratégica entre la empresa propietaria de derechos de explotación y otras empresas que proporcionan capital, tecnología, capacidad operacional, etc., los farm-outs pueden amoldarse a las condiciones de cada proyecto específico.  Su éxito dependerá de la claridad y transparencia con que se realicen las licitaciones.

FARM-OUTS EN PEMEX
Los primeros farm-outs se realizarán en 2016.  Diez paquetes se han definido con un total de 2.1 mil millones de barriles de crudo equivalente de reservas 2P, y 539 millones de bce de reservas 3P. La inversión total se estima en 32.3 mil millones de dólares en un lapso de 5 a 10 años. Los paquetes incluyen campos maduros, crudo marítimo extra-pesado, campos gigantes de gas en aguas profundas, y el campo de crudo en aguas profundas del Cinturón Plegado Perdido.

Definición de modelos de negocio y condiciones técnicas en el desarrollo de cadenas logísticas eficientes para almacenar y transportar (red de ductos e instalaciones portuarias) crudo, gas y derivados, de propiedad pública y privada.-  Ser propietario de la cadena logística no es una prioridad de las compañías petroleras nacionales, sobre todo cuando los propietarios del crudo, del gas y demás derivados pueden ser otras muchas empresas.  Los cuatro países miembros de la Alianza del Pacífico necesitan mejorar sus redes nacionales de ductos, así como sus instalaciones de almacenamiento y sus terminales intermodales marítimas y terrestres.

CORREDOR TRANSOCEANICO DEL ISTMO DE TEHUANTEPEC
PEMEX planea hacer una licitación en 2016 para asignar un proyecto de inversión a un socio capaz de desarrollar un corredor transoceánico a través del Istmo de Tehuantepec, para conectar los puertos de Salina Cruz en el Pacífico y Coatzacoalcos en el Atlántico, mediante dos nuevos gasoductos. El valor del contrato se estima en 1.7 mil millones de dólares, incluyendo instalaciones de almacenamiento y la mejora requerida en las instalaciones portuarias.

Desarrollar nuevas plantas de refinación que reflejen el estado del arte en la materia.-  La producción de destilados en notoriamente insuficiente en el caso de México para abastecer su demanda interna.  El país importa actualmente más de 400 mil barriles de gasolinas por día, y del orden de 150 mil barriles de diesel.

NUEVA REFINERÍA DENTRO DE UN ESQUEMA DE PARTICIPACIÓN PÚBLICO-PRIVADA CON PEMEX
Existe una oportunidades de negocio para desarrollar y operar nueva capacidad de refinación en México, que refleje el estado del arte en la materia, buscando al mismo tiempo economías de escala y aglomeración, así como encadenamientos productivos con otras plantas de refinación y petroquímica,  Un sitio apropiado sería el Istmo de Tehuantepec, probablemente en las dos refinerías que están ahí instaladas.

Por su parte, en el subsector de generación de energía eléctrica y energías renovables se identifican seis oportunidades de intervención a corto plazo:

Implementar la Smart Grid para lograr un aprovechamiento pleno de las redes eléctricas nacionales.-  Digitalizar las redes eléctricas para interconectar instalaciones de generación, transmisión y distribución, supone un gran paso cualitativo en la gestión de los sistemas nacionales.  Es un proceso de varios años que se va ejecutando por etapas.  Una primera etapa, además de contar con un plan, consiste en establecer la infraestructura de medición avanzada.[30]

“METROS INTELIGENTES” PARA LA RED NACIONAL DE ENERGÍA ELÉCTRICA DE MÉXICO
El plan para transformar la red eléctrica mexicana en una red inteligente considera en una primera etapa la incorporación de 30.2 millones de “metros inteligentes” para el 2025, con un valor de mercado de 10 mil millones de dólares.

Consolidar redes distribuidas de generación eléctrica para incorporar zonas aisladas e interconectar a los diversos productores potenciales de energía.-  Proporcionar energía eléctrica a zonas aisladas en los cuatro países miembros de la Alianza del Pacífico es una alta prioridad social.  La tecnología permite ya opciones diversas para dotar de micro-redes a comunidades pequeñas, con base en energías renovables o combinadas con fuentes tradicionales, que no se conectan con la red eléctrica nacional.  Por otra parte, la red distribuida es también un concepto utilizado para denominar a la tecnología que forma parte de la red inteligente y que permite la interconexión de diversas unidades generadoras de energía a la red nacional y su gestión adecuada.

PROGRAMA NACIONAL DE ELECTRIFICACIÓN FOTOVOLTÁICA DOMICILIARIA DE PERU
Iniciado en 2013, su objetivo es dotar de energía eléctrica a 500 mil familias en zonas aisladas del país para alcanzar un nivel de cobertura rural del 95% para 2018.  La tecnología utilizada es solar fotvoltáica, por ser de gran versatilidad en cuanto a su escala y condiciones de instalación, además de que se administra localmente.

