martes, 31 de agosto de 2010

Pesca sustentable para Campeche

En diciembre pasado (2009), la profesora Elinor Ostrom de la Universidad de Indiana, recibió en Suecia el premio Nobel de Economía 2009.  A sus 76 años de edad, la profesora Ostrom es ejemplo de una vida muy productiva dedicada a la docencia y a la investigación.  Sus aportes principales se encuentran en el campo de lo que se ha denominado “la gobernanza de los recursos comunes”, particularmente recursos naturales renovables, como los bosques, las pesquerías y los recursos hidráulicos.
El dilema social que se plantea es el del interés privado individual de corto plazo frente al interés público del grupo a más largo plazo, así como el diseño del “arreglo institucional” para lograr un manejo sustentable del recurso.  Otro tema de gran trascendencia consiste en la necesidad de encontrar un marco común de clasificación para facilitar los esfuerzos multidisciplinarios hacia un mejor entendimiento de los llamados “sistemas socio-ecológicos complejos”.
Con base en su prolífica investigación de campo, la profesora Ostrom encontró que la validez del paradigma de “la tragedia de los comunes” (que ha sido concepto central en el estudio del medio ambiente durante 40 años) es , en realidad, bastante restringida. 
De acuerdo con este concepto, podría darse el caso de que un usuario individual –digamos una cooperativa de pescadores- decidiera restringir su captura, mientras que otros no lo hacen, por lo que de todos modos se alcanza, tarde o temprano, el agotamiento de la pesquería.  En tal circunstancia, el usuario que moderó su captura no sólo no pudo evitar que el recurso se acabara, sino que además perdió la oportunidad de tomar una mayor parte.  La conclusión de este caso general –y de ahí la tragedia- es que el usuario individual no tiene estímulos para evitar la sobre-explotación del recurso, y que por lo tanto, el manejo de los recursos comunes no puede dejarse a los usuarios, sino que debe existir un agente (usualmente el gobierno) que defina e imponga las reglas de aprovechamiento.
Elinor Ostrom dedicó muchos años a demostrar que los usuarios sí pueden generar sus propios arreglos institucionales, y que mediante la cooperación pueden evitar que su recurso común se extinga.  Aún más, encontró que tales arreglos eran muchas veces más eficaces que los que imponían los gobiernos nacionales o locales.  Del análisis sistemático de cientos de casos reales en el mundo, la profesora Ostrom dedujo elementos constitutivos y principios para lograr un diseño institucional que funcione.
Ha sido afortunado que con el anuncio del Premio Nobel haya salido a la luz este cúmulo de experiencia y conocimiento que puede ser de gran utilidad para el manejo sustentable de los recursos comunes de Campeche:  sus pesquerías, sus bosques ejidales, sus áreas naturales protegidas.
En gran medida, la viabilidad de los esquemas de gobernanza del recurso común depende de que no existan usuarios que “se vayan por la libre” (free riders).  Este es un tema central para el caso de la pesca ribereña en Campeche.  Ningún esquema funcionará mientras no se detenga y se castigue, en forma permanente, a quienes operan ilegalmente, al amparo de una red hasta ahora intocable de intereses económicos, depredando los recursos. 
¿Cuál es el sistema de incentivos que puede promover una pesca sustentable en Campeche, y cómo debe operarse?  ¿Qué papel corresponde desempeñar a las organizaciones primarias (cooperativas), y secundarias (federaciones, frentes, etc.) de pescadores ribereños?  Estas son preguntas clave para lograr la gobernanza de largo plazo en la actividad pesquera y, por tanto, alcanzar soluciones prácticas que sí funcionen.

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