Desarrollar una red regional de investigación y desarrollo sobre energías renovables (particularmente solar, eólica y geotérmica), con énfasis en las tecnologías de almacenamiento de energía.-  Aprendiendo de la formación de la red regional de investigación en materia de cambio climático, los países miembros de la Alianza del Pacífico podrían impulsar el diseño y ejecución de un programa de investigación y desarrollo sobre energías renovables que propicie la interacción de los recursos humanos calificados y se proponga como objetivo alcanzar el liderazgo mundial en temas de interés para la región.  Por la importancia estratégica que tendría para dar viabilidad en mayor escala a las energías renovables no convencionales, se considera que uno de los temas de investigación podría ser sobre las tecnologías de almacenamiento de energía.

Desarrollar redes nacionales eficientes de gasoductos para abastecer zonas industriales y residenciales.-  El gas se ha convertido en la principal fuente de energía primaria en esta fase de transición mundial hacia energías más limpias.  Para los países de la región será componente esencial en la generación de energía eléctrica, y también para abastecer zonas industriales y residenciales mediante redes de gasoductos, ya sea que se importe como en el caso de México y Chile, o bien que se produzca localmente como en el caso de Colombia y Perú.  Lo relevante consiste en habilitar plataformas eficientes que hagan disponible este energético a bajo costo y eleven la competitividad de la región para actividades económicas diversas: manufactureras, mineras, y del sector primario (agropecuario, forestal, acuícola). 

REGIÓN ENERGÉTICA DE AMÉRICA DEL NORTE
México planea aumentar su red de ductos en un 75% para 2018, y triplicar el abastecimiento de gas por ducto desde Estados Unidos, a fin de alcanzar 7 mil millones de pies cúbicos por día en 2028.
Varios proyectos se licitarán en 2016, incluyendo un ducto submarino de Texas a Tuxpan, con un costo estimado de 3 mil millones de dólares.
Más de 10 mil millones de dólares en inversiones de ductos en planeación o terminados se ha anunciado tan solo durante 2015.

Desarrollar clusters energéticos específicos en los países de la región (eólicos en Colombia y México, solar en Chile y México, geotérmico en Perú y México).-  En cada país de la región sobresale alguna zona por la concentración que ahí ha tenido la inversión en energías renovables no convencionales.  Tal es el caso, por ejemplo, de la región del Istmo de Tehuantepec en México para la energía eólica y el desierto de Atacama en Chile para la energía solar.  El desarrollo ordenado y con mayor participación y beneficio local en estas zonas es posible mediante la organización y operación de clusters que reúnan a las distintas partes interesadas, incluyendo a los niveles de gobierno, centros de investigación, proveedores de la cadena de valor, para acordar una agenda común que promueva la sustentabilidad –social y ambiental- de largo plazo de la zona y el valor agregado local.

CLUSTER DE ENERGÍA EÓLICA EN LA VENTOSA
La zona sur de la región del Istmo de Tehuantepec, donde se ubica la Ventosa, tiene uno de los mayores potenciales para energía eólica del mundo.  México registra el más alto crecimiento mundial de la industria de generación de energía eólica.  Este factor y la necesidad de atender mejor los impactos sobre las comunidades locales se pueden abordar mejor desde un esquema organizativo tipo cluster.

Implementar la interconexión eléctrica entre los países de la región (particularmente entre Chile y Perú).-  Perú tiene bajos costos de energía eléctrica y es superavitario en energía.  Chile por el contrario tiene costos altos de energía eléctrica y es deficitario.  Su vecindad refuerza la conveniencia de interconectar sus sistemas eléctricos, de manera que Perú pueda vender la energía de bajo costo que le sobra y Chile pueda comprar energía eléctrica para mejorar sus costos.  Este esfuerzo formaría parte de una iniciativa política de los países de la Alianza del Pacífico para lograr en un plazo perentorio la interconexión eléctrica desde México hasta Chile.

INTERCONEXIÓN ELÉCTRICA CHILE-PERÚ
A la fecha, la discusión técnica sobre la interconexión eléctrica entre Chile y Perú ha finalizado.  Se han definido bases de licitación de la primera línea eléctrica con un tendido de 70 kilómetros entre Arica y Tacna.  Sólo falta la decisión política.



[1] Así lo señala la ONU en su document marco The future we want: background paper for global energy consultation, 2013.
[2] Sustainable energy for all:  a global action agenda, 2012;  Sustainable energy for all: a vision statement by Ban Ki-Moon, secretary-general of the United Nations, 2011;  Energy for a sustainable future, the secretary-general’s advisory group on energy and climate change, 2010.
[3] Lo cual supone, entre otras cosas, dejar de usar combustibles fósiles contaminantes para calentar los alimentos.
[4] La seguridad energética es la dimensión crítica para el suministro necesario que alimenta el crecimiento económico y el desarrollo social; la sustentabilidad ambiental es la dimensión que combate el cambio climático y mantiene una buena calidad del aire y del agua; y la equidad energética es la dimensión que asegura el acceso costeable de la energía a todos los niveles de la sociedad.
[5] 2015 Energy Trilemma Index: benchmarking the sustainability of national energy systems; World Energy Council, 2015.
[6] Aquí se adopta la definición de la Agencia Internacional de Energía sobre la clasificación de las fuentes de energía primaria:  los combustibles fósiles son el crudo, el carbón y el gas; las energías renovables convencionales son la hidroeléctrica de gran escala y la nuclear; y las energías renovables no convencionales se refieren a la eólica, la solar, la geotérmica, la hidroeléctrica de pequeña escala y la biomasa.
[7] “Impact of Paris 2015”; IHS Energy CERAWeek, The Wall Street Journal, febrero 23, 2016.
[8] Base de datos de comercio exterior integrada por SAI, Derecho y Economía, con información de United Nations Comtrade Database.
[9]  U.S. Energy Information Administration, datos de 2012.
[10] BP statistical review of world energy 2012 y The Economist, “Who’s afraid of cheap oil?”, enero 23, 2016.
[11] CIA World Factbook; enero 2014, el dato de Chile se refiere a las reservas probadas entre el  consumo anual.
[12] Algunos representantes de la industria en Estados Unidos han expresado también su opinión de que México y su red de ductos puede ser una alternativa más económica para exportar gas a la región asiática.
[13] Que en el caso de México podría potenciarse a través de las zonas económicas especiales que habrán de promoverse a partir de este año en tres regiones que miran hacia el Pacífico:  la zona aledaña al puerto de Lázaro Cárdenas, la región del Istmo de Tehuantepec, y la zona circundante a puerto Chiapas.
[14] Portal de internet Petrochemical Update, publicado el 20 de febrero de 2015.
[15]   BP Energy Outlook 2035; British Petroleum, febrero 2015.
[16] Las fuentes de energía primaria para generar energía eléctrica pueden dividirse, en función de su generación de gases de efecto invernadero (GEI), en fósiles (carbón, crudo y gas), nuclear y renovables.  Las energías renovables pueden dividirse a su vez en convencionales (hidroeléctrica de gran escala, biomasa) y no convencionales (eólica, solar, geotérmica, de mareas).
[17] Meeting the electricity  supply/demand balance in Latin America & the Caribbean; Rigoberto Ariel Yepez-García, Todd M. Johnson y Luis Alberto Andrés; Banco Mundial, septiembre 2010.
[18] Ibid.
[19] World Energy Outlook 2015; Agencia Internacional de Energía, noviembre de 2015.
[20] Repensemos nuestro futuro energético;  Walter Vergara, Claudio Alatorre y Leandro Alves;  Banco Interamericano de Desarrollo, 2013.
[21] Ibid.
[22] El costo nivelado de energía es aquél que permite hacer una comparación sobre las mismas bases de los diferentes costos de inversión, operación y mantenimiento de las distintas tecnologías, tomando en cuenta también su disponibilidad efectiva.
[23] Así lo ha hecho notar Rigoberto Ariel Yépez-García, jefe de la división de energía del Banco Interamericano de Desarrollo, atribuyendo el fenómeno a que alrededor del 55% proviene de energía hidráulica.
[24] Repensemos nuestro futuro energético;  Walter Vergara, Claudio Alatorre, Leandro Alves; Banco Interamericano de Desarrollo, 2013.
[25] IRENA; ID+D para las tecnologías de energías renovables:  cooperación en América Latina y el Caribe; 2015.
[26] La smart grid consiste en la aplicación de tecnologías para el control remoto y automatización de la red, incluyendo todos los elementos necesarios para llevar la electricidad desde la planta donde se genera hasta los consumidores: cables, subestaciones, transformadores, switches, etc.  Para hacerla inteligente, se adiciona a la red tecnología digital de comunicaciones de dos vías que conecta todos los dispositivos asociados a la misma.  A cada dispositivo se le colocan sensores para recopilar información (metros de línea, sensores de voltaje, detectores de fallas, etc.), así como comunicación digital en dos sentidos, entre el dispositivo en el campo y el centro de operaciones de la compañía de servicio.  Las aplicaciones posibles crecen aceleradamente.  Los beneficios incluyen una mejor ciber-seguridad, gestión de las fuentes de suministro como la energía solar y eólica, etc.
[27] Smart from the start;  PwC, 2011.
[28]Digital Revolution: the biggest transformation the power sector has seen”; en World Energy Focus, #18, diciembre 2015; Consejo Mundial de Energía.
[29] Datos de 2012, base de datos del Banco Mundial.
[30] Advanced metering infrastructure (AMI).

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